MARC TUR: “EN TOKIO 2020 ME VINE ARRIBA VIENDO QUE PODÍA CONSEGUIR MEDALLA”
El marchador español Marc Tur, recientemente nombrado Mejor Atleta del Año en España, protagonizó uno de los momentos más emotivos de los Juegos de Tokio 2020. En posición de medalla en la prueba de 50 kilómetros marcha -probablemente la prueba más dura de todo el calendario olímpico-, sufrió una monumental “pájara” que le acabó sacando del podio, quedando en el peor de los puestos posibles: el cuarto. Él mismo nos contó cómo vivió esa “maldita” carrera (tan dura, que desaparecerá del calendario olímpico desde París 2024): “La carrera de los 50 kilómetros es una competición en la que tienes que salir con una mente muy fría, con mucha paciencia, ser muy constante con los ritmos. Conforme iban pasando los kilómetros vi que se salió a un ritmo menor del que yo esperaba, así que mejor, porque me encontraba con buenas sensaciones. A medida que iban pasando los kilómetros cada vez más gente se iba quedando y yo me encontraba muy bien. Hasta el kilómetro 40 me sentí excepcionalmente bien. De hecho creo que eso fue un poquito mi error, que en los últimos diez kilómetros me esforcé demasiado, tiré demasiado del grupo y fui yo el que llevé el ritmo de la competición y eso desgasta mucho”. Escuchar su relato en primera persona nos vuelve a poner los pelos de punta recordando las imágenes de su desfallecimiento: “Hasta el km 49 todavía aguantaba al ritmo al que iba, pero el último kilómetro se me hizo eterno. A falta de 800 metros ya empecé a ver borroso, veía doble, lo que era un síntoma de deshidratación y que estaba al borde de un golpe de calor. En ese momento sentí miedo de no poder llegar a meta, de tener tan cerca la medalla y de no poder llegar. Luchaba contra mí mismo, de hecho llegué a darme una bofetada para intentar despabilarme porque veía que mi cabeza se iba, que mi cuerpo decía “basta, hasta aquí hemos llegado”, mi mente también, pero había una fuerza interna que quería llegar a meta. En los últimos 500 metros tenía miedo de desmayarme, me estaba mareando completamente; estaba luchando contra mí mismo. En ese momento me daba la sensación de que luchaba más contra mí que contra los demás”.
Escasos metros, en fin, le separaban de la medalla, que ahora espera conseguir en la siguiente cita olímpica parisina, aunque ya no será en la distancia de 50 kilómetros sino en la que le sustituirá, de 35, y quién sabe si también en la tradicional de los 20 km: “Me da un poco de pena que desaparezca del calendario olímpico la carrera de los 50 km porque me ha costado mucho aprender a preparar bien y competir en una carrera de 50 km, pero pienso que los 35 km puede ser una buena distancia para mí, me atrevería a decir que mejor que el 50, pero ahora es una novedad. La estoy entrenando y creo que lo estamos haciendo bastante bien, pero hasta que no la compita no sabré decir cómo me encuentro en esa distancia. Al final es un cambio de una tradición tan longeva. Da mucha pena que se cambie, sobre todo porque los 35 es una distancia que no tiene tanta diferencia con los 20 km. Intento ver el lado positivo, que es que me permitirá hacer buenas competiciones en 20 también. Hay que ir a por todas en el 35 y, en el caso de que se pueda, pues también en el 20”. Y es que fueron muchos (entre ellos él mismo) los marchadores que se quejaron públicamente de la desaparición de la distancia más larga.
En Tokio 2020 no eran tantos los que confiaban en que Marc regresara de Japón con una medalla al cuello, pero él sí contaba con ello dada la gran preparación específica que realizó, concretada en la preparación para el calor previsto en Japón para la prueba: “La preparación que hice fue muy específica para el calor y la humedad. Fuimos al CAR de Sant Cugat, donde tienen una cámara de calor, es decir, entras en una cámara con una cinta de correr en la que puedes ajustar el calor y la humedad a tu gusto. También entrenábamos en Barcelona en las peores horas del día para simular las condiciones de Sapporo. Cuando llegué allí vi que las condiciones eran duras, pero no sé si fue peor la preparación; es decir, íbamos bastante preparados”. Y sobre sus aspiraciones en Tokio nos cuenta: “Fui a Tokio pensando que sí que podía estar cerca de las medallas, pero que la probabilidad era muy baja, así que mi objetivo principal era quedar finalista y, si se daba el día, sabía que había hecho buenos entrenos y que podría estar luchando por las medallas pero tendrían que darse muchas condiciones. En la competición veía que se estaban dando esas condiciones y por eso me vine arriba viendo que podía conseguirlo”.
Reconoce que las imágenes que protagonizó en la final olímpica fueron muy duras, con un país (y no solo) en vilo: “Me ha costado mucho ver mis momentos finales de la competición de Tokio, porque es duro. Es duro ver cómo te quitan una medalla a tan poco del final, pero el deporte es así. Me hubiera gustado que hubieran sido 49.800 km, pero eran 50 km. También se agradece que la gente me diga que estuvieron “allá” ayudándome, como que todos intentaron empujarme para poder llegar y conseguir esa medalla”.
Pese a todo, reconoce que “pese a las restricciones por el Covid viví los Juegos de Tokio con mucha ilusión. Para mí estar en unos Juegos Olímpicos ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. No podíamos salir de la villa, en nuestro caso en Sapporo no podíamos salir del hotel, pero para mí fue mágico. Otros compañeros que habían estado en otros Juegos decían que no tenía nada que ver y que era muy triste que fuera así, pero yo lo viví como un niño, de cumplir un sueño”.
Marc Tur ha servido además como referente a deportistas LGTBI al publicar un tuit reconociendo su condición sexual, algo no muy común en el mundo del deporte: “En mi caso ha sido un proceso de aceptación hasta llegar al punto en el que estoy hoy en el que no me cuesta hacer ningún tipo de comentario de mi orientación sexual, pero sí que es cierto que todavía existen casos de LGTBI fobia. Hasta que estos casos no lleguen a cero hay que seguir trabajando. Es entendible que aún haya pocos deportistas que se hayan abierto por eso, porque siguen existiendo casos de LGTBI fobia y que te hacen replantearte si lo quieres decir abiertamente o no. Dentro del deporte no he sufrido esto directamente hacia mí pero fuera del deporte sí que he tenido casos de bullying o de agresiones verbales. Todos en algún momento hemos tenido casos. Justo después del tuit que puse he tenido bastantes mensajes de apoyo y agradecimiento, ha habido personas que me han contado su historia personal y siempre he intentado ayudar en la medida de lo posible, todavía hay personas que no se atreven a decir su condición sexual en ciertos ámbitos”.
Un comentario
Virginia
Gran luchador,que lastima de “pajara”