EL SALTO LUTZ: UNO DE LOS MÁS COMPLEJOS DEL PATINAJE
El salto lutz está considerado el segundo más difícil, tras el axel, del patinaje artístico. Pese a portar el nombre de su creador, Alois Lutz, poquísimo se sabe de este patinador austriaco de comienzos del siglo XX. La falta de documentación es tal, que algunos llegan a dudar de que fuera el tal Alois el creador, mientras que otros lo hacen llamar Alfred. Una de las fuentes constata la realización de este salto de forma pública en los años 20 del pasado siglo, realizado por el patinador Paul Kreckow en el Palacio de Hielo de Milán. Del tal Alois Lutz sí tenemos constancia de su participación, como patinador –aún junior- en los años 10 de la pasada centuria, teniendo en cuenta la fecha de 1013 como la primera en que supuestamente se realizó este salto. Lo que parece más increíble es el dato (sin confirmar) de que lo realizara por vez primera en un partido de hockey sobre hielo. Alois Lutz sí que compitió en el campeonato austriaco de patinaje artístico en 1917. A partir de ahí, poco más se sabe de Alois Lutz, salvo que murió de gripe española en los años 20.
De lo que sí tenemos constancia oficial es de las primeras realizaciones de este salto, tanto masculino, como femeninas y por parejas, en competiciones oficiales. Fue el también austriaco Karl Schäfer el primero en realizar un doble Lutz durante un entrenamiento, mientras que la checoslovaca Alena Vrzáňová la primera mujer en completar un doble Lutz, cosa que hizo en el Mundial de 1949. Por su parte, el canadiense Donald Jackson tiene el honor de ser el primer patinador en realizar un triple Lutz en competición, en el Mundial de 1962. Hubo que esperar 16 años hasta que lo hiciera la primera mujer, en su caso la suiza Denise Biellmann en el Europeo de 1978. Hasta 2011 no se logró en competición el primer cuádruple, conseguido por el estadounidense Brandon Mroz. Y así llegamos hasta la actualidad, donde su compatriota Nathan Chen ha sido el primero en realizar dos cuádruples Lutz en competición, algo que ocurrió en el Skate America en noviembre de 2017. En términos olímpicos, Vincent Zhou tiene el honor de ser el primer patinador en realizar un cuádruple Lutz en unos Juegos Olímpicos. Lo hizo en los de Pyeongchang el 17 de febrero de 2018. Finalizamos con un hito muy reciente: el 12 de octubre de 2018 la jovencísima rusa de 14 años Alexandra Trusova se convirtió en la primera mujer en realizar en competición un cuádruple Lutz. En cuanto a las parejas, debido a su dificultad, no es común ver triple Lutz en paralelo, pero sí lo lograron por vez primera los canadienses Meagan Duhamel y Ryan Arnold en el campeonato nacional de 2005. En los Juegos Olímpicos de Sochi la misma Meagan Duhamel, esta vez con Eric Radford como compañero, lo realizó por primera vez en un evento olímpico. Antes, en los Juegos de Vancouver de 2010 los estadounidenses Caydee Denney y Jeremy Barrett fueron los primeros en lograr un triple Lutz lanzado en una competición olímpica.
Después de esta introductoria historia del salto algún lector no iniciado se preguntará ¿pero en qué consiste este dificultoso salto? Su técnica consta de tres fases: preparación, rotación en el aire y aterrizaje. El patinador parte de espaldas, realizando sobre el hielo un amplio arco. Hay que tener en cuenta que este salto requiere del patinador pasar de un patín a otro, es decir, inicia el salto con un pie y aterriza con el opuesto. El patinador ha de conducir su cuerpo en la dirección opuesta al arco que ha patinado. Ello se consigue usando la punta de su patín del pie libre, que clava en el hielo. En dicha punta se encuentra una porción aserrada del patín, lo cual permite cierta estabilidad en la preparación de los saltos. Se trata de un salto multirrotacional y su mayor dificultad quizá resida en que se trata del único salto en el que el patinador parte de una dirección opuesta al aterrizaje. El ejecutante tiene que impulsarse el filo externo, colocando la pierna contraria al aire, de forma recta. Esa pierna libre es la que girará una, dos, tres o cuatro veces, hasta aterrizar en el hielo también con el filo externo del patín, pero del pie contrario al que lo inició.
De entre las muchas dificultades que plantea este salto la principal es caer en lo que se ha denominado un “flutz”, es decir, confundir el Lutz con el flip, salto muy similar. El error en concreto consiste en partir desde el filo interno en lugar del externo. Otros errores comunes en la realización de este salto son que la pierna libre esté demasiado alta (en ocasiones, por encima de la cintura); que no se salte lo suficiente; que la pierna libre no se estire totalmente tras el aterrizaje; caer sobre la punta del patín o que la parte superior del cuerpo del patinador continúe rotando tras el aterrizaje.