SARA ANDRÉS, A POR LA MEDALLA EN PARÍS 2024: “SÉ A LO QUE VOY Y ME AYUDARÁ LA EXPERIENCIA DE MIS 2 JUEGOS ANTERIORES”

La historia de la paratleta Sara Andrés, como la del resto de deportistas paralímpicos, pone los pelos de punta pero por otra parte vemos en ella, una vez más, un vida ejemplar por el coraje con el que se ha enfrentado a todos los obstáculos que le ha dado la vida. Primero el grave accidente automovilístico a los 25 años por el que tuvieron que amputarle las  dos piernas. Más tarde, cuando su carrera deportiva como paratleta marchaba de la mejor forma posible, un cáncer. Sara optó por seguir entrenando minutos después de ser informada sobre ese diagnóstico. Optó también por “rodearme de buena gente, que es la clave”. Optó por compaginar recuperación, deporte y teatro, pues forma parte del grupo Youkali Escena.

A nivel deportivo, que es lo que nos concierne aquí, ya ha participado en dos Juegos Paralímpicos, que resume así: “Los Juegos de Río para mí fueron un regalo. Fue mi primera cita internacional enorme. De entrenar y competir en España a directamente ir a unos Juegos [se había iniciado en el atletismo adaptado apenas un año antes]. Fue increíble para mí la experiencia. Además, la gente de Río encantadora, calurosa. Fue una experiencia muy bonita en contra de Tokio que estábamos solos, fue muy frío. Nuestras familias no pudieron ir. Fue una experiencia bastante más amarga, incluso yo mentalmente estaba peor porque estaba muy obsesionada con conseguir una medalla y no lo disfruté tanto como Río. Yo creo que ahora esta de París va a ser como una mezcla de las dos. Por una parte por estar muy cerca y sentirme arropada, que va a haber público en el estadio, que eso también te impulsa y por otro lado ya vengo con la experiencia de dos Juegos más, con esa tranquilidad que sé a lo que voy, así que espero que me ayude tener esa experiencia”.

Sara domina dos pruebas: los 100 m lisos y el salto de longitud -tras retirarse las de 200 y 400 m-, pero no los aborda de la misma manera: “En la prueba que me siento más cómoda, tengo más posibilidades y soy mejor es en los 100 metros lisos. La velocidad es lo que a mí me gusta. El salto se nutre de esa velocidad porque cuanto más corras también más vas a saltar, pero hay una parte técnica que se coge a lo largo de muchísimos años y que a mí me cuesta más. Tengo que decir que técnicamente soy bastante peor y tengo menos posibilidades que mis contrincantes, también por la altura al ser bajita; ellas son muy altas así que las zancadas que dan son muy largas, las prótesis las impulsan mucho más y pueden saltar, entonces me llevan un metro o metro y pico de diferencia, con lo cual tengo más dificultad en conseguir una medalla en el salto que en el 100”.

Habrán podido deducir del primer párrafo que Sara Andrés es una persona inquieta. Además de todas esas tareas a las que dedica su tiempo y esfuerzo durante años trabajó como profesora, aunque ya lleve cinco años de excedencia: “cuando competía y daba clases intentaba inculcar a mis alumnos los valores del deporte y enseñarles el deporte paralímpico, que lo conociesen, lo admirasen y también que se engancharan y yo creo que les gustaba mucho”. Labor social que ha continuado con otra actividad: la escritura de cuentos con los mismos fines: “He escrito cinco cuentos infantiles de los cuales he publicado dos y son la historia de cinco personajes con discapacidad que cuentan sus aventuras y a través de ellos vamos conociendo las distintas discapacidades, pero sobre todo se centra en esas súper capacidades que muchas de las personas que tenemos discapacidades logramos tener gracias a adaptarnos y sobreponernos a las dificultades de nuestras vidas”.

Hablamos sobre los cambios en la sociedad hacia el deporte paralímpico: “Ha habido una evolución muy grande. Yo creo que cada vez se naturaliza más lo que para mí ya es natural. Sí que es verdad que faltan referentes y por eso escribí estos cuentos, falta esa empatía desde que son pequeños, falta quitar los prejuicios que tienen los niños y creo que con estos cuentos hacemos un poquito por que la sociedad cambie y cambie a ser más sana y natural”.

Sara, que ya era una mujer deportista a nivel amateur antes del accidente (“practicaba hípica, tenis… pero nunca a nivel de competir. No hacía atletismo pero lo elegí primero por aprender a andar, luego aprender a correr y luego por elegir cualquier deporte y luego me enganchó”), nos contó las dificultades añadidas con las que le ha toca lidiar por ser paralímpica: “A veces he tenido ayudas económicas para practicar deporte, otras veces me lo he tenido que costear yo. Para entrenar y competir bastante bien en la Comunidad de Madrid y en otras hay opciones, eso ha cambiado muchísimo, puedes competir con atletas sin discapacidad…Los viajes son más complicados, te cansas más, necesitas otras necesidades que otras personas no tienen, tienes una logística un poco más compleja, pero yo no he notado en mi caso ninguna discriminación y he tenido facilidades”.

Pese a sus medallas en campeonatos mundiales aún le queda por completar su palmarés con una medalla en Juegos Paralímpicos. Le deseamos toda la suerte de la que ya es merecedora para los que se disputan en París.