DIEGO GÓMEZ, RESPONSABLE DE LA ZONA MIXTA DEL TENIS EN JUEGOS OLÍMPICOS: “A VECES ENCONTRAMOS RETICENCIAS DE LOS TENISTAS PARA PASARSE POR LA ZONA MIXTA”

Diego Ezequiel Gómez es otra de esas personas que, sin ser participantes, son fundamentales para la realización de unos Juegos Olímpicos. En el caso de este argentino que estudió Comunicación y trabaja para la Federación Internacional de Tenis (ITF) desde hace algunos años su labor en las zonas mixtas del tenis en los Juegos de Tokio y en la anterior cita de Río fue fundamental. Nos cuenta en qué consiste su labor: “La dinámica de una zona mixta es muy diferente de la de una rueda de prensa, donde le pueden preguntar al tenista sobre cualquier cuestión, mientras que en la zona mixta sólo se pregunta sobre lo que acaba de pasar, es mucho más limitado. En rueda de prensa le das pie al periodista mientras que en zona mixta no moderamos, pregunta el que grita más fuerte”.

El procedimiento que a este respecto se lleva a cabo en los Juegos es diverso al de los torneos de Grand Slam o Copa Davis: “No existe nada similar en los torneos ATP y WTA en la zona mixta respecto a la de los Juegos Olímpicos. La zona mixta es algo novedoso para los jugadores de tenis que cuando llegan preguntan cuándo va a ser su rueda de prensa y les digo que terminado su partido tienen que pasar por la zona mixta, aunque hayan perdido su partido. Esos primeros días son como de “educación” para los jugadores y el hecho de que tengan que pasar por la zona mixta aunque no haya solicitudes hacia ellos. A veces encontramos reticencias para pasar por la zona mixta por parte de los jugadores, sobre todo si han perdido. Llegan a pensar que les estamos tomando el pelo, pero las reglas son así. Aunque por ejemplo en Tokio debido al calor y a la lejanía de la zona mixta respecto a las pistas tratábamos de chequear primero en la zona mixta si había peticiones para jugadores. Si no las hay ni llevamos al jugador”. Las diferencias de unos Juegos con los torneos del resto del año llegan a ser numerosas: más periodistas en los Juegos y algunos incluso desconocedores del tenis porque tienen que cubrir muchos deportes y otra que nos destacó Diego: “La organización del tenis en unos Juegos Olímpicos es muy diferente a la de la Copa Davis y los Grand Slams porque en estos siempre trabaja el mismo equipo año tras año, así que existe una forma de trabajar en el mismo lugar para ver cómo ir mejorando en cada lugar. Los Juegos son cada cuatro años en un nuevo país, una nueva ciudad y son desafíos totalmente diferentes. Es difícil aplicar mejoras porque todo cambia drásticamente de una edición olímpica a otra. Se buscan factores comunes en todos los Juegos Olímpicos para poder mejorarlos. Cambian los Comités de Organización también”. Es por ello que cada vez los Comités Organizadores de los Juegos “van viendo la importancia de dar un mayor rol a las federaciones internacionales porque son las que trabajan todo el año con esos atletas”.

A Diego Gómez le ha tocado vivir dos ediciones olímpicas diametralmente opuestas: “En Tokio 2020 fue mucha menos prensa. En Río no hubo ni un solo jugador que haya pasado que no haya recibido alguna pregunta al menos, mientras que en Tokio como un 25-30% de los jugadores nunca tuvieron ninguna pregunta”. Como es sabido, los Juegos de la capital nipona fueron afectados por duras medidas de protocolo sanitario que nos detalla nuestro interlocutor: “Los protocolos en Tokio 2020 fueron muy exigentes. Nosotros, que viajamos desde el Reino Unido, tuvimos que tener PCRs 72, 48 y 24 horas antes de viajar, además de ciertos permisos que mandabas antes y que te habilitaban la aplicación. El Gobierno de Japón tenía que autorizar tu perfil para poder habilitarte para ingresar en el país. Una vez que llegabas al aeropuerto tenías que esperar en una sala enorme el resultado de otra prueba. Era bastante tenso por si hubiéramos cogido el Covid durante el vuelo. En Tokio 2020 se cumplían a rajatabla las medidas, como la distancia, aunque a veces los jugadores se la saltaban. En casos como Naomi Osaka o Djokovic teníamos una capacidad máxima en la zona mixta con un sistema de ticket para entrar en ella”. Por cierto que, como se recordará, en Tokio 2020 Djokovic sufrió uno de los peores momentos de su carrera. Diego nos cuenta cómo se comportó en la zona mixta al poco de perder sus esperanzas de realizar el llamado Golden Slam: “Djokovic estaba destrozado cuando perdió en Tokio, más por no haber podido ganar ni el bronce. Estuvo triste en la zona mixta pero contestó”. Otra curiosidad de los Juegos de Tokio atañe a los voluntarios: “Es curioso que los voluntarios de Río eran todos jóvenes mientras que los de Tokio eran de 55, 60, 65 años. Era por lo servicial que son los japoneses; era gente que quería devolver orgullosa de lo que estaba pasando. No eran parados o jubilados, sino trabajadores de multinacionales. Fue muy lindo trabajar con estas personas que querían dar algo de vuelta”. Por contra, en los Juegos de Río “el ambiente era muy parecido a la Copa Davis. Es un clima muy ruidoso y se ven muchos colores nacionales. Es más cancha de fútbol que tenis, que es lo que hace muy bonito a los Juegos”.

Diego ha vivido de cerca otra singularidad: ver la tristeza del medallista de plata, aunque “cuando hablamos con los tenistas que consiguieron una plata olímpica al cabo de los años, todos se lamentan de la tristeza que quedó reflejada en las fotos”. Siendo argentino, fue especial el que pudiera trabajar en los Juegos de la Juventud que se realizaron en Buenos Aires en 2018: “Hubo principalmente prensa local en ese caso pero el ambiente es como los Juegos Olímpicos a menor escala”. Como gran amante de los Juegos Olímpicos precisamente trabajar en ellos ha provocado que se los pierda: “Lo que lamento trabajando en unos Juegos Olímpicos es que estando en la zona mixta del tenis pierdo la noción de lo que está pasando en otros deportes y a alguien que le gusta mucho los Juegos Olímpicos, como es mi caso, sientes que no estás viviendo los JJ.OO.”

Otra curiosidad sobre la organización de unos Juegos Olímpicos que nos contó el argentino es que las federaciones internacionales responsables de la organización planean siempre quedarse un día más, día que llaman “de contingencia” por si se producen retrasos en el calendario olímpico.