Concienciados olímpicos

LAKEY PETERSON: LA SURFISTA ABOGADA DE CAUSAS SOCIALES

De entrada diremos que la protagonista de esta historia no ha sido -aún- olímpica pero merece que le dediquemos este espacio. Sí que fue reserva en Tokio 2020, Juegos en los que no pudo participar por el alto nivel del surf en su país, Estados Unidos, al acabar tercera del selectivo para acudir a los Juegos en los que había dos plazas para su país.

Lakey Peterson, no obstante, ha llegado a alcanzar el número 1 en el ranking de la World Surf League y su camino hasta llegar allí es de lo más interesante. Como por ejemplo cómo se inició en el surf. Su recorrido casi podríamos decir que se inició antes mismo de empezar. Quizá le marcara para una vida dedicada al deporte el hecho de que su madre (que había sido nadadora olímpica), estando embarazada de ocho meses de ella, participara en un triatlón. Cuando Lakey contaba tan solo cinco años sus padres se embarcaron, con ella y con sus hermanos mayores, en un viaje dando la vuelta al mundo y fue durante su estancia en Australia donde Lakey llegó a conocer el deporte del surf. En Manly Beach su instructor le puso el apodo de Legend y con él se quedó.

Foto de Getty Images

Sin embargo, a la vuelta del viaje Lakey abandonó por completo el surf pero en absoluto el deporte, dedicándose al baloncesto, tenis, béisbol, flag football…Le encantaba jugar en equipos mixtos. De repente, con once años, redescubre el surf y desde entonces se dedica a él en cuerpo y alma. Tanto es así que con apenas 14 años realiza un truco que nunca antes había hecho una mujer: el front-side air de espaldas. Se había convertido en una sensación aún en plena adolescencia. Empieza a competir y a ganar y se convierte, al poco, en una campeona nata, ganando sin ir más lejos en cinco ocasiones la Liga Mundial de Surf.

Antes de adentrarnos en el aspecto (filantrópico) que más nos gusta de Lakey Peterson hablemos brevemente de dos ‘hitos’ que le tocan de refilón: su abuelo fue el inventor del McDonald’s Egg McMuffin, el desayuno que desde que se creara en 1972 en los restaurantes de esa cadena de comida rápida han proporcionado 5.000 millones de dólares de beneficios para dicha compañía. Antes de su creación no existían desayunos en sus restaurantes y, tras su creación, adquirieron una gran popularidad. Otra curiosidad es que la madre de Lakey Peterson batió un récord del Libro Guinness: el de la nadadora más veloz en una piscina de 25 yardas -el estándar de las piscinas de la NCAA universitaria norteamericana- al cubrir la distancia a 4.42 millas por hora. Sí, es un récord bizarro y un tanto inútil, pero no tanto como muchos que se realizan diariamente para entrar en las páginas del citado libro.

Centrémonos en la faceta entregada a la sociedad de Lakey Peterson y ahí su currículum es tan o más amplio que su palmarés deportivo: trabaja en la organización Hands4Others para la implementación de sistemas de agua limpia en países del llamado tercer mundo. Trabaja en la organización estudiantil más grande de voluntarios que se dedica a limpiar los parques nacionales y sus senderos. Conciencia -además de recaudar fondos- en favor de la investigación y tratamientos de cáncer infantil en varios hospitales de California, de donde es originaria. Da clases de surf a niños altruistamente. Forma parte del Consejo Asesor del Colectivo de Amantes del Océano. Es, en definitiva, un modelo a seguir por los más jóvenes.

Junto a todo ello Lakey dedica parte de su tiempo a realizar películas documentales sobre surf porque comprobó que había multitud de ellas protagonizadas por hombres y ninguna por mujeres. Así que se decidió a protagonizar “Zero to 100”, la primera de sus películas, en la que muestra cómo es la vida de una surfista, en la que todo es aventura y riesgo.

Foto de Sports Illustrated

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