CHARLOTTE DUJARDIN: LA CAÍDA DESDE LO MÁS ALTO POR UN HECHO VERGONZOSO
Ya era la dominadora de su deporte -doma clásica- en su época y estaba a punto de agrandar su leyenda en los Juegos de París 2024, en los que aspiraba a dos medallas olímpicas más que se sumarían a las seis que ya tenía (tres oros, una de plata y dos bronces) cuando, justo en las vísperas del comienzo de los Juegos, el 23 de julio de 2024, Charlotte Dujardin fue sancionada por un año impidiéndole, de esta manera, competir en los que iban a ser sus cuartos Juegos Olímpicos.
Esta británica nacida en 1985 había empezado a montar cuando apenas contaba dos años. De niña fue diagnosticada con dislexia y apenas fue a la escuela, abandonándola con 16 años. Se había enamorado del deporte ecuestre y a él se iba a dedicar por entero. Animada por su entrenadora eligió la especialidad de la doma y se compró su primer caballo con el dinero dejado en herencia por su abuela. Tuvo que ponerse a trabajar como moza de cuadra a cambio de entrenamiento como amazona.

Es el momento de citar un nombre que quedaría unido para siempre a ella: el caballo Valegro, al que ya dedicamos esta entrada dada su gran importancia en los Juegos Olímpicos. Juntos formaron un binomio que podríamos decir que se entendía telepáticamente. Y juntos vivieron las mieles del éxito ganando el oro en los Juegos en casa de Londres 2012 tanto a nivel individual como por equipos. Y eso que Dujardin no iba a ser la encargada a montarlo, sino Carl Hester, su empleador y entrenador. Pero desde que Charlotte lo montó en una prueba del Grand Prix en 2011 con resultado de éxito, al que siguieron más, ella y Valegro pasaron a componer la pareja perfecta. En los Juegos de Río 2016 volvieron a ganar el oro en el concurso individual, “conformándose” con la plata por equipos. Pocos meses después Charlotte decidió que había llegado el momento de la retirada de Valegro, en lo más alto.
Valegro dejó de competir pero no Dujardin. Lo hizo en la siguiente cita olímpica de Tokio 2020 con Gio, haciéndose esta vez con dos bronces. Para entonces Charlotte ya se había convertido en la primera amazona o jinete en ganar todos los grandes títulos posibles de doma: oro olímpico, Mundial, Europeo y Grand Prix Special en modalidad freestyle, así como Copa del Mundo individual y Grand Prix Special. Todo hacía prever que su talento seguiría siendo compensado en la cita olímpica de París, pero un vídeo se lo impidió.
Pocos días antes de los Juegos salió a la luz un vídeo de ella durante un entrenamiento que la mostraba dando latigazos a un caballo, vídeo que databa de cuatro años antes. Su propia federación nacional elevó alegaciones sobre “mala conducta hacia el bienestar animal” ante la federación internacional, pidiendo que se investigara la cuestión. La internacional, tras el visionado del vídeo, declaró que había obrado con una “conducta contraria a los principios del bienestar del caballo” y la suspendió hasta que se completara una profunda investigación. La propia Charlotte reconoció que era ella la persona del vídeo y confesó sentirse “profundamente avergonzada”, añadiendo que la conducta mostrada no era “propia de su carácter y no reflejaba cómo trataba a sus caballos”.
Su caso no fue el primero, lamentablemente. En un intervalo de pocos meses el mundo conoció otros casos similares, si no más graves, de otros destacados jinetes. El danés Andreas Helgstrand, bronce olímpico en doma por equipos en los Juegos de Pekín 2008, se vio envuelto en una serie de acusaciones de maltratos de sus caballos que condujeron a su descalificación y sanción (primero por parte de la Federación Danesa y después de la Internacional) hasta que llegó su exposición en un documental que le registró con cámara oculta realizando métodos de entrenamiento ilegales. A ese escandaloso caso siguió a los pocos meses otro realizado por el jinete estadounidense de origen colombiano César Parra, del que se publicaron igualmente vídeos en los que maltrataba a caballos, incluso estando en proceso de investigación por parte del FBI. Si su caso no tuvo tanta incidencia social respecto al de Dujardin puede que se deba al brillante palmarés de ella, muy superior al de Parra.
Sin pretenderlo, Dujardin protagonizó el primer escándalo de los Juegos de París 2024 antes de su mismo comienzo. La que iba a ser una de las estrellas de la cita, que probablemente desempataría allí con la ciclista Laura Trott como la británica con más medallas olímpicas, causaría baja y lo haría por un hecho vergonzoso. Además de la sanción temporal -aparejada de la consiguiente multa- las autoridades deportivas británicas suspendieron la beca a la amazona, quien perdió contratos con patrocinadores y la expulsaron de su cargo como embajadora de una ONG sobre el bienestar de los caballos. Triste punto y seguido (y quién sabe si final) en una carrera brillante de la que era considerada una heroína del deporte.

Un comentario
Virginia Bernardi Garrido
¿Qué le pasaría por la cabeza al hacer eso?, una pena que un palmares así se vea empañado. Pidió perdón y creo que hay que perdonar si ella sabe que se equivoco.