Entrevistas

PAU ECHANIZ: «EN PARÍS 2024 SABÍA QUE SI HACÍA MI MEJOR BAJADA EN LA FINAL PODÍA GANAR MEDALLA»

Pau Echaniz es un deportista singular, como veremos. Podemos calificarle de “medallista sopresa” de la delegación española en los Juegos de París 2024 puesto que no solo no entraba en las quinielas, sino que accedió a la final de piragüismo eslalon con el peor tiempo de todos los participantes (aunque en la final se parte de cero). Él no está de acuerdo del todo en esa afirmación: “Mi medalla no fue tan sorpresa para mí. Sí que es verdad que no iba con la expectativa de hacer una medalla. Quería sacar mi mejor versión y hacer mi mejor bajada y sabía que si hacía eso podía estar en las medallas, la de bronce o incluso mejor, así que me lo podía llegar a esperar, a imaginar. Tantas veces que lo soñé al final pasó y la verdad es que fue un sueño”.

Quizás salir el primero en la final, sin supuestamente demasiadas posibilidades de subirse al podio, le quitó presión y responsabilidad. Echaniz da con la clave sobre el juego de presiones creado en una final olímpica: “Muchas veces se dice que si sales el último eres el más favorito, porque sabes los tiempos, etc. pero los tiempos a veces no es muy bueno saberlos porque si alguien ha hecho un tiempazo sabes que tienes que hacerlo mejor. Al contrario, si alguien que tenía que hacer un buen tiempo ha hecho un tiempo normal y tú puedes hacer un tiempo normal entonces esa bajada normal se convierte en una bajada mala. Yo salí el primero y salí a hacer lo mío sin pensar en los otros, simplemente ser yo, ser auténtico y disfrutarlo muchísimo”.

Foto de EFE

Sea como fuere, Pau tenía claro que echaría el resto en la final en la que acabaría haciéndose con el bronce, pero antes tenía que ganarse un puesto en ella: “Para mí la semifinal era lo más duro. Muchas veces cuando piensas en una competición siempre piensas en el resultado final y no en todo lo que hay antes. Antes de estar en la final de Wimbledon tienes que ganar los cuartos y la semifinal. Sí que es verdad que puse mucha energía y he pensado mucho en esa última bajada, así que tenía la semifinal un poco…Pero sentí que si fallaba en la semifinal ya no llegaría a la final, pero por suerte entré en la final. En el momento de entrar en la final ya fue más fácil el resto. Al acabar la semifinal me dediqué a prepararme mentalmente y a hacer lo mío [en la final] y disfrutar, porque era lo que había pensado durante muchísimo tiempo. Casi sólo quedaba lo más fácil”.

En los Juegos de París pudo vivir un ambiente espectacular e incluso inusual en su deporte dado el enorme tamaño de la gradas: “En Francia hay muchísima afición y además es afición que entiende. En París cuando ibas haciendo las cosas bien cada vez ibas escuchando más el ruido, a la gente. Fue espectacular. En el último remonte arriesgué bastante y me salió bien y recuerdo que el estadio casi se cae. A mí eso me iba como alimentando, me vino bien”.

Se da la circunstancia de que su padre es entrenador y la pareja de su padre es Maialen Chorraut, toda una leyenda del deporte femenino español. Entrena con ella, pero reconoce que ambos son muy distintos: “Somos personas muy diferentes a la hora de entrenar, de competir. Yo me aburro en cuanto hago cinco circuitos bien; Maialen puede hacer cinco mil y no le va a ser suficiente. A la hora de competir lo mismo: a mí se me hace mucho más fácil competir, Maialen lo pasa peor, aunque saque buenos resultados, incluso no llega a dormir toda la noche antes de competir. Lo que me da Maialen es el ejemplo de entrenamiento, de que hay que estar ahí malos días, buenos días”.

Todavía muy joven (23 años) tiene claro que quiere estar en la siguiente cita olímpica: “Yo quiero seguir haciendo lo mío, haciendo piragüismo porque me lo paso genial. Quiero seguir compitiendo y poder estar en Los Ángeles 28”. Ello no es óbice para que compagine el deporte con sus estudios de Vestuario de Medida y de Espectáculos, que haya expuesto sus piezas en el prestigioso Museo Balenciaga y que se lleve la máquina de coser incluso a las competiciones (de ahí lo que decíamos sobre su singularidad entre el resto de deportistas). Costura y deporte son dos pasiones que Pau iguala y pone a la par: “El piragüismo y la costura son dos pasiones que me gustan por igual. Sin una no hay otra. Me ayuda muchísimo mentalmente estar metido en mi taller. Coser me quita la mente del deporte, me da otras cosas en las que pensar, no estoy todo el día con el deporte, los resultados, las expectativas… En algunas competiciones me llevo hasta la máquina. De hecho para poder exponer en el Museo Balenciaga tuve que llevarme la máquina mientras competía por Europa porque si no, no me daba tiempo. Sí que es verdad que cuando deje el deporte tengo esta vía de futuro, dedicarme a otra cosa que se me da bien, me gusta y no me importaría. No quiero quitar una actividad por la otra, quiero hacer las dos, seguir creciendo en las dos y mejorando en las dos”.

Medallista olímpico y diseñador de moda, ¿por qué quedarnos con sólo una faceta si se es bueno en las dos? Pau Echaniz es otro ejemplo más de que el deporte no está reñido con las habilidades artísticas.

Foto de RTVE

Un comentario

  • Virginia Bernardi Garrido

    Un deportista que no parece que quiera continuar después como entrenador y dedicarse a algo completamente diferente como es la moda no se ve todos los días. Grande!.

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