LOS GEMELOS MULDER: MARCADOS DESDE SU NACIMIENTO PARA EL PATINAJE DE VELOCIDAD
Hay deportes que son dominados tradicionalmente por naciones. El patinaje de velocidad es casi la “finca privada” de los holandeses. El color naranja domina habitualmente el podio de las competiciones realizadas en los ovales de hielo, así como colorea las gradas, siempre plenas de aficionados “oranje”. Su dominio es tal, que teniendo en cuenta únicamente los Juegos Olímpicos de Invierno más recientes, los de Sochi 2014, vemos que los patinadores de los Países Bajos coparon en pleno el podio de hasta cuatro pruebas, viéndose únicamente el color naranja en la totalidad de medallistas en esas cuatro pruebas; una barbaridad. A esas doce medallas hay que sumar otras once. Brutal.
Podríamos, pues, hablar largo y tendido de los logros holandeses en patinaje de velocidad, pero nos vamos a centrar en uno de los éxitos más curiosos que consiguieron en Sochi: la subida al podio en una misma prueba (500 metros masculinos) de dos hermanos gemelos: Michel y Ronald Mulder. El primero consiguió el oro y el segundo el bronce, flanqueados por otro compatriota en el cajón de en medio, pues Jan Smeekens se alzó con la plata. Era la primera vez que unos gemelos conseguían medallas olímpicas en la misma prueba de Juegos de Invierno desde que lo hicieran los estadounidenses Phil y Steven Mahre en Sarajevo 84, donde se harían con el oro y la plata –respectivamente- en la prueba del slalom de esquí alpino.
El hecho de que las medallas fueran precisamente en la prueba del sprint de Sochi supo aún más rico para la nación dominadora del patinaje, puesto que el oro se les ha escapado históricamente (sólo contaban con la plata de Jan Ykema en Calgary 88 y el bronce de Lieuwe De Boer en Lake Placid 80)
Los gemelos Mulder representan desde su mismo nacimiento la pasión por la velocidad sobre el hielo de sus compatriotas. Esa pequeña nación de 17 millones de habitantes cuenta con ni más ni menos que con 17 pistas, con dos más en construcción. Ninguna nación, ni con mucha más población ni poderosos comités olímpicos nacionales se les puede ni acercar. Gran parte de esa afición la tiene sin duda la popular prueba de Elfstedentocht (=las Once Ciudades) donde los participantes patinan sobre los alrededor de 200 kms de hielo natural que unen once tradicionales ciudades frisonas. Es el Evento –con mayúsculas- deportivo anual por excelencia en los Países Bajos, tan esperado en el pequeño país como el Carnaval en Río u otros acontecimientos anuales. Y decíamos que los gemelos Mulder personifican la pasión oranje por el patinaje desde el mismo día de su nacimiento porque éste fue conscientemente “retrasado” por su madre, Leidy Mulder, para no perderse por televisión la transmisión de la tradicional prueba mencionada anteriormente. Con esos antecedentes, los Mulder estaban marcados a realizar algo grande en el patinaje de velocidad, para gran regocijo de su progenitora, que habrá disfrutado con los 500 metros de Sochi 2014 tanto como con la tradicional carrera Elfstedentocht.