RAVEN SAUNDERS: TODO UN PERSONAJE DEL ATLETISMO MUNDIAL
No se podrá negar que Raven Saunders llama siempre la atención. La subcampeona olímpica en Tokio 2020 de lanzamiento de peso atrae las miradas de todos cada vez que sale a una pista de atletismo, por muchas y diversas razones. Por ese pelo pintado de verde y morado en dos mitades, homenajeando a su héroe Hulk (cuyo apodo ha adoptado); por sus dientes de oro; por sus uñas larguísimas y doradas; por sus gafas de sol y, sobre todo, por sus máscaras. Máscaras que no se sabe si usa para aterrorizar a sus rivales, para que no se distraiga ella de todo lo que hay a su alrededor o para llamar nuestra atención. De todo eso hay y ha sido admitido por ella misma. Y es que los y las lanzadores de peso no suelen ser muy populares entre todas las modalidades del atletismo. A veces, casi ni son captados por las cámaras de televisión que apenas siguen su competición en directo. Por eso, para defender sus derechos como atletas a igual nivel que el resto, Raven se pone unas máscaras muy particulares que sin duda atraen las miradas.
Porque a Raven Saunders le gusta ser una oficiosa portavoz de muchas causas: de su especialidad deportiva, como hemos mencionado, pero también de las personas negras, del colectivo LGTBI+ al que pertenece, de los deportistas que padecen problemas mentales como ha sido su caso. Ella nos da una pista: “Es una manera de destacar y además quiero animar a otras mujeres a hacerlo”.

Ideas de suicidio han pasado por su cabeza en más de una ocasión. Un vez llegó a poner un mensaje en su cuenta de Instagram anunciado que lo iba a cometer. En otra ocasión iba conduciendo a la vuelta de su primera participación olímpica en Río 2016, cuando pensó en suicidarse. Tras esos Juegos había caído en depresión (algo que le ocurriría en más ocasiones futuras). Era joven y nadie le había preparado sobre la existencia de que, tras unos Juegos Olímpicos, los deportistas pueden caer en un bajonazo mental, como fue en su caso. Tampoco culpemos a los Juegos de Río, porque las luchas contra la depresión de Raven venían de antes, desde su infancia en medio de la pobreza hasta su paso por la universidad, donde contactó con un psicólogo y llegó a internarse en un centro de salud mental. Raven presentó entonces todo un cuadro clínico de depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático.
En su carrera como deportista no han faltado las polémicas. Nos centraremos en las dos más importantes: Cuando subió al podio olímpico de Tokio realizó el gesto de la X con sus brazos queriendo reflejar “a toda la gente oprimida”. Se autoproclamó defensora de “todas las personas en general que están luchando y no tienen la plataforma para hablar por ellos mismos”. Pero resultó que ese gesto, como cualquier otro que indicara una insinuación de expresión política, religiosa o racial, estaba prohibido por el Comité Olímpico Internacional. Así pues, se realizó una investigación sobre qué sanción darle, aunque su Comité Olímpico Nacional salió en su defensa alegando que se trataba de una expresión pacífica de apoyo y de justicia social. En medio de la investigación Raven anunció que había fallecido su madre y acto seguido el COI paró su investigación.

Su otra polémica importante fue su suspensión efectiva, pero esta vez por dopaje. Durante 18 meses estuvo sancionada por no presentarse a tres test de control antidopaje a lo largo de un año. Raven se perdió citas destacadísimas del calendario atlético por ello, pero llegó a tiempo a los Juegos de París. Sin embargo, su actuación allí a nivel deportivo puede calificarse de muy decepcionante pero a nivelde espectáculo volvió por sus fueros y siguió llamando la atención con sus máscaras, su pelo bicolor y sí, de nuevo su gesto de la X.
Identificada con Hulk por el control que tiene este personaje de su fuerza y poder, puede extrañarnos que Raven, esa lanzadora que casi “mete miedo” con su presencia tan imponente gracias principalmente a las máscaras que usa, en su tiempo libre toca el piano. La atleta acoge las características de Hulk: cuando es Bruce Banner tiene control y cuando sale Hulk en los momentos adecuados golpea todo lo que tiene que ser golpeado. Esa mezcla, según ella, es un signo de paz mental.

Un comentario
Virginia
Tendrían que haberla ayudado desde el principio. Una cosa es el espectáculo y otra el sufrimiento que seguramente sufrió.