BENJAMIN MAIER Y CÓMO SU RIVAL EL CAMPEÓN DE BOBSLEIGH FRANCESCO FRIEDRICH SALIÓ EN SU RESCATE
Con 17 años el austriaco Benjamin Maier consiguió la plata en la modalidad de bobsleigh a 2 en los Juegos Olímpicos de la Juventud disputados en su propio país, concretamente en Innsbruck. Dos años más tarde ya fue olímpico en los Juegos “grandes”, aunque sus puestos -tanto en la prueba a 2 como en el bob a 4- no fueran los esperados, no superando el 19º. Pero lo mejor estaba por llegar. Maier fue mejorando puestos hasta ganar medallas en pruebas de la Copa del Mundo, de los Europeos o el Mundial. Su progresión era clara, pero llegaron los problemas de financiación.
El bobsleigh es un deporte caro, que requiere de un vehículo altamente tecnificado sobre el que se aplican constantemente avances, así como que exige viajes tanto para entrenamientos como para campeonatos por todo el mundo. Llegó un momento en que a Benjamin Maier no le alcanzaba el presupuesto…y salió en su rescate un rival, además de otro país. Porque fue el campeonísimo alemán Francesco Friedrich el que acudió para apoyarle con fondos. Primero Maier realizó una campaña de crowfunding de la que se percató el germano. Desde ese momento se dio la paradoja y situación nada habitual de que un rival se convirtiera en el principal patrocinador de otro, con el que compite en pista. Lo han hecho en dos modalidades, tanto el bob a 2 como el a 4 y jugándose incluso medallas en Juegos Olímpicos.
Es verdad que podemos considerar a Friedrich el mejor piloto de la historia, al menos de la historia de la Copa del Mundo y que, por tanto, no debería temer la competencia que pudiera suponerle Benjamin Maier, pero Maier ha sido un piloto acostumbrado a pisar podios a lo largo de su carrera, cosa que ha hecho en decenas de ocasiones. Incluso en los entrenamientos de los Juegos Olímpicos de Pekín 22 Maier estuvo tan solo a 0.2 segundos de distancia del alemán en la prueba a 2. Pero Friedrich es un apasionado de su deporte y, como buen campeón, sabe que será mejor deportista enfrentándose a rivales de cada vez más nivel, que le pongan ante las cuerdas. El bobsleigh, por lo demás, resulta ser un deporte minoritario en riesgo de empequeñecerse si no es gracias al apoyo financiero. Friedrich no quería eso y sí ayudar a la “familia del bobsleigh”. Fue ayudar con una donación monetaria el alemán al austriaco y aparecer más patrocinadores de Maier. Fue como si el empujón que le dio Friedrich (emulando al que hacen los bobsledders a sus vehículos al iniciar las carreras) abriera la espita del resto de apoyos.
Maier, que tiene dos hermanos (Samuel y Raphael) que han llegado a ser olímpicos en skeleton y está casado con otra olímpica de este deporte de invierno (la canadiense Elisabeth Vathje), llegó a competir en dos Juegos Olímpicos más después de los de Sochi: en Pyeongchang y Pekín, casi rozando la medalla. Se da la circunstancia de que Maier y Friedrich también compartieron un honor que les une: ser abanderados de sus respectivos países en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín 22. Y se dio otra circunstancia curiosa: ambos no habían tenido apenas relación antes de producirse la ayuda de Friedrich. Al llegar a conocerse mejor a raíz de este hecho llegaron a profundizar en su relación. Sin dejar de ayudarle económicamente en ningún momento, el campeonísimo Friedrich (cuatro oros olímpicos) no dudó en apoyar al austriaco en más aspectos, como dándole valiosos consejos para que le ayudaran en competición. Generoso en grado máximo el germano.
Francesco es de la opinión que los deportistas tienen que apoyarse unos a otros y que no se centralice el poder en una nación, sabedor de que en el caso de Alemania los jóvenes pilotos ya reciben ayudas desde edad junior en forma de materiales de la mejor calidad, por ejemplo. Si otros no tienen tantos recursos, él los proporciona, como ha hecho con Benjamin Maier. Seguramente Francesco Friedrich disfrutó cuando compartió podio en un Mundial, en los dos escalones más altos, con su rival y sin embargo compañero Benjamin Maier. Ambos pueden considerarse casi tan pareja como con las que compiten en realidad oficialmente. Parte del empujón del vehículo de Maier lo ha realizado su rival Friedrich.
Un comentario
Virginia
Bonita historia, el deporte en estado puro. Así se hace más grande y competitivo y los oros valen mucho más porque hay competencia, bravo!