Momentos Olímpicos Mágicos

MOMENTOS OLÍMPICOS MÁGICOS 79: DARA TORRES ARRIESGA SU FINAL OLÍMPICA DE LOS 50m LIBRES EN PEKÍN 2008 POR AYUDAR A UNA RIVAL, THERESE ALSHAMMAR

Algunos de los momentos más emotivos de los Juegos Olímpicos son del todo punto inesperados por los espectadores. Imaginamos -en toda lógica- que un deportista que ha estado cuatro años (cuando no, prácticamente toda su vida) entrenando duro para un momento no hará nada que le perjudique en ese momento. La victoria se paga cara y el no conseguirla puede resultar un fracaso. Pero entonces de repente surgen los gestos solidarios de los deportistas olímpicos, eso que suponen tirarse piedras contra su propio tejado y poner en peligro todo lo luchado hasta ese momento. Son los gestos de solidaridad con sus rivales, algunos de los cuales ya hemos abordado aquí. Una entrega de un material propio que ayudará incluso a tu rival a superarte, un consejo que le supondrá la victoria, etc. El caso que nos ocupa hoy es diferente y no menos bonito. Ocurrió en los Juegos de Pekín de 2008.

Therese Alshammar

En aquellos momentos la nadadora estadounidense Dara Torres ya había participado en cuatro ediciones olímpicas y había vuelto de su segundo retiro tras dar a luz a su hija dos años antes. En Pekín 2008 contaba 41 años. Por aquel entonces la nadadora sueca Therese Alshammar, que había despuntado especialmente a nivel continental, ya era poseedora de tres medallas olímpicas, todas ellas conseguidas en los Juegos de Sidney 2000. Ambas iban a coincidir en la prueba de los 50m libres de los Juegos de Pekín, cuya semifinal las emparejaba. Estaban caminando hacia los poyetes de salida de la prueba en la piscina olímpica cuando Torres se percató de los problemas que estaba padeciendo su contrincante europea: su bañador se acababa de rajar. Dara Torres aún no sabía que, después de tantas medallas olímpicas, estaba a punto de protagonizar su momento más memorable en los Juegos Olímpicos y por los que pasaría en toda lid a la memoria de los mismos, incluso por encima de su impresionante palmarés, compuesto por una docena de medallas sólo en los Juegos Olímpicos.

Dara Torres. Foto de. EFE/Julian a Wainwright

La estadounidense interrumpió su precalentamiento antes de saltar a la piscina y rápidamente acudió en auxilio de Alshammar, intentando arreglar de forma provisional aunque fuera el bañador de la sueca. Ante la imposibilidad de hacerlo -en sus intentos incluso se estropeó aún más- llamó la atención de los jueces para que retrasaran la disputa de la carrera el tiempo suficiente para que Alshammar pudiera cambiarse de bañador. Decisión en las que tenía todas las de perder, puesto que los horarios (también televisivos) son muy estrictos en los Juegos Olímpicos y además ponerse los bañadores de los nadadores profesionales requiere más tiempo del que puedan creer. Mientras Dara Torres agitaba sus brazos para llamar la atención de los jueces, que ya se preparaban para dar el inicio de la carrera sin la participación de la sueca, hizo todo lo imposible para que su rival, incluso de otro país, pudiera tomar parte. Llegó a amenazar a los jueces con no participar ella misma, que había conseguido el mejor tiempo de clasificación (y era una de las favoritas para la final) si no permitían que Therese se pudiera cambiar de bañador. Con ello Dara Torres arriesgó mucho. Todo el trabajo de cuatro años.

La historia tiene final feliz…a medias. Torres consiguió que se retrasara la final para que Alshammar pudiera cambiarse de bañador. La estadounidense consiguió la clasificación con el mejor tiempo, aunque en la final perdiera el oro por una escasa centésima. La nadadora sueca, sin embargo, no pudo clasificarse para la final olímpica ya que obtuvo únicamente el 14º tiempo, quién sabe si por los nervios, la tensión o haberse descentrado con el incidente. Pero para siempre quedará el bello gesto de su rival que permitió que, al menos, pudiera optar a estar en la final olímpica.

No hace falta decir que la plata de Dara Torres en los 50m libres de Pekín 2008 fue aplaudida como si fuera un oro y que su gesto le valió el reconocimiento del COI por su fair play.

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