NADA HAFEZ: LA OLÍMPICA QUE COMPITIÓ EN PARÍS EMBARAZADA DE 7 MESES PARA LANZAR UN MENSAJE
La tiradora de esgrima egipcia Nada Hafez se hizo viral durante los Juegos Olímpicos de París 2024. No porque ganara una medalla sorprendiendo a rivales de mayor calibre, no. Y es que no se esperaba una medalla de ella, que había competido ya en las dos anteriores citas acabando en los puestos 36 y 29, respectivamente, en la competición individual de sable. En los de París no es que le fuera mejor las cosas, pues perdió en la tabla de 16 pero el anuncio que dio justo después de caer eliminada es lo que le hizo protagonizar titulares en la prensa mundial.
Nada Hafez anunció en ese momento que compitió embarazada de siete meses. No lo había dicho públicamente antes por varias razones: además de que no va contra el reglamento competir en su estado Nada no quería “poner en guardia” (nunca mejor dicho) a sus posibles rivales y que éstas, temerosas quizá de poder causarle algún daño, se vieran impedidas de desplegar todo su juego. «No habría sido justo hacia ellas», afirmó.

Nada, pese a recibir numerosas críticas en redes tras su anuncio, no fue en absoluto una irresponsable por competir en su estado y además hacerlo en un deporte en el que se compite con armas que tocan al rival. Algunos llegaron a decir que debería “haber dejado su puesto a otra” a lo que ella contestó que había sido ella en lograr la clasificación olímpica. Para empezar, ella misma es médico (patóloga clínica) y su marido también (en su caso cirujano cardiotorácico). En un principio pensó que su marido le aconsejaría abandonar la práctica deportiva pero, lejos de eso, simplemente le sugirió que acudiera a un médico especialista para ver qué le decía. Eso hizo y el médico le dijo que no era una enferma y le dio el visto bueno salvo que surgieran complicaciones -que nada tuvieran que ver en el hecho de practicar un deporte-.
Si Nada siguió adelante también lo hizo para dar un ejemplo a las mujeres embarazadas, especialmente a las mujeres árabes, a las que en ocasiones se las trata como enfermas incapaces de llevar una vida normal. “Quise dar luz a la fuerza y perseverancia de las mujeres egipcias”. En efecto, posterior a su anuncio Hafez recibió mensajes de muchas jóvenes que afirmaron que ella les había inspirado. También para poder estudiar a la vez que dedicarse al deporte. El hecho de convertirse en un referente para otras mujeres es lo que más satisfacción ha provocado en esta tiradora de esgrima, que sigue estudiando un master y desea que su hija, ya nacida, sea también olímpica en un futuro. “Ella es un ‘bebé olímpico’ en realidad”, bromea Nada. La egipcia quiso mostrar al mundo “lo que el cuerpo de una mujer es capaz de hacer”, ser un ejemplo de lo que una mujer puede hacer, incluso estando embarazada. Y no ha sido la única mujer en competir en ese estado en unos Juegos Olímpicos, incluso algunas de ellas llegaron a ganar medallas así.
Hafez reconoce que durante su preparación para los Juegos tuvo la ayuda de un coach mental que la convenciera de que no tenía que aspirar a menos por el hecho de estar embarazada ni que eso le sirviera de excusa para no ganar. Pese a que finalmente perdiera – tras superar a la número 7 del ranking Elizabeth Tartakovsky- su resultado fue uno de los mejores de una deportista egipcia en unos Juegos Olímpicos.
“Mereció la pena”, afirmó Nada tras su participación olímpica. Quizás más importante que la propia participación fue el mensaje dado al mundo.
