Camino a París,  Entrevistas

RATCHANOK INTANON: “ME PONGO PRESIÓN A MÍ MISMA AL PENSAR QUE PUEDO GANAR UNA MEDALLA EN PARÍS 2024”

Su nombre puede parecernos extraño y de cierta dificultad en su pronunciación, pero Ratchanok Intanon es una auténtica ídolo en su país, Tailandia, donde el deporte que practica y que tantos éxitos le ha proporcionado (a ella y a su país), el bádminton, es considerado “el rey”. Ha sido la primera tailandesa -hombre o mujer- en alcanzar el número 1 mundial. Su medallero es incontable, destacando un oro individual en el Mundial disputado en 2013. Esta jugadora, que destaca por su juego ligero de pies hasta el punto de asemejarse casi a una bailarina, entró apenas con trece años en el circuito internacional.

En París disputará sus cuartos Juegos Olímpicos, habiéndose quedado casi a las puertas del podio en un par de ocasiones (fue quinta en Londres 2012 y en Tokio 2020). En París entra en el grupo de las más destacadas y con opciones de medalla. Hablamos en exclusiva con ella sobre eso y la evolución de su deporte.

Sobre cómo se encuentra de cara a los inminentes Juegos de París nos cuenta: “Pensando en los Juegos Olímpicos de París soy yo la que me pongo presión a mí misma, sobre todo cuando me paro a pensar que quizás yo pueda obtener una medalla en esa cita. Intento disfrutar jugando al bádminton, tengo que estar feliz mientras juego a bádminton. Por supuesto que me gustaría ganar alguna medalla en París 2024, pero para ello primero tengo que centrarme en mí misma y mi juego”. Quizás sea su última ocasión de acudir a una cita olímpica. Lo sabe y quiere que esta vez no se le escape una medalla. Esta vez vivirá los Juegos de una forma diferentes a las ocasiones pasadas: “En París disputaré mis cuartos Juegos Olímpicos, así que no creo que ir allí me suponga vivir la experiencia, puesto que ya la he vivido en tres ocasiones. Es más luchar para encontrar mi mejor puesta a punto, estar en mi mejor momento de forma, lograr encontrar el control de juego. La verdad es que todas las jugadoras sentiremos presión”.

Dice que es ella la primera en poner presión, pero puede que sienta ya la que le causan las jóvenes jugadoras de su propio país que, como hemos mencionado antes, es una potencia en este deporte, como otros países de la zona del Sureste asiático donde el bádminton es prioridad y se sigue de forma masiva: “Es cierto que mi país goza de un gran nivel en bádminton. Considero que es muy bueno que haya tantas jóvenes con muy buen nivel ya. Cuando me retire sabré que detrás mío vienen otras jugadoras de gran nivel en mi país, así que eso es bueno”.

Ratchanok nos repasa sus tres pasadas experiencias olímpicas: “En Londres 2012 no me esperaba gran cosa de mí, pero obtuve buenos resultados. En Río 2016 sí que esperaba más de mí, pero acabé perdiendo [acabó novena]. Naturalmente cada jugadora quiere hacerlo lo mejor que sabe en cada partido, pero el día de mi eliminación no pude dar todo lo que era capaz. En Tokio 2020 tenía una lesión de rodilla recuperándome de ella apenas una o dos semanas antes de los Juegos, así que no acudí a esa cita olímpica en la mejor forma. Para mí el resultado de Tokio estuvo bien, caí en cuartos de final ante Tai Tzu-Ying [que luego alcanzara la final, perdiéndola ante Chen Yufei], pero para mí estuvo bien”.

Intanon, que fue elegida como abanderada de su país en los Juegos de Río, celebra que “el bádminton se haya convertido en un deporte popular, lo es ahora más que cuando yo empecé”. Hay que destacar en ella que ha ayudado económicamente a sus padres, trabajadores en una fábrica, con los premios que ha ido consiguiendo gracias al bádminton. Su padre pudo así abrir una tienda y han abandonado los niveles de auténtica pobreza que tenían antes. Ratchanok, de niña, acompañaba a sus padres a la fábrica mientras jugaba en las pistas de bádminton de la misma (otra muestra más de lo popular de este deporte en Tailandia).

Preguntamos a Ratchanok finalmente por Carolina Marín, una de sus mayores rivales con la que quizá se tenga que cruzar en los Juegos de París: “Carolina Marín se ha recuperado de su seria lesión, aunque ahora no es tan joven como antes y el mundo del bádminton femenino ha cambiado notablemente. Ya no es un deporte tan técnico, sino que cuenta más que antes la potencia. Se va pareciendo más al bádminton que juegan los hombres pero, en mi opinión, el que jugamos las mujeres es más estético, más bonito. Pero es genial que Carolina haya vuelto y se haya puesto en forma de nuevo”.

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