ADRIANA CEREZO: “VOY CON EL OBJETIVO DEL ORO EN TOKIO 2020”
La han llegado a denominar “un tsunami que ha entrado en el taekwondo” (palabras de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español). Tiene 17 años, era desconocida para el gran público hasta hace bien poco pero no solo se ha proclamado campeona de Europa senior de su categoría de peso, sino que se ha hecho con la plaza olímpica y estará, contra todo pronóstico -incluido el propio-, en los Juegos de Tokio 2020. Será una de las pocas beneficiadas del aplazamiento de los Juegos de la capital nipona, aunque ella tenía in mente acudir a las siguientes citas olímpicas, no a la de Tokio. Sin embargo, no es ninguna nueva en este deporte, sino que lleva en él prácticamente toda su vida, como nos cuenta Adriana Cerezo, la nueva estrella del taekwondo español. Ella nos contó sus planes reales en esta entrevista a Historias de los Juegos: “Llevo practicando taekwondo desde los cuatro años y tengo 17 años. La clasificación olímpica es un trabajo que viene desde muy atrás. No nos planteábamos acudir a los Juegos de Tokio 2020, sino hacer una buena formación para después, para París 2024, para Los Ángeles 2028. La opción de ir a Tokio apareció después de haber quedado campeona de Europa sub 21 y la gente empezó a decir que podría ir al preolímpico, pero la verdad es que mi entrenador y yo no nos hemos sentado y hemos dicho: “Vamos a por Tokio”. Nos ofrecieron ir al preolímpico pero seguimos en la misma línea en nuestra formación: ir a por el campeonato de España, ir a por el campeonato de Europa, ir paso a paso, porque es un proceso de formación y no había que adelantarse. La Federación Española tomó la decisión de llevarme al preolímpico, después de haber quedado campeona de Europa y había que aprovecharla, así que cogimos la ocasión y nos clasificamos”.
Pese a que la clasificación olímpica no estaba planeada en un principio y pese a que, obviamente, serán sus primeros Juegos Olímpicos, esta jovencísima atleta no viajará a Japón para “simplemente” disfrutar de una experiencia que suponemos increíble y única. Adriana es muy joven, pero tiene la cabeza bien amueblada y trata con seriedad su participación olímpica. Irá con un objetivo claro: “Yo voy con el objetivo de la medalla de oro, por supuesto. Porque trabajamos para ello, porque ¿para qué íbamos a ir, si no? pero tampoco me quiero perder el poder disfrutar de la villa, quiero vivir toda la experiencia, porque terminar unos Juegos Olímpicos y pensar que he estado allí de paso y no he disfrutado nada tampoco creo que sea el plan. Vamos con la intención de disfrutarlo muchísimo, con muchísima ilusión, de poder ir andando allí y saber que estás con todos los mejores deportistas del mundo, con un montón de gente que has visto por la televisión y que lo único que haces es admirarles”.
Podrían parecer una exageración las aspiraciones tan altas de Adriana, pero se basan en hechos realistas y objetivos: en los campeonatos que ha disputado ha subido 48 veces al podio y en 44 de esas ocasiones fue al escalón más alto: “Nunca había sido consciente de las estadísticas. El año pasado sí porque destacaba muchísimo que fueran 49 combates y 48 ganados y uno perdido, pero no soy consciente de todas mis estadísticas. Vamos pensando campeonato a campeonato, no vamos con objetivos a largo plazo, aunque hay alguno en una cierta forma, pero hay que ir centrándose en lo que viene. Si un campeonato sale mal hay que pensar en el siguiente. No te puedes quedar estancado en lo que has hecho mal, ni en lo que llevas conseguido”.
Llaman la atención los comienzos en el taekwondo de Adriana Cerezo. Desde muy niña veía películas de artes marciales por televisión junto a su abuelo. A sus padres no les gustaba esta afición “por los golpes y lo que conllevan”, así que, a escondidas, su abuelo la apuntó a un gimnasio en el deporte del taekwondo con escasos cuatro años. Lo que siguió, nos lo cuenta la propia atleta: “A mis padres no les hacían mucha gracia las artes marciales, pero me vieron en el examen del cinturón que era la persona más feliz del mundo y ya no me quisieron sacar del taekwondo. Son mi pilar fundamental para todo. Mis padres han estado en mis momentos duros, cuando estuve a punto de dejarlo, cuando aún era muy pequeña, con 12 años, y tenía ansiedad y estaba agobiada, como que no quería eso. Mis padres han sido los que me sacaron de esos momentos duros y lo disfrutan más que yo cuando gano y sufren mucho más yo cuando pierdo. Y destacar a mi abuela, que me ha estado llevando a entrenar todos los días durante cinco años. Tengo una familia de libro”.
Adriana Cerezo puede dar la campanada ya en Tokio 2020 a sus 17 años. Si no lo hace, no se le podrá reprochar nada. París 2024 y Los Ángeles 2028 podrían ser los escenarios de su consagración definitiva, aunque sospechamos que ésta llegará mucho antes, si no lo ha hecho ya, dado su palmarés.
Actualización: Adriana Cerezo consiguió la medalla de plata en los Juegos de Tokio 2020.
Un comentario
Virginia
¡Una crack!