VANESA CHICHÓN, ÁRBITRO DE ESGRIMA: “HE TENIDO QUE ESCUCHAR QUE ME PONEN ENTRE LOS 3 MEJORES DEL MUNDO PORQUE SOY MUJER”
Hoy dedicamos este espacio a alguien sin cuya presencia no habría competición: un árbitro o, mejor dicho, una mujer árbitro. Y lo es de un deporte en el que especialmente tiene mucho peso su labor, pues su participación a lo largo del encuentro no solo es fundamental, sino continua, como ya veremos. Se trata del deporte de la esgrima y la protagonista es la española Vanesa Chichón, que estará presente en los Juegos de París 2024.
Antes de ser árbitro fue deportista, forma ideal de todo árbitro: “Yo empecé a hacer esgrima cuando tenía 14 años y estuve haciendo esgrima hasta los 25/26 años, en que me retiré. Mientras era tiradora había veces en que arbitraba alguna competición de categorías inferiores. Conseguí la licencia de árbitro nacional y en el 2013 me presenté a la licencia de árbitro internacional y conseguí las licencias de sable y de espada. A nivel nacional tengo licencia para arbitrar las tres armas [más el florete]”. En efecto, pese a ser un único deporte cada arma tiene sus peculiaridades y las licencias como árbitro se dan por arma, no de forma general. Vanesa con cuenta las diferencias: “Siempre dicen que la más difícil de arbitrar es el sable, que es mi especialidad, por así decirlo. Es el arma más rápida; suceden muchas cosas en muy poco tiempo. En milésimas de segundo pasan cosas que para una persona no acostumbrada es incapaz de verlo. La espada es un poquito más de reglas y el florete es una mezcla entre las dos porque es rápida pero es también de reglas; es un arma de convención, es decir, tiene prioridad el que ataca, pero es un arma intermedia”.
Decíamos que el árbitro en esgrima interviene mucho. Eso ocurre especialmente desde que existen las revisiones de vídeo: “Los tiradores pueden solicitar la revisión de vídeo en un asalto a 15 dos veces cada tirador, si tienen razón no pierden el vídeo y el árbitro puede ir al vídeo las veces que necesite. Creo que en los Juegos de Pekín 2008 aún no había revisiones de vídeo, pero siendo yo árbitro siempre ha habido en competiciones internacionales. En competiciones nacionales nos apañamos como podemos. Bueno, en competiciones internacionales hay vídeo a partir del cuadro principal, en las rondas de clasificación no hay, tienes que intentar hacerlo lo mejor posible y tratar de equivocarte lo menos posible”.
Quien haya seguido alguna vez una competición de esgrima habrá notado que las revisiones de vídeo son numerosas y que para “provocar” que se realicen o, simplemente, para que el árbitro conceda directamente un tocado a determinado tirador éste en muchas ocasiones realiza aspavientos intentando “demostrar” que el tocado es suyo y no de su rival. Los árbitros ya están acostumbrados a tanto “paripé” confesado por los mismos tiradores– pero a veces surten efecto: “Es inevitable que en algunas ocasiones hayamos caído los árbitros en las “trampas” de los tiradores cuando fingen que el toque es suyo. Tú intentas hacer tu trabajo, el tirador intenta hacer su trabajo también. El tirador me tiene que convencer que el tocado es suyo, sobre todo en el sable. En el sable el 80/85% de los tocados es una decisión del árbitro. Cuando se encienden las dos luces el árbitro tiene que tomar la decisión de para quién es el tocado. Es una especie de teatro: ellos hacen su teatro y tú como árbitro tienes que hacer el tuyo y hacer tu trabajo. Yo intento ser honesta y dar el tocado como de verdad lo veo. Por supuesto que me equivoco como todo el mundo, pero por mucho que griten o por mucho que celebren, si no lo veo así, lo siento pero no doy el tocado. Lo curioso es que luego te lo reconocen, te levantan el dedo como diciendo “sí, si es verdad”. En el sable los tiradores hacen el show para intentar ganar el tocado”.
Para evitar posibles errores ha habido desarrollos técnicos: “He notado mucha evolución. Por ejemplo en el Mundial de Milán para controlar el tiempo en la espada ya no tenemos un mando a distancia; ahora tenemos una especie de pulsador que te lo pones en el dedo y con un movimiento del dedo índice accionas el cronómetro. Eso evita problemas como que no dé tiempo a pulsar para parar el tiempo”.
Vanesa Chichón confiesa que ha sufrido discriminación por género en alguna ocasión: “Desgraciadamente he notado alguna discriminación por género. Todavía tengo que escuchar el “claro, seguro que te ponen porque eres mujer”, por parte de tiradores e incluso de compañeros. Cuando escuchas eso tampoco puedes hacer mucho. Simplemente tienes que hacer tu trabajo lo mejor posible y demostrar que no estás ahí por ser mujer”. Eso pese a ser nombrada entre los tres mejores árbitros del mundo: “También he tenido que escuchar ‘Claro, estás entre los tres mejores del mundo porque eres mujer’”. Igual que ha vivido evolución -y la consiguiente mejora- a nivel técnico para desarrollar mejor su labor, la española también ha observado que ha habido un crecimiento en el número de mujeres arbitrando en esgrima: “En espada sí que hay más mujeres árbitros, pero en el sable eran muy pocas. La primera mujer que arbitró en unos Juegos Olímpicos fue una turca en Río 2016. Desgraciadamente en Tokio 2020 en sable no hubo ninguna y este año somos once en París 2024 en total. Sí que he visto evolución para que haya más mujeres árbitros”.
En París vivirá sus primeros Juegos Olímpicos, algo que le hace tanta ilusión como a los deportistas el poder clasificarse para unos: “Me hace muchísima ilusión estar en los Juegos Olímpicos. Cuando empecé en esto del arbitraje jamás pensé que llegaría a unos Juegos Olímpicos. Ya que estoy, si pudiera arbitrar una medalla sería maravilloso”. Vanesa Chichón se emociona tanto o más que un atleta que se visualiza ya en los Juegos: “En París serán mis primeros Juegos Olímpicos. En realidad no llevo tanto tiempo arbitrando sable, sólo llevo dos temporadas a nivel senior, pero lo llevo dentro desde que era pequeña. No quiero pensar en los Juegos Olímpicos porque no quiero ponerme nerviosa, pero ya viendo fotos de dónde es la competición no me quiero ni imaginar cómo será. Yo creo que hasta el momento en que esté allí no voy a ser muy consciente de lo que está pasando”. Antes de ir a París, nos cuenta, todos los árbitros irán a Atenas a un seminario en Atenas donde les dan instrucciones para que todos tengan el mismo criterio, aunque “durante los cuatro años de la Olimpiada vamos a muchas competiciones y allí vamos cogiendo experiencia, ya no solo en el arbitraje, sino en cómo comportarte”.
Le deseamos lo mejor en París 2024 a esta árbitra que también formará parte de la representación española en los Juegos y que se ha ganado su puesto como el que han de ganarse los deportistas.
Un comentario
Virginia
Que todo le salga bien y disfrute su experiencia olímpica y que cierre boquitas.