EL JEQUE DE QATAR ALI AL THANI: “CLASIFICARSE PARA RÍO 2016 YA FUE UN SUEÑO”
El olímpico al que dedicamos hoy este artículo es atípico a todos los tratados hasta ahora. Para empezar, es un jeque. Pero eso no le convierte en alguien alejado del resto de nosotros, vulgares mortales. De hecho he tenido la oportunidad de coincidir con él en varios campeonatos y siempre ha estado disponible y solícito a todas las demandas en cuanto a entrevistas y fotos se refiere. Le gusta ver a sus contrincantes mezclado en las gradas de público. Puede que tenga que ver que lleva casi toda su vida viviendo en Europa, alejado de su país de origen, Qatar.
Ali Al Thani empezó a montar a caballo desde niño “al comienzo por pura diversión hasta que en 1999 paré durante cinco años por estudios, durante los cuales no monté en absoluto a ningún caballo, así que para mí mi comienzo real en este deporte fue en 2004. Empecé en serio en Bélgica, donde estuve siete años. Luego me mudé a Alemania un par de años, estando los últimos cuatro años en Holanda, donde vivo y entreno ahora”. Tras más de una década plenamente dedicado al deporte de la hípica -en la modalidad de saltos- a Al Thani le llegó con los Juegos de Río su mejor momento deportivo, hasta ahora. Pero para llegar hasta Río Qatar tuvo que pasar una exigente clasificación que se puede considerar casi más dura que los propios Juegos: “La clasificación fue muy difícil. Había dieciocho equipos en nuestra zona de los cuales sólo podría llegar a Río uno. Así que te lo jugabas todo en un día, en el que tenías que ganar. Eso era todo. Pero nosotros realizamos una buena planificación para la clasificación, para ese día. Ganamos con facilidad, lejos del equipo que quedó en segundo lugar”. Ello supuso el debut en unos Juegos Olímpicos para Qatar en la disciplinas de saltos de hípica, algo por lo que Al Thani luchó “mucho”, según nos confesó, para que su país estuviera.
Los resultados, aun sin subir al podio, fueron de lo más satisfactorio para el equipo asiático: “Nuestro equipo se compone de jinetes jóvenes. Lo hicieron muy bien en Río, quedándose realmente cerca de las finales por equipos, a solo un punto. El mayor tiempo empleado fue lo que nos impidió llegar a la final”. En la competición individual, por otra parte, es en lo que más brilló Al Thani: “Colocamos a tres jinetes en la final. Yo acabé sexto y me clasifiqué para el desempate por las medallas, en el que estuvimos seis jinetes, así que me quedé cerca de alcanzar una medalla. Puedo decir que Río supuso todo un éxito para nosotros”.
No debe sorprendernos tanto el éxito del deporte ecuestre qatarí en Río 2016, ya que la base está en los propios caballos, siendo los jinetes el punto más débil: “En mi país amamos los caballos. Tenemos también mucho apoyo por parte estatal. Necesitamos de ese apoyo, pero sobre todo necesitamos de buenos jinetes, algo que es más difícil para un país pequeño como el nuestro. Es difícil encontrar a suficientes jinetes para componer un equipo en condiciones”. Los caballos con los que compiten son naturales de su país, cedidos por el Gobierno. Los jinetes, por su parte, viven en Europa “ahora mismo somos cuatro jinetes entrenando en Holanda”, nos confiesa. Al Thani se siente como un auténtico profesional “competimos cada semana”, por lo que no sintió gran presión en Río, a pesar de suponer su primera Olimpiada: “mi caballo era bueno, mi equipo, confiaba mucho en mi entrenador. Todo ello junto me ayudaba a estar más confiado. Sabía que podía conseguirlo”. Quizás el peor momento lo pasaron los qataríes en la clasificación olímpica: “Ya fue un sueño clasificarse para Río porque fue muy difícil hacerlo. Desde que nos clasificamos sabíamos que podíamos hacer algo bueno en Río”.
El jinete de Qatar llegó a ver más que posible irse de Río con una medalla al cuello: “Mi entrenador me dijo que si en la final no tiraba ningún obstáculo ni obtenía penalización por tiempo alcanzaría la medalla. Lo logré, pero lo conseguimos seis jinetes, así que hubo de realizarse un desempate, algo que ocurrió en Río entre tantos jinetes por primera vez. Tampoco tuve mucha suerte en el desempate con el sorteo en la posición para salir porque salí el tercero, con lo cual al no saber qué harían los jinetes que salían detrás de mí tuve que arriesgarme e ir rápido. Cuando vas deprisa es difícil y además mi caballo no es particularmente veloz, así que cometí un error. Aunque era nuestra primera experiencia olímpica estábamos luchando realmente por una medalla. Teníamos buenos jinetes y caballos, buen entrenador y sistema; estábamos muy centrados”. Y, sin perder ese optimismo que le caracteriza, unido al trabajo duro y constante Al Thani tiene las cosas claras: “Mi próximo objetivo es una medalla en Tokio. Seguro”.