BRUNO HORTELANO: “SUEÑO YA CON TOKIO 2020”

En Bruno Hortelano se ha producido un fenómeno curioso: no ha regresado de sus primeros Juegos Olímpicos con medalla, ni tan siquiera ha sido finalista, pero ha tenido a todo un país ilusionado antes de Río y, lo que es aún más difícil: una vez acabada su participación no ha recibido ni una sola recriminación por no haber podido ofrecer una medalla con la que ya casi soñaban sus compatriotas. De él se espera mucho, pero más adelante. Todos siguen confiando en él como cuando sus brillantes actuaciones en el Europeo de atletismo justo antes de la cita olímpica hicieron que los españoles se preguntaran si no había llegado el momento de este joven velocista.

Podría haber sentido presión una vez en Río, pero no fue así, según confesó en una entrevista a Rincón Olímpico: “No me sentí presionado para nada [en Río 2016]. De hecho, más bien al revés. A mí me motiva mucho, es una adrenalina especial que a mí no me corta, sino que me eleva a otro estado. Claramente me empuja, Hasta ahora quien me ha apoyado ha sido mis amigos, mi familia, mi entorno cercano y ahora con un país entero empujándome yo creo que puedo hacer cosas que antes no podía hacer”.

Hortelano quiso y no pudo participar en los Juegos de Londres, lo que ha hecho que los Juegos de Río “fueron impresionantes. Para mí algo muy, muy especial. Yo quise estar en Londres y lo intenté. Di todo lo que tenía y no lo conseguí. Por eso estos Juegos de Río han sido muy, muy especiales para mí. Son la realización de un sueño de mi infancia que en sí existe en mi mente como un trabajo hecho y completo y ahora creo que empieza uno nuevo, una nueva etapa”. Esa nueva e ilusionante etapa, en la que tiene cabida el sueño olímpico de Tokio –“Sueño ya en Tokio, sí. Queda mucho tiempo y no es algo que se pueda ir viviendo con pasión todos los días, porque luego te cansas, pero sí con constancia. Me gustaría ser medallista allí”-, se vio algo truncada poco después de su regreso de Río, cuando sufrió un accidente automovilístico que le destrozó una mano pero que parece que le ha dado alas para continuar superándose. Parece que la palabra superación es su actual leit motiv: “Lo que pienso es que si voy a volver, con las dificultades que he tenido, solo quiero volver si puedo seguir trabajando a más, no me quiero quedar corto. Yo creo en mí mismo, en lo que puedo conseguir y creo que puedo hacer un trabajo que se requiere para llegar ahí. Quiero superar mis marcas del pasado y mejorar mi estado de forma anterior. El accidente me ha dado una motivación extra, una motivación más para centrarme en Tokio 2020 y tomármelo muy en serio”.

Si superación es la palabra que define al Bruno Hortelano tras el accidente, seriedad es la que siempre le ha caracterizado. Seriedad y profesionalidad como atleta que le alejaron de las luces de la vida en la villa olímpica, esas que pueden deslumbrar fácilmente a un joven debutante olímpico: “Yo vi mucho de eso en Río. A muchos atletas que iban un poco para disfrutar de la fiesta y la ceremonia. Si yo hubiese ido a Londres, yo hubiese sido ese atleta también. Pero esta vez ha sido distinto: le he tenido más respeto a los Juegos y a lo que significa estar. Yo no fui de fiesta, yo fui concentrado. Ya desde el primer momento sabía exactamente lo que iba a hacer. Estaba encerrado en mi cuarto cuando todos estaban por la villa o en los eventos que había. Yo me quedaba concentrado”.

Cuando se le escucha hablar, parece que se está frente a un tranquilo, sosegado y experimentado atleta que ya ha pasado por todo. Respira positivismo, pese al revés de su accidente. Tan optimista, que transmite y contagia seguridad en sí mismo y en su recuperación. Seguridad es la otra S de su credo. Este es su análisis sobre su actuación en Río: “Me vi muy bien, en el estado de forma de mi vida. Hice marca personal dos veces. En ese sentido, nunca en mi vida he estado tan bien. Aun así creo que me quedé corto de lo que podría haber conseguido y creo que es debido a falta de experiencia corriendo en esas marcas, porque “me forzaron” a hacer marca personal tanto en la primera ronda como en la segunda y eso cuesta, es un estrés al cuerpo que otros, que ya han corrido en esas marcas otros años, su cuerpo ya lo ha asimilado. Yo creo que ahora, con la experiencia de Río, yo lo he asimilado, y mi futuro pinta mejor”. Seguro también en la decisión de centrarse solo en una carrera para la cita olímpica, pese a que él corra a gran nivel los 100, los 200 y hasta el 400, distancia ésta que ya ha estado preparando. A Río se presentó únicamente, sin embargo, en la de 200 y confirma la decisión tomada: “Centrarme solo en una carrera en Río fue la decisión correcta. Fue algo que pensé mucho con mi entrenador. Entre los dos tomamos la decisión. Yo quería darlo todo y fue la mejor manera de manifestar mi sueño”. Ello le lleva a la siguiente  afirmación, donde de nuevo muestra su seguridad: “Salí totalmente satisfecho de todo. Francamente, lo di todo. Aunque me hubiese gustado estar en la final, en ese momento, dándolo todo no entraba, evidentemente”.¿O puede que no saliera satisfecho del todo? Le falló la foto con su ídolo dentro de la velocidad: Ato Boldon, al que vio en Río entrenar pero no pudo retratarse con él porque se le escapó, tras la espera. Una única concesión a la decepción en un Bruno Hortelano que desprende fe en sí mismo. Veremos si en Tokio 2020 se cumplen sus deseos y los de todo un país, esperanzado por una vez en una prueba atlética de velocidad, que no es moco de pavo.