Legendarios,  Los otros olímpicos

VICTOR BOIN: MUCHO MÁS QUE UN MEDALLISTA OLÍMPICO

Pocas veces nos encontramos ante un personaje tan polifacético y con una vida tan completa. Conocer todas las actividades realizadas por el belga Victor Boin y profundizar en sus logros nos llevará a que le admiremos y nos preguntemos de dónde sacaba el tiempo y las fuerzas para abarcar tanto.

Apenas con dos años ya dio que hablar al ganar un concurso de belleza para bebés, pero el dato -meramente anecdótico- nos sirve para empezar a narrar su vida. Seguía siendo muy joven cuando realizó su primer logro reflejo de su capacidad, empeño y ambición, pues con 17 años creó el primer club de hockey sobre hielo de Bélgica. Ese mismo año ya tenía la tarjeta de periodista, dato que no debemos descartar, como veremos luego.

Le gustaba practicar muchos y muy diversos deportes y lo hacía bien. Se proclamó campeón nacional en las distancias de 100 y 200 metros estilo libre de natación un año antes de disputar sus primeros Juegos Olímpicos, los de Londres de 1908 y en ellos no se conformó con participar en un único deporte, sino que lo hizo, además de en natación (donde no tuvo suerte) en waterpolo, consiguiendo la medalla de plata. Acudió a la siguiente cita olímpica, que tuvo lugar en Estocolmo, tomando parte como no podía ser de otra forma en su caso en dos deportes: repitió medalla en waterpolo, aunque no metal, ya que en esa ocasión se llevó el bronce, y cambió la natación por la esgrima, terminando en cuarto lugar. Seguimos con su trayectoria olímpica. Los Juegos de 1920 disputados en su país, concretamente en Amberes, le hicieron entrar en los anales del olimpismo al convertirse en el primer deportista en realizar el juramento olímpico en la ceremonia de apertura, una tradición que vino para quedarse. En esta ocasión consiguió llevarse una medalla más, la de plata por equipos en esgrima modalidad de espada. Antes de abordar otras destacadas tareas realizadas por él diremos que fue olímpico una vez más en los Juegos de París de 1924, de nuevo compitiendo en esgrima, aunque en esa ocasión se fue sin medalla de los Juegos.

Su carnet de Prensa

Hemos visto, por tanto, que su trayectoria olímpica ha sido destacada, pero tampoco tanto para convertirlo en un personaje especialmente notorio. Esperen, que aún hay más. Pasaremos muy por encima su dedicación a otros muchos deportes, como el boxeo, el judo, el tenis, el atletismo, el hockey sobre hielo, el patinaje y hasta deportes del motor. En el boxeo le fue particularmente bien, pues llegó a ganar medallas en campeonatos continentales. Pero otros aspectos le hacen -aún- más destacable: fue presidente del Comité Olímpico Belga (de 1955 a 1965), fundador de la Federación Belga de Deportes Discapacitados en 1960, organismos del que fue presidente, presidente de la Asociación Profesional Belga de Periodistas Deportivos y, lo que es más importante, creó en 1924 la Asociación Internacional de Prensa Deportiva. ¿Quieren más? Lo hubo: fue fundador de Sabena, la linea aérea oficial belga. Y es que a Victor Boin le quedó tiempo para convertirse en piloto, llegando a ser el piloto oficial de la reina Elizabeth de los belgas. Boin se había alistado en el ejército belga en 1915 y llegó a combatir en la I Guerra Mundial en una unidad de camiones y carros de combate.

Vida rica de acontecimientos como habíamos anticipados de la que queremos destacar su dedicación e interés por el desarrollo, promoción y profesionalización del deporte y la educación física no solo en su país. Polifacético a más no poder, el deporte belga y el periodismo deportivo deben mucho a esta personalidad repleta de hitos a lo largo de su vida. ¡Ah!, por si fuera poco para admirar a Boin se nos había quedado en el tintero otro dato de su vida: ganó cierta popularidad en el ya lejano 1896, cuando apenas contaba con diez años, cuando rescató a una mujer y a su hijo de morir ahogados en la costa de Ostende. Por ese heroico rescate recibiría La Cruz Cívica de manos del rey Leopoldo, siendo la persona más joven en haberla recibido nunca.

Realizando el primer juramento olímpico

Un comentario

  • Virginia Bernardi Garrido

    Me pregunto si alguna vez se quejó de aburrimiento. Menuda vida completa de actividad y no de cualquier cosa,nada menos que pilotar aviones,crear compañía aérea,presidir instituciones… quién da más!

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