JUAN AMAT, PLATA EN MOSCÚ 80 EN HOCKEY: “VIVÍ IN SITU LA MATANZA DE LA PLAZA DE LAS TRES CULTURAS PREVIA A LOS JUEGOS DE MÉXICO 68”

Si nombramos el apellido Amat enseguida vendrá a nuestra cabeza un deporte: el hockey hierba. La familia Amat cuenta con seis miembros olímpicos en este deporte, los cuales han logrado un total de seis medallas olímpicas teniendo en cuenta, además, que al participar en un deporte colectivo sólo se puede ganar una medalla por edición olímpica. De entre todos ellos, Rincón Olímpico tuvo la ocasión de charlar con Juan Amat, cuatro veces olímpico y medallista de plata en Moscú 80. Él nos contó los inicios de la dinastía Amat y su exitosa continuidad con una nueva generación, atreviéndose a afirmar que “la familia Amat es la familia más olímpica en España, si no de Europa. Somos dos generaciones con 22 Juegos Olímpicos. Yo creo que esto requeriría un reconocimiento. El apellido Amat supone una responsabilidad para el que lo lleva. Es un poco una presión porque siempre te exige que haya calidad y buenas maneras”. En cuanto a los orígenes nos cuenta: “Mi padre fundió el club Egara [uno de los principales y destacados clubes de hockey hierba en España]. Eso ya es un peso social. Él no jugó. De niño yo jugaba junto a mis tres hermanos. Todos jugamos en el Egara y todos fuimos olímpicos”.

Juan Amat, nacido en 1946, no faltó a ninguna cita olímpica desde los Juegos de Méjico 68, en los que vivió una experiencia singular e irrepetible: “Viví la “matanza de las Tres Culturas” [matanza al reunirse en la plaza del mismo nombre miles de personas entre estudiantes, obreros, intelectuales y amas de casa. Se dispararon bengalas y el numeroso ejército presente disparó no contra los agresores, sino contra los manifestantes, produciéndose numerosas muertes de civiles]. Yo estuve allí, el 2 de octubre, y vi muchos muertos. Estaba de visita en la Plaza de las Tres Culturas y me tuvieron que sacar del coche soldados con fusil porque había tiros a mansalva. Fue una vivencia brutal. Yo tenía entonces 22 años. Los soldados nos llevaron a un hospicio de estudiantes. El ejército cercó todo el barrio. Tuve suerte de llevar la acreditación olímpica. Luego no nos dejaron salir de la villa olímpica durante dos o tres días. Como faltaban unos diez días para el comienzo de los Juegos pudimos reponernos psicológicamente. Cuando eres joven, pasas página”. Ser olímpico a punto de participar en unos Juegos, pues, le convirtió en testigo de un hecho histórico. Curiosamente, en la siguiente cita olímpica le tocó vivir otro acontecimiento histórico y dramático, intrínsecamente ligado a los Juegos Olímpicos, en este caso la célebre matanza de Múnich 72. Sin embargo, Juan Amat apenas vivió ese momento, pues como nos dijo: “En Múnich no nos dejaron que nos afectara gran cosa el atentado”.

El veterano miembro de la familia Amat guarda buenos recuerdos de todas sus experiencias olímpicas y afirma: “Se organizaban muy buenos Juegos Olímpico en aquella época. En cuanto al juego, desde Montreal jugamos con hierba artificial, en ese sentido eso fue un cambio”. Su momento más memorable, desde el punto de vista deportivo, lo vivió sin duda en sus últimos Juegos, los de Moscú 80, ya que en ellos conseguiría la ansiada medalla olímpica. Si antes reivindicaba a la familia Amat, ahora quiere dar valor a los Juegos disputados en la capital rusa, pese al boicot al que fueron sometidos que, afirma, afectó en menor medida a su deporte: “Fueron unos Juegos un poco complicados por el tema político. A nivel de organización se asemejaron al resto de los Juegos que he vivido. Claro, faltaban algunas naciones y algunas potencias deportivas importantes. Antes de los Juegos no contábamos con ganar medalla, si hemos de ser sinceros. Yo reivindico el torneo que se hizo porque los competidores, que eran algo menos en número, no eran tan fáciles como parecía, ya que luego resultó que la URSS fue campeón de Europa, España tuvo que hacer un desempate más adelante con Polonia para ir a unos Juegos, India había sido hasta entonces siete veces campeona olímpica…Pudo haber alguna potencia más en Moscú, pero nuestro torneo no fue tan sencillo. Con India empatamos en la clasificación y luego en la final perdimos 4-3”.

Imborrable queda el recuerdo de esa final olímpica en la que Juan Amat marcó los tres goles de la selección española. El egarense nos narró cómo vivió la final contra la India: “Éramos conscientes de que India jugaba mejor. Cuando vimos que India nos estaba arrollando, ganándonos por 3-0, sacamos el genio español y empezamos a dar más fuerza e intensidad al partido. Hubo un momento psicológico en el que vi que el equipo contrario se hundía y nosotros estábamos eufóricos, de tal manera que llegué a pensar que podríamos ganar, pero se nos terminó el tiempo. En cualquier caso nuestra plata siempre será una medalla olímpica, sin ningún demérito”.

Juan Amat: historia viviente del olimpismo español y del hockey hierba en particular.