LAS POLÉMICAS DE PARÍS 2024
-Ya lo anunciábamos en la entrada dedicada a los problemas que acechaban a los Juegos de París antes del inicio de los Juegos: la calidad de las aguas del Sena despertaba muchas dudas, demasiadas. El que lloviera sin cesar los primeros días de los Juegos no ayudó en absoluto, antes al contrario. Ello provocó la cancelación en días sucesivos de los entrenamientos de los triatletas e incluso del aplazamiento en un día de la prueba individual masculina. Aun con todo, se celebraron las pruebas tanto de triatlón como de natación en aguas abiertas, no sin contar con serias críticas de los participantes llegando algunos a quedar afectados con sucesivos vómitos e incluso más de una hospitalización por virus. El equipo belga en conjunto se negó a participar por la enfermedad causada en una de sus participantes. Misteriosamente dejaron de hacerse públicos los análisis de las aguas, todo para que las pruebas tuvieran lugar sí o sí.
-De lo más insólito fue la primera polémica creada, antes incluso del inicio oficial de los Juegos. Las campeonas olímpicas de fútbol y grandes favoritas, las canadienses, hicieron volar un dron espía para observar el entrenamiento de las neozelandesas, sus primeras rivales. Éstas lo localizaron y se descubrió que dos componentes del cuerpo técnico canadiense habían sido los responsables. Fueron inmediatamente expulsados. La seleccionadora nacional afirmó no saber nada del asunto pero, avergonzada por los hechos, se autoexcluyó en el primer partido. Se decidió restar seis puntos a Canadá quien pese a todo consiguió clasificarse para la siguiente fase, pero el daño de imagen ya estaba hecho. Tanto es así que el Comité Olímpico Canadiense decidió suspender a su seleccionadora por el resto del campeonato.
-La final de suelo femenino casi provoca un incidente diplomático. Se dio en principio el bronce a la rumana Ana Barbosu, poco después se colocó en ese puesto a la estadounidense Jordan Chiles. Rumanía se quejó y sólo días más tarde su reclamación ante el TAS tuvo éxito y se restableció el orden primero. Entre tanto el Primer Ministro rumano amenazó con no acudir a la ceremonia de clausura. Nadia Comaneči también intervino, indignada por la nota de la rumana Sabrina Maneca-Voinea a la que se le había restado puntuación por una salida de su pie del tapiz, cosa que no se produjo y que la propia Comaneči demostró mediante imágenes. Aun así, la mayor perjudicada fue Sabrina Maneca-Voinea, pues quedó apartada del podio en cuarto lugar. Aficionados estadounidenses, empezando por la hermana de Jordan Chiles, hicieron campaña en redes sociales atacando el resultado final aduciendo que había sido fruto del racismo “para evitar el primer podio de la gimnasia artística compuesto por tres gimnastas negras”.
-Además de las quejas de los deportistas por la villa olímpica, principalmente por el calor que en ella había debido a la falta de aire acondicionado (mientras que en sedes internas éste estaba tan fuerte que llegaba a hacer frío, con lo que no se conseguían los objetivos ecologistas planteados, por no hablar del exceso de plástico en forma de vasos de la firma de refrescos patrocinadora olímpica que provocaba que hubiera una auténtica fiebre entre los aficionados por coleccionarlos) y la escasez de comida -especialmente carne y pescado, alimentos tan fundamentales para los deportistas- e incluso de su mala calidad, ha habido algunos casos de denuncias por abusos sexuales, como el padre de una campeona olímpica que besó en la boca a una voluntaria ante la sorpresa de ésta, que acabó denunciándole.
-En el aire queda la comprobación de todos los test de dopaje realizados a los nadadores chinos, acusados de estar dopados tras el descubrimiento de que 32 de ellos participaron en los Juegos de Tokio habiendo dado positivo en un control antidopaje. Es cierto que a raíz de la denuncia se les ha sometido al triple de controles que al resto, pero su participación, que incluye la conquista de medallas, queda en entredicho. Curiosamente sus máximos acusadores, Estados Unidos, han sido a su vez acusados durante la celebración de los Juegos de haber silenciado el positivo de algunos de sus deportistas. Sabremos el resultado de todo esto en un futuro.
-Pero el mayor escándalo y que, sin duda, seguirá coleando durante meses, fue la inclusión de dos boxeadoras (una de Argelia y otra de China Taipei) acusadas de no haber pasado los test de género. Ambas ganaron sendos oros y se impusieron a sus rivales con una facilidad extrema. La IBA, la federación de boxeo ya apartada de la organización del torneo olímpico desde antes de los Juegos de Tokio y en guerra directa con el COI, había denunciado que el pasado año ambas no superaron los controles de género. El COI afirmó categóricamente que eran mujeres. World Boxing, la nueva federación de boxeo, escindida de la IBA, había advertido al COI antes del inicio de los Juegos de que su participación podría traer problemas. La IBA anunció que entregaría a las rivales perdedoras ante Imane Khelif y Lin Yu-ting, el premio en metálico equivalente a si hubieran ganado la medalla de oro. Lo que está claro es que ambas púgiles no son hombres ni trans, como fueron acusadas, sino que padecen hiperandrogenismo. El debate está abierto sobre si fue justo o no dejarlas participar en la competición femenina. Sus países las defendieron a capa y espada, especialmente Argelia, que llegó a nombrar abandera a Khelif en la ceremonia de clausura.
-La polémica final -cronológicamente- la protagonizó el breaking, deporte que debutaba y que no volverá a ser olímpico, al menos a corto y medio plazo. Una de sus participantes olímpicas, la australiana Raygun, realizó unas ridículas actuaciones merecedoras de tres ceros que se han hecho virales y que han sido defendidas por su autora como “creaciones propias” frente al buen hacer de sus rivales. Se han pedido explicaciones al Comité Olímpico Australiano por la inclusión de semejante “deportista” y hay sospechas sobre su proceso de selección. Incluso se ha creado en change.org una cuenta para firmar pidiendo responsabilidades.
Un comentario
Virginia Bernardi Garrido
Siempre habrá polémica y la sombra del dopaje sobrevolará en las competiciones, es una pena que los paises prefieran los mejores puestos a la lucha limpia de igual a igual y que gane el mejor.