GABRIELA SZABO: «EN ATLANTA 96 FUE DECEPCIONANTE MI ACTUACIÓN PERO EN SÍDNEY 2000 ME SENTÍA CON MÁS CONFIANZA»
Los ecos de los triunfos de Gabriela Szabo aún resuenan. Esta mediofondista rumana sin duda supuso una enorme rival para las atletas de su época. Ha experimentado pisar todos los cajones del podio olímpico al ser bronce en 1500 metros en Sídney 2000, plata en esa misma distancia en Atlanta 96 y finalmente oro en los 5000 en Sídney 2000. Coleccionista de medallas de oro en esas distancias y en los 3000 en pista cubierta (su distancia favorita, por cierto, según nos confesó, “pese a no ser olímpica”), tras su retirada ha seguido vinculada al deporte.
La entrevistamos empezando a pedirle que nos cuente sus comienzos: “Cuando era niña fue seleccionada en gimnasia porque en mi país la gimnasia era un deporte extremadamente importante, no solo por Nadia, sino porque estaba muy desarrollado. Pero un día, estando en la escuela, mi profesor me invitó a competir en una prueba de cross y me preguntó si querría correr y le dije que por supuesto. Después de esa carrera fui seleccionada para entrar en el grupo de atletismo y así empezó mi camino en este deporte”. En el seno de su familia vivió un contraste de pareceres sobre su dedicación al deporte: “Mi padre me apoyó y a mí me encantó adentrarme en este deporte, que considero es uno de los más duros, especialmente las distancias medias en que tienes que estar concentrada todo el tiempo, pero que me ha dado muchas satisfacciones”. No fue de igual forma el recibimiento de su madre a la idea de que se dedicara al deporte: “A mi madre no le gustó en absoluto que me dedicara al deporte. Le disgustó mucho, el que tuviera que salir a correr cada día, el que saliera mucho a competir afuera, pero luego, cuando volvía de las competiciones, estaba orgullosa”.
En sus primeros Juegos Olímpicos, los de Atlanta 96, ya estaba considerada la favorita para el oro, al menos en la distancia de 5000 m, pero las cosas no fueron como ella misma había pensando a priori: “En Atlanta 96 creo que mi problema fue que teníamos otras condiciones, estábamos en otro continente, el clima, la humedad. Sufrí un shock al llegar a Atlanta. Eran mis primeros Juegos Olímpicos. Incluso fue un shock estar en la villa olímpica con miles de deportistas de muchas diferentes disciplinas. No sé, había un ambiente muy raro dentro y sólo tenía 20 años”. Ella misma reconoce que “desde luego que fue muy decepcionante mi actuación, porque era la favorita número 1 para el oro en los 5.000 metros y ni siquiera me clasifiqué para la final, lo cual fue un gran shock. Pero me levanté rápidamente para no centrarme en lo que había ocurrido en esa carrera y concentrarme en la de 1.500 y allí fui plata, gracias a que mi fortaleza mental fue grande”.
Muy distinta fue su experiencia en la siguiente cita olímpica: “Los Juegos de Sídney, por el contrario, fueron una experiencia maravillosa para mí. Por la experiencia que adquirí en Atlanta y que me centrara pensando únicamente en los Juegos de Sídney. Fueron mi sueño. Adquirí mucha experiencia esos cuatro años entre medias, las medallas que fui ganando… En Sídney me sentía con más confianza”.
Una vez retirada Gabriela siguió otra carrera, muy distinta, y en la que nos confiesa, le costó adaptarse: “Cuando me retiré estuve trabajando para diferentes organismos internacionales de atletismo y después de eso me nombraron ministra de Deportes de Rumanía. Fue una responsabilidad enorme y para mí, que no era política, me resultó difícil entender la mente política, cómo trabaja, la diplomacia, etcétera. Me llevó un tiempo la adaptación”.
Szabo es realmente muy popular en su país, Rumanía, pese a los años pasados desde su retirada. Consciente de ello, nos cuenta: “Tener la popularidad que tengo en mi país no lo veo como una presión, pero sí como una responsabilidad, incluso hoy en día. Somos un modelo para las nuevas generaciones y tenemos que continuar siendo un buen ejemplo para ellos”.
Un comentario
Virginia Bernardi Garrido
Es muy grande¡