DEPORTES DE EXHIBICIÓN EN JUEGOS DE INVIERNO

Los Juegos Olímpicos de Invierno no iban a ser menos, así que también han gozado de diversos deportes de exhibición, si bien la mayoría de ellos no ha acabado de cuajar. De hecho, los Juegos invernales han realizado un recorrido inverso al de sus hermanos estivales, donde la introducción de nuevas disciplinas deportivas han venido precedidas, en la mayoría de los casos, por su exhibición previa en Juegos anteriores. Se dio la circunstancia de que en los Juegos de Sochi, entraron varios deportes – eslalon paralelo de snowboard, tres modalidades del slopestyle, saltos de esquí femenino…- sin pasar antes por la exhibición en Juegos previos.

Sin embargo, los siguientes deportes de exhibición no “pasaron el corte”, quedándose en mera flor de un día, sin llegar a convertirse en deportes olímpicos de pleno derecho. Veamos cuáles fueron:

– El esquí acrobático (o ski ballet)= Sobrevivió durante dos ediciones, las de Calgary 88 y Albertville 92, pero fue de más a menos, llegando en la actualidad a no celebrarse absolutamente ninguna competición oficial de ningún tipo. Resultaba más artístico  que deportivo, tratándose de una especie de ballet sobre esquíes que se hacía lento de ver y difícil de puntuar (el resultado dependía de un jurado), así como de codificar por parte del espectador. Sin velocidad ni marcador alguno, resultando además demasiado repetitivo, nunca llegó a generar interés por parte del público. (No confundir con otras modalidades, a veces denominadas así pero cuyo nombre oficial es Freestyle, que sí han llegado a ser olímpicas. Hablamos aquí de un “ballet sobre esquíes”)

– El pentatlón de invierno= exhibición en los lejanos Juegos de Saint Moritz de 1948. Consistía, como su primo-hermano de verano, en cinco pruebas: esquí de fondo, descenso, tiro, equitación y esgrima. Efectivamente, englobaba a deportes de verano. Las dificultades en desarrollar en las sedes de montaña precisamente los deportes no invernales, así como que ya existen variantes que combinan varios, como el biathlon (tiro y esquí de fondo), la combinada alpina (descenso y eslalon) y la combinada nórdica (saltos de esquí y esquí de fondo) provocaron su desaparición. El cupo de combinación de deportes parece, pues, bien surtido.

-El esquí de velocidad= consiste en descender una ladera en línea recta con el objetivo único de alcanzar velocidad. Es tan veloz que solo decir que el récord del mundo actual está en 251.4 km/h. Se realiza en pistas de un kilómetro, habiendo una treintena de pistas en todo el mundo. Fue exhibición en Albertville 92.

–Carreras de trineos tirados por perros= muy populares en algunos circuitos de países de montaña. Si los Juegos de verano tiene su hípica ¿por qué no carreras de trineos con perros los de invierno? El problema es logístico, ya que requieren de grandes superficies –que cubren kilómetros- con unas determinadas características. Fueron exhibición en los lejanísimos Juegos de Lake Placid de 1932.

-Parecido al anterior  es el skijöring= esquí arrastrado por perros, que fue exhibición en St. Moritz en 1928. Si no cuajó la variante de trineos, con más razón iba a hacerlo esta, menos difundida y más dificultosa. Se da la circunstancia de cuando se convirtió en deporte de exhibición en 1928 no tiraban perros de los esquiadores, sino caballos.

Finalmente, dos modalidades muy locales que se realizaron en Juegos celebrados en los países donde nacieron y se desarrollaron estos deportes:

-El bandy= una especie de hockey sobre hielo, pero con pelota en lugar del puck o pastilla. Sólo se practica en los países nórdicos y fue precisamente en los Juegos de Oslo 52 donde se ofreció al público. También se practica en Rusia, donde se le conoce como “hockey con pelota”. Su práctica llega a Hungría o a Kazajstán, por poner dos ejemplos.

-El ice stock sport= variante alemana del curling que fue exhibición en dos ocasiones: en Garmisch-Partenkirchen 36 y en Innsbruck 64. Lógico, si tenemos en cuenta que básicamente sólo es practicado en Austria y en el sur de Alemania, siendo en ambos sitios muy popular. Data del siglo XVI, pudiendo verse en cuadros del pintor Pieter Brueghel. Hasta la década de los 30 del pasado siglo no empezó a regularse, así que su incorporación –aunque fuera como mera exhibición- en los Juegos de 1936 es muy temprana.