LOIDA ZABALA: “ME HE PREPARADO MUY FUERTE PARA TOKIO 2020”

Dicen de ella los que la conocen que tiene una actitud muy positiva hacia todo. Le caracterizan sus ganas de luchar y su optimismo. Ella misma se define como “una chica alegre”. Desde luego, ha tenido que canalizar esa actitud hacia la vida desde que una inflamación medular la dejó en la silla de ruedas a los once años de edad. Loida Zabala vio que necesitaba fuerzas para moverse y poder tener independencia, así que se dedicó a la halterofilia paralímpica, que tantas alegrías le lleva dando durante todos estos años: “Elegí la halterofilia porque para mí el mundo de la fuerza es muy importante para [tener] un día a día muy fácil. Cuando probé este deporte me enganchó. Algún día muy lejano en que me retire seguiré levantando pesas”.

Ya son tres ediciones en Juegos Paralímpicos (Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016) en los que ha intervenido y tres diplomas paralímpicos logrados. Ahora su objetivo es conseguir por fin la medalla en Tokio 2020: “Mi sueño es luchar por conseguir una medalla”, nos confiesa. Estuvo a punto de conseguirlo en Río. Nos desgrana sus tres experiencias: “Cada edición de Juegos en los que he participado ha sido diferente para mí. Los primeros fueron la novedad, la emoción, te fijas en cada detalle. En los siguientes fue especial volver a encontrarme con todos esos atletas paralímpicos que no veía desde Pekín 2008 y los terceros para mí han sido una mezcla de sensaciones de los dos anteriores pero además añadiéndole el plus de que estuve a punto de conseguir una medalla; no lo conseguí al final porque fue un movimiento nulo. Eso me da muchísima motivación de cara a los siguientes Juegos. Me quedó un buen sabor de boca porque sé que fue un movimiento que sentí muy bueno; fue una sensación de que lo había conseguido y esa sensación me la guardo para Tokio”.

Aunque su primer deporte fue el kárate descubrió la halterofilia y no dudó en trasladarse desde su localidad extremeña para entrenar con Lodario Ramón, uno de los mejores entrenadores de su deporte. Desde entonces ha llevado una trayectoria de éxitos. Éxitos y premios dentro y fuera de la pista por los que ha luchado. Por ejemplo, yendo a México D.F. para poder entrenar con su ídolo, campeona del mundo y cinco veces medallista paralímpica (tres de ellas oro), la mejicana Amalia Pérez, quien se convirtió en su modelo a seguir: “Mi referente es Amalia Pérez, que ha sido campeona en los últimos cinco Juegos Paralímpicos en mi deporte y ha sido madre a escasos días de quedar campeona paralímpica. Para mí es una inspiración de mujer, totalmente”.

Afirma no tener límites. Ella, desde luego no se los pone, y según su opinión, tampoco la sociedad ni los medios de comunicación, que se van acostumbrando a que las personas con alguna discapacidad sean capaces de cualquier logro deportivo, por descontado, incluso a la arcaica y ya superada visión de que una mujer no debería practicar deportes de fuerza: “Pienso que la sociedad ha cambiado ya muchísimo y que están saliendo otros deportes que están dando un empujón a que la mujer realice movimientos de fuerza”. Igualmente sobre cómo le trata la Prensa: “En general durante todo el año, no solo en los Juegos, no tengo quejas con los medios de comunicación porque se nos trata de igual a igual, por lo menos en mi caso y estoy muy contenta por ello”.

Loido no se limita al deporte, sino que lo compagina con estudios de Interpretación: “Estoy estudiando Interpretación, algo que para mí es importante porque puedo sentir emociones que como deportista no siento. Es un mundo emocional muy abierto y me demuestra muchas cosas de cómo soy yo misma y de cómo puedo sentir como humana y para mí es como una muestra de que una persona puede interpretar un personaje exactamente igual de pie que sentada”. Pero está claro que está centrada en hacer algo grande en unos Juegos Paralímpicos, después de que luchara al extremo en los de Londres 2012, cuando un mes antes de ellos su expareja la maltrató y le lesionó un brazo. Su lucha y esfuerzo hizo que se recuperara a tiempo. Es comprensible, pues, la importancia que le concede a los Juegos: “Para mí haber ido a tres Juegos Paralímpicos ha sido increíble. Me he preparado muy fuerte para participar en los que serán mis cuartos Juegos, los de Tokio. Tengo pensado competir después de los Juegos de Tokio contra personas sin discapacidad porque para mí es una manera muy bonita de demostrar realmente que la discapacidad no existe”.