IRIS TIÓ: «NOS ESTAMOS ADAPTANDO TODAS A LOS NUEVOS MÉTODOS DE ANDREA FUENTES MUY POSITIVAMENTE»
La natación artística española, prolija en medallas olímpicas durante años, pasó una especie de travesía del desierto desde que Ona Carbonell y Andrea Fuentes consiguieran la plata en dúos y el equipo el bronce en los Juegos de Londres 2012. Desde entonces, nada para las arcas españolas, hasta que en París 2024 volvieran las españolas a colgarse una presea, en este caso el bronce por equipos. Además, fue en esta edición olímpica cuando esa modalidad experimentó un gran cambio, al sumar no solo dos notas -las conseguidas en los ejercicios técnico y libre- sino tres, añadiendo la nueva de acrobacias. Así, el total de tres notas dio como resultado un podio al que las españolas pudieron subirse.
Charlamos con Iris Tió, componente de ese equipo y una de las dos nadadoras que compusieron el dúo, éste sin medalla. La barcelonesa, que ya fue olímpica en Tokio 2020, nos reconoció que “la experiencia que viví en París fue un sueño hecho realidad. Sí que en Tokio pude vivir unos Juegos Olímpicos pero en París fue muy diferente, con todo el público, y al final poder demostrar todo lo que hemos trabajado y ganar una medalla es la máxima satisfacción”.
Como decimos, la competición por equipos varió en París 2024, alargándose en tres duras jornadas que nos relata Iris: “El equipo empezó con mucha energía. El primer día estábamos muy nerviosas y emocionadas; el segundo día lo tomamos con más calma y con cabeza y la última jornada fue con cabeza pero también con mucho corazón y pensando que había que cerrarlo bien al ser la última jornada”.
Por otra parte, la prueba acrobática no ha sido la única novedad destacada de este ciclo olímpico, sino que ha supuesto toda una revolución en cuanto al sistema de puntuación. En poco tiempo las nadadoras se han tenido que adaptar a un sistema que les podía provocar con mayor facilidad de lo que que podamos pensar una seria bajada de la puntuación con el nuevo método de las llamadas “base marks”. Explicado someramente viene a suponer que si tan solo una de las nadadoras no realiza lo previamente previsto en el programa y entregado a los jueces por medio de una tarjeta de dificultad, ese elemento en cuestión no contará y sus puntos no subirán y sólo se tendrá en cuenta la marca base (base mark) que viene a ser muy baja. Esto ha provocado desde que se implantó que equipos, dúos y nadadoras/es potentes hayan visto de repente bajada su puntuación y, por tanto, un descalabro en la clasificación. También ha provocado que haya una homogeneización de las notas y una matemática aplicada a las puntuaciones. Más nervios esperando revisiones, más emoción, más resultados impredecibles y más acceso de países no considerados entre los grandes a puestos en el podio.
Así ocurrió por ejemplo en los Juegos de París, en que el dúo británico compuesto por Kate Shortman e Isabelle Thorpe se hicieran ni más ni menos que con la plata, siendo incluso primeras en el programa libre. Obligado, pues, preguntar a Iris Tió sobre el temor del equipo español a recibir base marks: “Es cierto que teníamos temor y mucha presión por cometer fallos en las base marks. Al final hasta que no lo has hecho y sale todo perfecto no te quedas tranquila. Había que hacerlo y había que hacerlo bien, pero como entrenamos mucho creo que lo podíamos hacer muy bien”.
En cuanto al dúo, no les fue tan bien a las españolas como en la competición por equipos. Iris nos expone dos posibles razones: “Esa competición fue detrás de toda la competición por equipos, que físicamente era muy dura, pero creo que también lo luchamos muy bien y nos quedamos contentas porque al final hicimos nuestra mejor versión y realmente nos quedamos bastante cerca con otros dúos. Había mucha competencia y mucho nivel en los dúos femeninos. Hay gemelas que sólo hacen dúos todo el año [cuatro pares de gemelas quedaron por delante de las españolas]. Nosotras como dúo estamos muy contentas de cómo terminamos la competición”.
En ocasiones ganar una medalla en unos Juegos Olímpicos puede llegar a causar una presión añadida al deportista. Iris no lo ve así: “Ahora más que presión sentimos ilusión. No es que [la medalla] nos dé más tranquilidad, pero sí motivación y un poco más de confianza en el equipo”.
Finalizado este ciclo olímpico la natación artística española vive un gran cambio motivado por el cambio de seleccionadora. Andrea Fuentes, una de las deportistas españolas con más medallas olímpicas (4) y numerosos éxitos como entrenadora de la selección de Estados Unidos, a la que logró aupar al segundo cajón de los Juegos de París en la competición por equipos, es la nueva seleccionadora. Iris se muestra muy contenta con ella, pese a que tendrá que vivir un obligado periodo de adaptación: “Ha habido muchos cambios con Andrea Fuentes. Es totalmente muy diferente. Nos estamos adaptando todas a este nuevo cambio muy positivamente. Tenemos muy buena conexión con ella, podemos hablar de todo y es muy positiva y nos lo transmite. Realmente estamos muy contentas trabajando ya y bien. Este nuevo método me está gustando mucho. Todavía tengo que adaptarme del todo, pero de momento me está gustando mucho”.
Se da la circunstancia de que tanto su actual seleccionadora como la anterior no han dejado de piropear a Iris. Cuando contaba tan solo 16 años Andrea Fuentes dijo de ella que era “la bomba”, mientras que Mayu Fujiki, la previa, vio en Iris una mezcla de Ona Carbonell, de Gemma Mengual y de la propia Andrea Fuentes. Iris se sonríe ante tales afirmaciones pero contesta: “Yo me veo como Iris Tió. Es un piropo muy grande porque las admiro muchísimo y ahora tener a Andrea Fuentes de entrenadora, que es mi ídolo, aún no lo he asumido”.
Se prevé que sigan los éxitos en la natación artística española en esta nueva etapa en la que Iris Tió seguirá siendo una pieza y baza fundamentales.
Un comentario
Virginia
Mucha suerte para unas grandes campeonas!.