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GABRIELA DABROWSKI: LA TENISTA QUE GANÓ UNA MEDALLA OLÍMPICA CON CÁNCER

Como en todas las ediciones olímpicas, los Juegos de París celebrados en 2024 dieron pie para varias historias poco comunes. La que contamos aquí se dio a conocer pasados unos meses y la protagonizó una medallista olímpica en tenis.

La canadiense de origen polaco Gabriela Dabrowski, bronce en dobles mixtos junto a Felix Auger-Aliassime, esperó hasta pasados un tiempo (concretamente en diciembre de 2024) para hacer público que compitió padeciendo cáncer de mama. Ella misma ofreció un amplio relato de cómo sucedieron las cosas. La primera sospecha de que algo ocurría surgió en la primavera de 2023, cuando sintió un bulto. Pasaron meses hasta que un médico le aseguró que no se trataba de nada preocupante. Justo un año después, pocos meses antes de tener lugar la cita olímpica, Gabriela notó que el bulto se había agrandado y, asesorada por una doctora del circuito tenístico femenino, pasó a hacerse exámenes. A la mamografía siguió una ecografía para pasar a una biopsia que certificó que se trataba de un cáncer.

Foto de Robert Prange/Getty

Lo más curioso del caso es que, pese a que la tenista hubo de someterse a dos operaciones y a un posterior y obligado proceso de recuperación prácticamente no dejó de competir. Sí que realizó una pequeña pausa de apenas unas semanas, sin desvelar la auténtica causa de la misma. Pero Gabriela no quería perderse dos grandes citas del tenis: el torneo de Wimbledon y los Juegos Olímpicos. Porque estamos hablando de una destacada tenista en la modalidad de dobles, que ha llegado a ganar 17 títulos. Sin ir más lejos, venía de ganar el último Grand Slam de 2023, el US Open, eso en cuanto a dobles femeninos porque en dobles mixtos ya se había hecho con dos Grand Slams, además hay que añadir que ganó ese prolífico año 2023 la Billie Jean King Cup.

Gabriela Dabrowski volvió a las pistas y lo hizo a lo grande: siendo finalista del torneo de Wimbledon que tanto empeño puso en disputar y alzándose al número 3 del ránking mundial el 15 de julio de 2024, el puesto más alto que nunca antes había alcanzado. A ello le siguió una gran actuación en los Juegos Olímpicos de París de donde se marchó con una medalla colgada al cuello. Además en ese tiempo de su regreso a las pistas haciendo una pausa en su tratamiento se proclamó campeona en el torneo 250 de Nottingham y fue finalista en el 1000 de Toronto y en el 250 de Eastbourne. Finalmente, a finales de año se proclamó campeona en las Finales de 2024 en dobles femeninos.

Foto de Darren Calabrese/COC

Es cierto que corrió un riesgo aplazando parte de su tratamiento, algo que ella denominó “un ligero retraso en el tratamiento adicional”, aunque volvió a recibir radioterapia a finales de agosto antes de disputar el Abierto de Estados Unidos, donde llegó a cuartos de final.

A Dabrowski le salió bien la jugada de retrasar en cierta manera su tratamiento antes de Wimbledon y los Juegos Olímpicos, puesto que consiguió una valiosa medalla en ellos. En sus redes sociales llegó a publicar esta lapidaria frase: “Es un privilegio poder llamarme superviviente”. Si silenció su situación durante meses fue porque quería llevar el asunto de forma privada y no exponerse a preguntas. Una vez que ha dado a conocer su historia, que le ha cambiado -como suele ocurrir en estos casos– su percepción de la vida, del poco control que tenemos sobre ella, subrayando la importancia del cuidado mental, físico y espiritual, ha confesado sentirse una privilegiada por poder contar su historia y nos ha dejado otra frase palmaria: “Al cáncer le digo que se joda, pero también gracias”.

Foto de Clive Brunskill/Getty Images

Un comentario

  • Virginia Bernardi Garrido

    Hay que tenerlo muy claro para hacer lo que hizo, cada persona es un mundo pero si le hubiese salido mal estaríamos lamentando una pérdida.

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