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RECOMPENSAS INSÓLITAS A MEDALLISTAS OLÍMPICOS

De todos es conocido que cada Comité Olímpico Nacional ofrece un dinero extra a sus medallistas olímpicos, variando dicho premio mucho de un país a otro. Uno de los pocos que no ofrece ninguna recompensa es curiosamente una de las potencias olímpicas y que más medallas suele llevarse en los Juegos: Gran Bretaña. Tampoco lo hacen Suecia, Noruega ni Nueva Zelanda. Pero en esta ocasión no hablaremos de premios en metálico sino “en especie”, recompensas cuanto menos curiosas que se llevan los medallistas olímpicos de todo el orbe. Estas han sido algunas de ellas que mostraremos no por países sino por similitud de premios:

-Bastante extendido está premiar a sus medallistas olímpicos con vuelos gratis. Es algo que realizan Singapur -su nadador Joseph Schooling ganó viajes para él y a su familia durante un año que él decidió compartir con un nadador paralímpico y un masajista ciego-. Mismo premio se da en India; así, el jabalinista Neeraj Chopra  los recibió, así como un SUV. En ambos casos los premios fueron entregados por empresas privadas. Sí que intervino el Comité Olímpico Nacional -en este caso el colombiano-, junto a la compañía aérea de bandera Avianca, entregando millas a los medallistas: 100.000 para los que consiguieran el oro, 50.000 la plata y 30.000 el bronce. En el caso de los Juegos de París Colombia se llevó tres platas y un bronce, así que hagan las cuentas.

Joseph Schooling

-Otro tipo de viajes ilimitados ofrece Hong Kong en forma de abonos de Metro de por vida. A esto hay que sumar abonos indefinidos a todos sus deportistas olímpicos por parte de una cadena de gimnasios.

-Es asimismo bastante habitual recompensar mediante la entrega de tierras o pisos. Así lo hacen en Polonia (en forma de piso), Irak (parcela de tierra acompañado de un pago mensual equivalente a 300 dólares y un pago único de 7.200 dólares), Indonesia (una parcela y una vivienda), Filipinas (Hidilyn Díaz obtuvo dos propiedades por parte del Gobierno y de fuentes privadas) o Malasia (un apartamento).

-Y llegamos al apartado de los “regalos excéntricos”. No es inhabitual que los olímpicos que pertenezcan a fuerzas militares reciban un ascenso en caso de conseguir medalla, ocurre en diversos países, pero que una medalla exima del servicio militar ya es más raro. Sucede en Corea del Sur, en la que es obligatorio para todos los hombres durante 18 meses, lo que corta en demasía sus carreras deportivas. Más sorprendente es el premio que las autoridades mejicanas ofrecen a sus medallistas: dinero procedente de fondos confiscados a un político por blanqueo de capitales. Otro premio de lo más insólito se otorga en Malasia es realizado por una empresa de reparto que ofreció entregas gratis al primer deportista de ese país que obtuviera una medalla de oro en París. La empresa se ahorró el coste, puesto que ningún representante malayo se llevó oro alguno en esa cita olímpica. Indonesia ofreció cinco vacas y tres kilos de oro. Hablando de oro, Polonia premió con un diamante a todos los campeones olímpicos de pruebas individuales. A ello hay que sumar un cuadro, 60.000 euros, un apartamento y un bono de vacaciones.

Carlos Yulo en París 2024

-A nivel individual podemos destacar los premios recibidos por tres deportistas. El filipino Carlos Yulo, héroe en su país tras conquistar en París dos preseas de oro, recibió, además de una compensación económica y un piso amueblado cosas que nos parecen hasta surrealistas, como colonoscopias; macarrones con queso; pollo a la parrilla y ramen de por vida; fundas para teléfonos de por vida; una sesión fotográfica de bodas y créditos universitarios. Intuimos que gran parte de los regalos le han sido ofrecidos por firmas privadas.

Otro curioso caso es el del tirador guatemalteco Jean Pierre Bol, bronce en foso olímpico. Ha recibido, a saber: kit de protección solar; huevos por un año; una impresora; un año de entradas a un parque nacional; un año de chicharrones y carnitas; viajes varios; una nevera; tarjeta de regalo en una clínica de belleza y la Golden Card de McDonald’s que no sabíamos ni que existía ni sabemos a qué le da derecho. Su compatriota y colega (pues es también tiradora) Adriana Ruano se lleva más cosas, puesto que su medalla fue de oro. Atención a los regalos que le han entregado: un año de pollo campero; tres años de pizza Domino’s; todos los accesorios que desee de una tienda de ropa; un año de una marca de yogur; todas las cerraduras para su casa y un grifo para su cocina; gafas; dos años de sushi; diseño de cejas; un año de limpieza y blanqueamiento de dientes; un año de gasolina y más regalos que harían esta lista aún más larga. En definitiva, se le presenta a Adriana un año para aprovecharse de todas las prebendas ofrecidas.

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