LAURA STRATI O HASTA QUÉ PUNTO HAY QUE LUCHAR POR EL SUEÑO OLÍMPICO
Ya se pueden imaginar que en el mundo del deporte, incluso el de élite, es más, dentro del olimpismo, no todos los deportistas tienen el mismo acceso a las mejores condiciones posibles de entrenamiento, desplazamientos a competiciones internacionales, etc. Y las dificultades no son exclusivas de los países con menos recursos. Ejemplo de ello es la atleta italiana Laura Strati, que cuenta en su haber, entre otros, tres títulos nacionales absolutos en salto de longitud. Esta véneta ha tenido que luchar muy mucho para no dejar de estar en la élite y, sobre todo, para poder perseguir y conseguir su sueño de ser olímpica. En ello está ahora, a sus 30 años, en lucha para participar en los Juegos de Tokio 2020. Su periplo deportivo ha sido el siguiente:
En 2011 entró a formar parte del Grupo Deportivo del Ejército italiano, fundamental empuje para el mundo del deporte en su país. Raro es el deportista olímpico italiano que no pertenece a alguna de sus ramas (o de la Policía o incluso de los bomberos). Se trata del gran apoyo con el que cuenta el país transalpino en cuanto a deportes olímpicos -minoritarios o no tanto, como el atletismo- se refiere. Pues bien, Laura, como decimos, entró en el grupo por un año, renovable. Pasado ese periodo y pese a haber obtenido su mejor marca personal en el Europeo sub 23 el Ejército no le renovó el apoyo. En esa época Laura Stati pasó por lesiones y problemas físicos, aunque acabó la temporada proclamándose campeona italiana.
Laura Strati se encontraba, así, en una situación precaria, ya que son poquísimos los atletas en su país que no militan en las filas del Ejército, lo que ello implica en cuanto a falta de ayudas. Paralelamente Laura proseguía sus estudios, que la llevaron a España, donde se puso a entrenar a manos de Juan Carlos Álvarez. Mientras estudiaba, Stati seguía participando en competiciones internacionales del más alto nivel, representando a Italia en el Mundial celebrado en Londres en 2017. Sin embargo, siguió inmersa en una lucha para conseguir ayudas. La federación italiana la excluyó de su programa de becas. Tuvo que intervenir el director técnico del equipo italiano, que finalmente consiguió ayuda estatal para la saltadora. Sin embargo, ésta finalizó en 2019 y no fue renovada. Se ve de nuevo obligada Laura de esta manera a buscar nuevas ayudas y las encuentra a través del programa “Orgoglio Del Riscatto” gracias en gran parte al ex campeón Stefano Mei el cual, al enterarse de su caso, le ofrece un año de ayudas. Pero esto no basta para que Laura Strati prosiga sus entrenamientos con tranquilidad, en búsqueda de una plaza olímpica. Debido al confinamiento y cancelación de pruebas en 2020 causadas por la pandemia desaparecen sus patrocinadores. Y es entonces cuando aparece la empresa Brazzale, ligada al atletismo al haber patrocinado al club Atletica Vicentina. Pero Laura no iba a recibir una ayuda como las habituales de patrocinio en el deporte. La saltadora trabaja desde hace unos meses en la empresa Brazzale a tiempo parcial, dedicando media jornada al trabajo y la otra media a entrenarse. Los conocimientos lingüísticos de Laura (sabe tres idiomas) y sus estudios le han permitido obtener un puesto en el que básicamente colabora en el desarrollo comercial de la empresa en España, país que conoce perfectamente al haber vivido durante tres años. Este acuerdo con la empresa Brazzale es el que le permitirá a Laura perseguir su sueño olímpico. Además de entrenar duramente ha tenido que dedicar tiempo y esfuerzo a buscarse una ayuda económica que le permita proseguir con su carrera deportiva. El sueño olímpico cuesta más de lo que nos podamos pensar. “El sueño olímpico es el que me empuja a ir a las pistas cada día”. Son palabras de Laura Strati.
Un comentario
Virginia
Siempre luchando, siempre con la angustia de saber si podrán llevar una vida tranquila, ¡Qué lástima, tendrían que tener facilidades para entrenar, que luego las fotos de los políticos con ellos es lo primero pero antes de esa foto sí te he visto no me acuerdo!