Concienciados olímpicos

KUO HSING-CHUN: LA CAMPEONA OLÍMPICA QUE SE PREOCUPA POR AYUDAR AL PRÓJIMO

Kuo Hsing-chun es campeona olímpica pero eso es casi lo que menos nos importa de ella. Su nacimiento estuvo lleno de dificultades, su infancia también. Haberlas superado y, sobre todo, haberlas vivido, sea quizá lo que la haya impulsado a aportar su ayuda para aquellos que ve en dificultades también. Es su generosidad y altruismo el aspecto que más nos llama la atención.

Kuo Hsing-chun es haltera taiwanesa, la primera deportista de su país en haber conseguido tres medallas olímpicas. Antes de abarcar someramente su palmarés deportivo es necesario contar sus inicios, desde el mismo día en que nació, pues lo hizo tras diez horas de largo parto y a punto de morir al haberse enrollado en su cuello el cordón umbilical. Es por ello que su familia decidió darla el nombre que ahora porta, pues su nombre suena parecido a hsing tsun, que en mandarín significa “haber sobrevivido por suerte o accidente”. Nunca conoció a su padre y tuvo que ser criada principalmente por su abuela al ausentarse su madre por causa del trabajo. En su niñez hubo de mudarse a menudo para vivir con diferentes familiares.

En el instituto conoció el deporte de la halterofilia siendo olímpica por primera vez en Londres 2012, donde acabó en sexto lugar. Desde 2013 y hasta 2021 se ha proclamado campeona mundial en cinco ocasiones. En los Juegos de Río obtuvo la medalla de bronce tras fallar en un intento por batir el récord olímpico, que la habría colocado en el primer lugar de haberlo conseguido. En Tokio 2020 por fin pudo subirse a un podio y lo hizo en el escalón más alto. En el siguiente ciclo olímpico no lo ha tenido nada fácil debido a una serie de lesiones. A pesar de las mismas Kuo ha vuelto a colgarse en su cuello una medalla olímpica, esta vez de nuevo de bronce. Estos años han sido un calvario para la taiwanesa, con lesiones en la cintura y el muslo. Kuo se ha sentido “perdida” en este oscuro periodo, pero sacó fuerzas de flaqueza no solo para estar en París, sino para salir de los Juegos con una medalla. “La gente no entendía el dolor que estaba sufriendo”, ha llegado a decir. Kuo reconoce que ha pasado por momentos en que se enfadaba consigo misma viendo lo que su sufría pro su condición física.

Pero, aparte de reconocer su esfuerzo de superación, ampliamente demostrado en París 2024, lo que nos interesa de ella es su altruismo. El dinero que ganó por la medalla de oro en Tokio lo donó a un hospital y no ha sido esa la única ocasión. Durante años realizó donaciones anónimas a otro hospital -el St. Mary-, donaciones que sólo se conocieron porque las hizo públicas el propio hospital. También realizó donaciones tras ganar el campeonato Asiático en 2013. Otro de los proyectos que quiere realizar para ayudar a su comunidad es crear una tienda donde se despachen desayunos cerca de la escuela donde estudió para “asegurar que los estudiantes vayan a clase llenos de energía”. También hay que resaltar su dedicación a los jóvenes, a los que quiere motivar para practiquen deporte y se empapen del espíritu olímpico. Para ello ha realizado una serie de conferencias sobre el mismo dedicada a los jóvenes para extender los valores olímpicos a través de la educación, además de haber donado asimismo material deportivo. Por cosas como esa admiramos a esta haltera, más allá inclusive de sus logros deportivos, que no faltan en su caso.

Foto del Comité Olímpico de China Taipei

Un comentario

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *