MAAME BINEY, LA NUEVA ESPERANZA ESTADOUNIDENSE EN EL SHORT TRACK QUE LLEGÓ DE ÁFRICA
No será la primera participante en unos Juegos Olímpicos de Invierno del Team USA nacida en África –el biatleta nacido en Madagascar Dan Westover compitió en Nagano 98-, pero sí la primera con grandes posibilidades de éxito. Bueno, eso si logra pasar el escollo de sus trials nacionales para clasificarme a los Juegos de Pyeongchang en short track aunque, salvo catástrofe o lesión, todo indica que Maame Biney, la jovencísima patinadora de 17 años nacida en Ghana, bronce en el Mundial junior y ganadora de una prueba de la Copa del Mundo compitiendo contra patinadoras diez años mayor que ella, será de la partida en febrero en los Juegos a celebrar en la ciudad surcoreana.
Maame es una patinadora de velocidad en pista corta casual pero con dotes innatas. Huelga decir que en su infancia nunca vio una pista de hielo ni nada que se lo pareciera en su país natal. Se mudó muy pequeña a Estados Unidos, donde trabajaba su padre. La pequeña Maame no quería salir de su país, pero tras una primera visita a un centro comercial cambió de opinión. Un buen día, conduciendo por la carretera, el padre de Maame vio un cartel que decía “Aprende a patinar este otoño”. Se lo propuso a su hija, convirtiéndose en el principio de una carrera que va en ascenso. La joven ni siquiera tenía idea de qué deporte se trataba cuando se lo mencionó su padre, pero en cuanto hizo la primera prueba los entrenadores que la vieron percibieron en ella cualidades naturales para patinar.
Empezó con el patinaje artístico, pero enseguida todos apreciaron que su velocidad sobre el hielo era demasiada. Por entonces tenía solo seis años. El deporte es algo que decididamente se le da bien, porque ha participado igualmente en competiciones de taekwondo hasta hace relativamente poco. Ya centrada en el patinaje de velocidad de short track Biney entrena en Salt Lake City con el resto del equipo olímpico de Estados Unidos.
Maame Biney es una patinadora concienzuda y alegre. No en vano su lema es “Ríete hasta que no puedas más” y es conocida entre sus compañeros de instituto por tener siempre una sonrisa. Instituto, por cierto, que se negó a abandonar pese a sugerírsele para centrarse más en su preparación olímpica. La patinadora consiguió no perder el curso académico gracias a clases online, aunque sí que es consciente de estar perdiendo sus años de adolescencia, sin vida social, concentrada en el patinaje y la cita olímpica.
Sus entrenadores la destacan de entre todas por sus habilidades naturales y su carácter luchador. Por si éstas fueran pocas cualidades, Maame goza de un gran espíritu de compañerismo, pues siempre aporta entusiasmo en el equipo.
¿Será esta jovencita nacida en África la nueva estrella de su invernal deporte? Pronto podremos comprobarlo en la cita de Pyeongchang 2018.