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TATYANA McFADDEN: LA ATLETA PARALÍMPICA QUE LUCHÓ POR LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDADES

Tatyana McFadden es la mujer más veloz del planeta. Es un hecho. Cierto que lo consigue gracias a correr en silla de ruedas, pero esta deportista ganadora de la friolera de 20 medallas en Juegos Paralímpicos es la mujer indiscutiblemente más veloz.

Nació con espina bífida en la entonces denominada ciudad de Leningrado en 1989. Sufría un desorden congénito que le paralizaba el cuerpo de cintura hacia abajo. Al nacer su madre la abandonó en un orfanato de tan pobres recursos que carecía de silla de ruedas para la niña, que pasó los seis primeros años de su vida arrastrándose con la fuerza de sus brazos. Por aquel entonces aún era desconocedora de que, mira tú por dónde, esos años de práctica fortalecerían sus brazos hasta permitirle, con los años, convertirse en la deportista de éxito que es.

Foto de Bob Martin/OIS/IOC

Estando en el orfanato, en tan pésimas condiciones, un buen día la estadounidense Deborah McFadden visitó la institución como comisionada del Departamento de Estados unidos de Servicios Humanos y de Salud. Se encariñó con la niña y decidió adoptarla. Ya en su nuevo país sus nuevos progenitores la pusieron a practicar deportes para fortalecer sus músculos y, así, la niña hizo natación, gimnasia, baloncesto en silla de ruedas, hockey y atletismo. Mientras, Tatyana sufrió diez operaciones en sus piernas. Los médicos llegaron a decir que viviría poco.

Aunque ya de universitaria jugó al baloncesto en silla de ruedas se decantó por el atletismo. Con solo 15 años debutó en unos Juegos Paralímpicos, los de Atenas 2004. Era el miembro más joven de la expedición USA y regresó con un botín de una medalla de plata y otra de bronce. Su palmarés siguió creciendo en los Juegos de Pekín 2008 (cuatro medallas más), en los de Londres 2012 (cuatro, tres de ellas de oro), Río (cuatro oros y dos platas), en Tokio 2020 conseguiría su octava medalla de oro, además de una plata y un bronce en Tokio 2020 para completar su medallero en París 2024 con un bronce. Siempre en atletismo en silla de ruedas en distancias que van de los 100m metros al maratón. Como curiosidad diremos que en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 llegó a competir en la misma final (la de 100 m) con su hermana Hannah, siendo por cierto la primera pareja de hermanos o hermanas en competir en unos Juegos Paralímpicos.

Pero Tatyana no se ciñó a los Juegos de verano, ya que llegó a competir en los de invierno de Sochi 2014 en esquí de fondo paralímpico, ganando una nueva medalla (de plata). Lo hizo delante de su familia biológica reuniéndose Tatyana allí con su madre biológica.

Foto del Team USA

Tatyana es una mujer récord en sí misma: además de tener los récords en su categoría en todas las distancias -como hemos visto es polifacética pues ha ganado medallas en 100, 200,400, 800, 1500, 5000 metros y maratón-, pasó a convertirse en una auténtica profesional de la distancia más larga y es la única persona (paralímpica o no) en haber ganado los cuatro maratones denominados ‘majors’ del mundo en un mismo año.

Tatyana es una luchadora y ha combatido en diferentes frentes. Uno lo perdió, cuando en 2012 fue la líder de los esfuerzos contra la ley rusa de ese año que prohibió la adopción de niños rusos por parte de padres estadounidenses, pero la otra la ganó. La historia de su activismo comenzó cuando era escolar y se le impidió participar en carreras junto al resto de chicas al considerar que al ir ella en silla de ruedas iba a ganar a todo el resto de corredoras. Llegaba con 15 años de ganar medallas en los Juegos Paralímpicos de Atenas y se encontró con que su propio instituto le impedía practicar atletismo y competir con su equipo. Junto a su madre demandó a su escuela por el derecho a competir en la misma pista y al mismo tiempo que sus compañeros de equipo no discapacitados. Estaban convencidas de que los niños y adolescentes con discapacidad deben tener las mismas oportunidades de participar en programas deportivos y de educación física que el resto de niños. Así, en 2006 las McFadden demandaron a su escuela ante la Asamblea General de Maryland que tuvo como resultado la aprobación de una ley -llamada Ley de Equidad del Deporte y el Ejercicio que es conocida en realidad como ‘Ley Tatyana’-, basándose en otra previa de 1973 que prohíbe la exclusión de las personas con discapacidad de las actividades que reciben fondos federales. Sin embargo, aunque su escuela permitió la participación de Tatyana en sus competiciones, no contarían los puntos que lograra para su equipo. No obstante, el logro de McFadden se vio en la práctica en 2008 cuando Maryland se convirtió en el primer estado en obligar a las escuelas a proporcionar las mismas oportunidades en educación física a estudiantes con discapacidades.

El activismo de esta descomunal deportista se completa al haber coproducido el documental “Rising Phoenix” centrado en los deportistas paralímpicos, en haber sido la coautora del libro infantial “Ya Sama!” y, especialmente, por haber creado la Fundación Tatyana McFaqdden para ayudar a jóvenes con discapacidades y proveerles con sillas de competición. Toda una luchadora que no solo pensó en ella, sino en allanar el camino a los demás con sus mismas discapacidades.

Foto de Simon Bruty/ OIS/IOC

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