Camino a París,  Entrevistas

NIKO SHERA: “APRENDÍ DE LA DERROTA EN TOKIO 2020”

De Niko Shera se esperaba mucho en sus primeros Juegos Olímpicos, que fueron los de Tokio 2020, ya que los afrontó habiendo conseguido en el ciclo olímpico que les precedía numerosas medallas de prestigio y el número 1 mundial. Pero en la capital nipona ante la sorpresa de todos sólo alcanzó el séptimo puesto. Hablamos con él sobre lo que le ocurrió entonces, en el ciclo olímpico posterior y sus metas y objetivos para París 2024.

Empecemos por lo que le ocurrió en su primera experiencia olímpica: “Igual no sé ni yo lo que me pasó en Tokio 2020. Estaba más preparado que en ninguna otra competición, pero a veces hay cosas que te afectan que no deberían afectarte y no estás centrado solo en el combate, cosas que hacen que tú estés más bloqueado. Pudo ser un poco de todo: responsabilidad, presión, un cúmulo de cosas que hizo que yo no estuviera a mi 100%. No se debió a que me bloqueara ante mi máximo rival, que me había ganado más veces, pero en las competiciones más importantes yo le había ganado. Él se me da mal, porque en judo hay distintas formas de hacer y puede ser que haya gente que se te dé un poco mal. Pero él no era el problema, era yo conmigo mismo. Espero aprender y centrarme más y simplificar las cosas mucho más, centrarme en combate a combate y dejar que no me afecten las cosas de fuera”. De todo se saca algo bueno y Niko Sherazadishvili -que así se apellida este judoca de origen georgiano- también ve algo positivo en lo que le ocurrió en Tokio: “Aunque nunca quieres perder en los Juegos Olímpicos, de esas derrotas se aprende, por mucho que duela. Hay que aprender y seguir hacia adelante”.

El desconsuelo en Tokio 2020. Foto de REUTERS

Después de tan grande decepción se alejó de los tatamis y esa pausa tuvo muchos efectos positivos en su futuro: “Tras Tokio estuve con mi familia un mes sin entrenar y eso hizo que me despejara bastante, no hablar de judo, no ver judo. Me vino muy bien, porque es un deporte muy exigente de cabeza, con mucho estrés por las competiciones. Después de un tiempo poco a poco me entraron las ganas de volver”. Y volvió, pero a una nueva categoría que le hiciera sufrir menos debido al mantenimiento de su peso, pasando de la de -90 kg a la de -100 kg: “He sufrido intentando mantener el peso. Creo que ha sido la decisión correcta cambiarme a la categoría de -100 kg porque mi cuerpo estaría sufriendo bajando de 90 kg y seguramente que podría bajar un año, dos, pero la cuestión era pensar en el mejor estado en los Juegos Olímpicos y si queremos seguir compitiendo más tiempo”.

Y es que el judo requiere más sacrificios de los que podamos pensar, acostumbrados como estamos a asociarlo a clases extraescolares para niños, edades en las que es muy popular. Pero Niko es un deportista de élite, con lo que eso conlleva: “Tienes que ser un deportista lo más completo físicamente, mentalmente. Es un cúmulo de cosas que te hacen faltan, más el descanso, más la nutrición, porque estamos en un deporte de peso. Se sufre con el peso, tenemos como miedo a la báscula. Al final todos esos factores hacen un deportista de élite, pero si no te gusta lo que haces no serías capaz de aguantar esto. Al final es un lujo estar a este nivel y hacer lo que estamos haciendo”.

En el camino que recorrió desde Tokio hasta París no ha faltado el temor de todo deportista: una lesión grave, que él vio también desde el lado positivo: “En este ciclo olímpico tuve una lesión y el que menos preocupado estaba era yo, incluso tranquilizaba a mi entrenador. Yo veía que las lesiones son parte del deporte, lo acepté. Empecé la rehabilitación antes de operarme para no perder la fuerza en la pierna. Ahora estoy en un momento bastante bueno. Este año he conseguido cuatro medallas en cuatro competiciones”. Superada la lesión es importante también la motivación mental. Niko no desdeña la importancia de verse campeón: “Antes de conseguir una medalla olímpica hay que soñarla y visualizarla y pensar que tú puedes estar ahí. Yo me tengo que ver primero para poder ganar; me he visto que era campeón del mundo y luego he sido campeón del mundo”.

Finalmente toca hablar de París 2024, los que se espera sean los Juegos de su “venganza” tras el traspiés en Tokio. Los afronta muy positivamente: “De cara a París 2024 me encuentro muy bien, en muy buena forma. En el campeonato del mundo he sacado medalla de bronce, eso me da no solo sensaciones a mí, sino haberlo demostrado en una competición. Con esa medalla en el Mundial he entrado entre los ocho primeros del ranking olímpico y como cabeza de serie en los Juegos, que eso es importante y ahora me queda el último esprint de un entrenamiento muy duro justo antes de los Juegos. Estoy en una forma muy buena, pero estaré mejor en los Juegos”. Se lo debe a sí mismo y muchos esperamos que obtenga la recompensa a los sacrificios: los de peso, los de superar la lesión, los mentales para soportar la presión, etc.

Foto de Getty Images

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