KIM SOO-NYUNG: LA MEJOR ARQUERA DEL SIGLO XX Y SU EXITOSO PERIPLO OLÍMPICO
Ser nombrada la mejor arquera de Corea del Sur no es moco de pavo. Ese país asiático domina el medallero olímpico en tiro con arco a distancia de su más inmediato seguidor. La prueba de fuego la tuvieron los arqueros surcoreanos en la cita olímpica en casa, en los Juegos de Seúl 88. El país venía de una reciente dictadura y estaba encargado de organizar todo un evento mundial de máximo alcance. La presión sobre sus deportistas por hacer un buen papel y por dar una positiva imagen de un país un tanto desconocido a nivel global era grande. Arrasaron en el tiro con arco. En el concurso femenino ganaron todas las medallas posibles y Kim Soo-nyung destacó de entre todas ellas. Acabó siendo nombrada, años más tarde, la más grande arquera del siglo XX de todo el mundo. Hasta llegar a ese -merecido- nombramiento contemos cómo se desarrolló el recorrido de esta surcoreana desde sus comienzos.
Kim Soo-nyung se inició en este deporte a los nueve años. Se trataba por entonces de sólo una actividad extraescolar, pero despuntó desde un principio. Pasado un año ya ganó su primera medalla (de plata) en un campeonato. La arquera cuenta que, al cabo de unos años, le preguntó a su profesor por qué le recomendó precisamente este deporte, a lo que le contestó que, al ser más alta que el resto de las niñas, su brazo era más largo.
A los 13 años Kim Soo-nyung se dedicó más de lleno al tiro con arco, un esfuerzo que pagó sus frutos al entrar en la selección nacional a los 16 años. Entrada más que merecida, pues acababa de establecer un nuevo récord mundial en la distancia de 30 metros y había ganado un prestigioso torneo internacional.
Llega entonces la gran cita de los Juegos de Seúl 88. Adelantemos que ganó el oro individual y el oro por equipos, en ambos casos con facilidad. En cuanto al torneo individual sus dos más inmediatas rivales eran sus compatriotas y compañeras de equipo, quienes poco tuvieron que hacer frente a los 10 puntos perfectos conseguidos por Kim en cada uno de sus nueve tiros desde los 30 metros. La final consistía en nueve tiros en cada una de las tres distancias establecidas: 30, 50 y 70 metros, por ese orden. Tras la perfección en la primera distancia Kim presentó una excelente, aunque no fuera perfecta, prestación en las dos restantes. Marchaba muy bien en la final, pero en la última distancia, la de los 70 metros, una nube de fotógrafos haciendo ruido al disparar sus cámaras fácilmente podría haber distraído a una jovencísima (17 años) Kim Soo-nyung, pero no fue así. Se dijo a sí misma que debía concentrarse en su actuación y no en los fotógrafos, como así fue. Doce puntos acabaron separándola de la siguiente arquera.
En el concurso por equipos la diferencia de puntos entre Corea del Sur y las siguientes se amplió hasta 30 puntos. Kim ya era bicampeona olímpica. En los años siguientes, a pesar de su juventud, siguió dominando el mundo del tiro con arco. Se proclamó campeona mundial en 1989 y 1991. Poseía también durante esos años todos los récords mundiales en todas las distancias. Así las cosas, se esperaba de ella que renovara su título olímpico en los Juegos de Barcelona 92. Para entonces ya era conocida por su sobrenombre de “La Víbora”, ganado gracias a sus tremendas prestaciones en cada competición en la que participaba. La final individual de los Juegos del 92 la volvían a enfrentar a una compatriota (seguía el absoluto dominio de Corea del Sur en este deporte). En esta ocasión perdió, aunque haber conseguido un 10 en su última flecha le pareció suficiente satisfacción. Posteriormente reeditó el título por equipos, como era de esperar dada la potencia de su país en este deporte.
Y, de repente, con 21 años, Kim Soo-nyung decide retirarse. El eterno dilema para las mujeres: quería formar una familia. Durante seis años ni siquiera toca un arco pero, tras nacer su segundo hijo en 1999 se produce un cambio: uno de los principales fabricantes de material de Corea le dice que quiere trabajar con ella y, a falta de sólo unos meses para la siguiente cita olímpica -la de Sidney 2000-, se anima. Fueron sólo ocho meses de entrenamiento, pero un entrenamiento muy intenso. Llega, finalmente a los Juegos, pero el camino a la final no está esta vez tan expedito. La peor piedra de toque la tuvo en las semifinales, contra (de nuevo) una surcoreana, Yun Mi-jin. Es curioso, porque su rival, doce años más joven que ella, había aprendido mucho de la propia Kim Soo-nyung. Se decidió el paso a la final en las últimas flechas. Finalmente, nuestra protagonista fue batida por la “pupila”, pero en el siguiente enfrentamiento conseguiría la medalla de bronce. Si le sumamos un nuevo oro por equipos tenemos un total de seis medallas olímpicas, lo que convierte a Kim Soo-nyung en la arquera más condecorada en Juegos Olímpicos hasta el momento.
¿Qué ha hecho que sea la mejor de la historia? Según sus propias palabras, sus mejores puntos han sido su capacidad para lanzar con rapidez, tener un brazo fuerte y lograr una gran estabilidad entre su brazo y su arco. Consistencia ha sido la clave de su éxito, un aspecto particularmente, según su modo de ver, fundamental en un deporte como el tiro con arco.
Entre otros logros, ayudó al equipo de Corea del Sur a establecer el récord mundial de 4.094 puntos, conseguidos en los Juegos de Barcelona 92. Ya retirada, ha trabajado vinculada a su deporte trabajando como directora de Comunicación para la Federación Internacional. Su pasión hacia su deporte no ha decaído. No en vano considera que el tiro con arco ayuda en la vida cotidiana “porque te da convicción, algo necesario en la vida corriente. Es el mejor deporte para tener una gran vida”. Palabras de una leyenda olímpica y del tiro con arco en general.