FELIPE PERRONE: “PARIS 2024 ES UNA OPORTUNIDAD DE QUITAR LA HERIDITA DEL CUARTO PUESTO DE TOKIO 2020”
Felipe Perrone es uno de esos veteranos del waterpolo con mil “batallas” a sus espaldas, de esos que se las saben todas pero que siguen disfrutando de cada instante en el agua. Ha sido olímpico en cuatro ocasiones, tres de ellas representando a España pero para los Juegos de Río, los de la ciudad donde nació, quiso vivir la experiencia como local y se decidió a jugar con la selección brasileña sin importarle que, haciendo eso, perdería oportunidades de una posible medalla: “Los Juegos de Río que viví con Brasil fueron para mí más allá del deporte. Sabía de la importancia que en un país como Brasil iba a ir mucho más allá del deporte. Ahí no era una cuestión de medalla, era una cuestión de promover el deporte y que más gente pudiera tener acceso al deporte y ahí como que tenía la obligación de competir por Brasil. Mi familia sigue ahí y nací ahí, así que lo tenía que hacer. Aunque ha quedado tras esos Juegos mucho menos legado de lo que todos esperábamos, sí que hay muchísimos proyectos sociales de miles y miles de niños que hoy acceden al waterpolo y todo empezó por el movimiento olímpico”, explicó a Historias de los Juegos.
Tantos partidos jugados en la máxima cita deportiva del planeta pero aún ninguna medalla colgada al cuello en esa competición. Perrone la ha rondado, siendo quinto, sexto, octavo (con Brasil) y cuarto en sus experiencias olímpicas por este orden. Reconoce que el cuarto puesto de Tokio 2020 escoció en cierta manera: “En Tokio quedamos cuartos, que es un gran resultado, pero se te queda una heridita. Por el camino hasta París hemos ganado un Mundial, el Europeo y esto también la ha ido curando un poquito, pero sigue ahí y creo que es una oportunidad para nosotros. Sabemos que estamos entre los favoritos pero el deporte demuestra que cuenta aquel día, aquel momento, aquel minuto que sea perfecto. Entrenamos y trabajamos para ello”. Es por ello que piensa que en París 2024 ya toca y España, que lleva un ciclo olímpico con medallas de oro en Mundial y Europeo, podría por fin revitalizar unos éxitos que se escapan desde Atlanta 96: “Desde el último oro olímpico español en waterpolo en 1996 tampoco ha habido resultados internacionales constantes, sino que ha sido esporádico. Los últimos años finalmente nos hemos puesto ahí y creo que ahora es cuestión de tiempo lograr la medalla olímpica. Espero que sea en París, pero si seguimos así si no es en París será en Los Ángeles, porque realmente hay una estabilidad de resultados”.
Su larga trayectoria olímpica ha hecho que sus sensaciones en el torneo hayan ido evolucionando: “Cada Juego tiene su historia particular. El primero es una locura de sentimientos y luego vas cada vez más que no vas tanto a participar, sino a por una medalla y hemos ido así hasta el de Tokio, que como fueron un poco raros no te puedo explicar la ilusión que tengo ahora con los de París, con las gradas llenas, con la posibilidad real de ganar el oro. Es como un sueño”. Lo que tiene claro es que “la Olimpiada es especial, es el momento cumbre del deporte minoritario como el nuestro, el momento en que mucha gente disfruta del deporte; no se puede comparar con nada”.
Perrone ha jugado en las mejores ligas del mundo, como Italia y Croacia, además de la española, adonde se trasladó desde muy joven desde su Brasil natal: “He jugado en varios países pero mi casa es Barcelona, mi hijo ha nacido aquí. Va más allá del deporte. Cada país tiene sus características pero en cuanto a calidad de vida, la cultura…me siento identificado. Mi abuela era catalana y siempre nos transmitió esta cultura y manera de vivir y para mí es donde me encuentro, es de donde soy”.
Finalmente le pedimos alguna anécdota vivida en unos Juegos Olímpicos, ese torneo tan especial, y lo que primero le viene a la mente es la impresión que le causó en sus primeros Juegos -los de Pekín 2008- el comedor de la villa olímpica: “En los primeros Juegos que vives tú llegas al comedor y hay de todo, comidas de todo el mundo y nosotros empezamos a comer a lo bestia. Pasó una semana y fuimos a pesarnos y habíamos engordado”, comenta entre risas.
Solo queda que en París remate tantos años de dedicación con la ansiada medalla olímpica, a la que sin duda aspira España.
Un comentario
Virginia
Muy grande!.