ISABELLE BRASSEUR: LA MEDALLISTA OLÍMPICA A PUNTO DE MORIR AL DAR A LUZ AL SER IGNORADA SU ENFERMEDAD CARDÍACA POR LOS MÉDICOS

Lo que vivió la patinadora canadiense doble medallista olímpica Isabelle Brasseur tiene que hacernos reflexionar a todos. Pese a llevar años siendo una deportista de élite padecía un grave problema de salud al que los médicos no dieron importancia, lo que llegó a poner en serio peligro su vida.

Tanto el padre como la madre de Brasseur habían fallecido por una enfermedad cardíaca y un accidente cerebrovascular respectivamente, lo que podría levantar ya ciertas alarmas. Pero ella, llevando ya años de fuerte actividad deportiva como patinadora artística de parejas, pensó que no podría afectarle. Lo que ignoró durante mucho tiempo fue que padecía una cardiopatía congénita la cual podía llegar a provocar que su latido cardíaco se detenga en un momento de estrés extremo. Y eso llegó a suceder momentos antes de dar a luz a su hija. En ese instante su corazón dejó de latir durante 31 segundos que se hicieron larguísimos. Afortunadamente los médicos salvaron las vidas de madre e hija.

Un tiempo antes Isabelle ya había captado varias “señales”. Siendo joven a veces perdía el conocimiento pero, debido al fuerte ritmo de sus entrenamientos, los médicos creían que se trataba de hipoglucemia. Es por ello que Isabelle siempre tenía a mano algo dulce. Hasta que llegó un día, mientras estaba realizando una gira por Estados Unidos junto a su marido Rocky Marval (también patinador olímpico compitiendo por Estados Unidos, su país), en que un determinado día se desmayó para empezar a convulsionar, pero los médicos que la trataron se pensaron que era epilepsia. En visitas posteriores a los médicos éstos afirmaban que Isabelle estaba sana, es decir, durante demasiado tiempo fue ignorada sobre posibles problemas graves de su salud, como en efecto acabó demostrándose que padecía.

Desde que finalmente le fue descubierta su enfermedad cardíaca Isabelle no solo se trata y cuida como se debe -evitando estrés, situaciones de impacto en el corazón por ejemplo evitando escuchar historias horribles, aprendiendo a controlar los latidos de su corazón, etc.-, sino que se ha convertido en una especie de portavoz sobre la prevención de las enfermedades del corazón, especialmente en mujeres. Recomienda acudir al médico al más mínimo síntoma y “escuchar a nuestro cuerpo y sus señales”. Además ayuda a la investigación de forma directa a través de la fundación Heart & Stroke.

Pero vayamos al aspecto deportivo y la trayectoria olímpica de Isabelle Brasseur, pues no hay que dejarla en absoluto de lado. Ganó dos bronces olímpicos en la modalidad de parejas en los Juegos de Albertville 92 y de Lillehammer 96 junto a Lloyd Eisler. Eso, pese a que cuando empezaron a formar pareja, en 1987, ella no hablaba inglés y él muy poco francés (Isabelle es de la zona francófona de Canadá). Les separaban además muchos centímetros de altura, lo que es ideal en su categoría, aprovechando esa diferencia para realizar elevaciones y giros de gran dificultad. Apenas un año después de unirse participaron en sus primeros Juegos, los de Calgary 88.

En los siguientes de Albertville lo cierto es que fallaron en la parte técnica por lo que estuvieron a punto de no poder alcanzar el podio al que finalmente sí se subieron. A partir de la siguiente temporada decidieron centrarse en la presentación y parte artística de sus programas. Acudieron a los Juegos de 1994 siendo los entonces vigentes campeones mundiales pero, pese a ello, no acudieron a Lillehammer como favoritos puesto que el reglamento había cambiado permitiendo la participación de patinadores profesionales. Así, los rusos Ekaterina Gordeeva y Serguei Grinkov, así como la pareja formada por Natalia Mishkutionok y Artur Dmitriev acudieron a la cita olímpica con más posibilidades, a priori, de convertirse en campeones olímpicos. Y así fue, los primeros citados consiguieron el oro mientras que sus compatriotas se hicieron con la plata. Brasseur & Eisler completaron dos programas limpios pero la competencia era demasiado fuerte y “sólo” pudieron ganar el bronce.

Incluso durante los años en que Brasseur y Eisler aún patinaban juntos formaron una compañía que, además de organizar eventos de patinaje por todo Canadá, tenía como principal objetivo llamar la atención y conseguir fondos para la fundación Children’s Wish de Canadá. Con ese fin la pareja ha producido más de 25 espectáculos y ha recaudado más de 250.000 dólares que se dedicaron a cumplir los deseos de niños que padecían enfermedades incurables.

Un problema serio de salud, afortunadamente controlado, ha causado que esta medallista olímpica impulsara una lucha para dar a conocer ese mismo problema a la sociedad y convencer de la necesidad de intentar atajarlo en otras personas a través de revisiones médicas que, queremos pensar, al fin y a la postre han ayudado a salvar vidas.