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MAXIM STAVISKI: UNA CARRERA CON EL PEOR DE LOS FINALES

El objeto de este artículo nunca alcanzó una medalla olímpica, pese a participar en hasta tres Juegos. De hecho, se le incluye en las listas oficiosas de grandes patinadores que jamás alcanzaron la gloria olímpica, al lado de figuras como la pareja compuesta por Maria Petrova & Alexei Tijonov o como Miki Ando o el francés Brian Joubert. En realidad, si repasamos la vida y carrera de Maxim Staviski pudiéramos pensar que estaba gafado de principio a fin.

Staviski nació ruso y como tal se educó en el patinaje artístico, de escuela tan prestigiosa en su país de origen. Iba para patinador individual, pero a muy temprana edad la rotura de una pierna le mermó la capacidad de salto. ¿La solución?: dedicarse a la danza, donde los saltos están prohibidos. Estaba ya compitiendo con una partenaire rusa a nivel junior cuando conoció a la patinadora búlgara Albena Denkova a la que se unió para no separarse más, incluso a nivel personal, pues son pareja fuera del hielo.

Maxim se trasladó a Sofía y pronto recibió la nacionalidad búlgara, imprescindible si quería competir junto a Denkova. Los Juegos de Nagano 98 serían su primera cita olímpica, en la que quedaron décimo octavos. La pareja aún tenía mucho que aprender y ofrecer.

A partir del año 2000 empiezan a surgir las desgracias, de mayor o menor calibre. Para empezar, hubieron de retirarse del Europeo de 2000 por una neumonía que padeció Maxim; en los Mundiales de ese año Denkova es cortada en una pierna por el patín del patinador Peter Chernishev durante un entrenamiento. No puede ni siquiera caminar durante tres meses. Denkova, vistas las dificultades que tenía para pagar todos sus gastos médicos derivados del corte realizado por Chernishev (patinador estadounidense de origen ruso), solicita a la Asociación de Patinaje de EE.UU. si tienen un seguro que pudiera indemnizarle de alguna manera. A raíz de ello la organización de la prestigiosa prueba del Skate America del Grand Prix les retira la invitación para participar en ella. Al año siguiente ambos patinadores enferman de gripe antes del Europeo. En fin, parecía que la lista de vicisitudes no iba a tener fin. Sin embargo, durante el período que va de 2002 a 2006 Staviski y Denkova acapararon los podios mundiales y europeos, consiguiendo dos oros mundiales (y dos medallas más), tres medallas en Europeos y cuatro en las finales del Grand Prix, venciendo en la de la temporada 2006-07 disputada en San Petersburgo, y no bajando nunca de los cinco primeros puestos en todas las competiciones en las que participaban. Por fin la innovación de los búlgaros venía premiada.

Foto de Robert Laberge/Getty Images Sport

Por desgracia, en los Juegos Olímpicos nunca llegaron a igualar los éxitos que tenían en el resto de competiciones internacionales. En sus segundos, los de Salt Lake City 2002 fueron séptimos, mientras que en su tercera y última cita, la de Turín 2006, alcanzaron el quinto puesto. Pero la mayor desgracia de Maxim Staviski no estuvo en no haber podido ser nunca medallista olímpico, sino en haber causado la muerte de una persona en accidente de tráfico por ir bebido.

Los hechos acaecieron en una carretera búlgara el 5 de agosto de 2007. El patinador ya había sido “pillado” por la policía, que le multó y avisó de que no condujera más. No obstante, continuó a los mandos de su automóvil. A los pocos minutos, yendo a 100 km/h, chocó con el Honda que llevaba a Petar Petrov y su prometida Manuela Gorsova. Petar no sobrevivió y Manuela, de solo 18 años, acabó en coma. Maxim dio un 1.1‰ de alcohol en sangre.

A partir de ahí empezó una batalla judicial para que el patinador, que se mostró siempre muy arrepentido, no acabara con sus huesos en la cárcel. La primera sentencia le condenó a cinco años de libertad condicional. Según la ley, podría perfectamente haber ido a la cárcel por un período de hasta diez años.

Al poco los padres de Manuela apelaron y, así, la Corte de Apelación de Burgas condenó a Staviski a dos años y medio de prisión. Parecía que la suerte estaba echada. Pero dos años más tarde la Corte Suprema de Casación retiró el castigo de cárcel. El ex patinador había declarado su deseo de permanecer libre para poder trabajar (como entrenador ya, o participante en un programa de la televisión rusa sobre famosos patinando) y poder pagar de esta manera las indemnizaciones a las familias de las víctimas. El ex campeón mundial de danza se libraba finalmente de la cárcel. El accidente, eso sí, acabó definitivamente con la carrera de la pareja Staviski/ Denkova y, lo que es mucho peor, con la vida de una persona.

Foto de Getty Images
Foto de Getty Images

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