JIM ABBOTT: EL CAMPEÓN OLÍMPICO DE BÉISBOL QUE NACIÓ SIN UNA MANO
Por mucho que hayamos conocido historias increíbles de deportistas olímpicos no dejan de sorprendernos algunas como la que trataremos aquí en esta ocasión: la de Jim Abbott, campeón olímpico de béisbol…habiendo nacido sin su mano derecha. Y no hablamos de Juegos Paralímpicos, sino de los Olímpicos, en concreto los de Seúl 88.
A Jim siempre le gustó practicar deportes. Sus padres le insistían para que practicara el fútbol (soccer) ya que al jugarse con los pies la ausencia de mano no incidiría prácticamente en el juego, sin embargo Jim se sentía atraído por el béisbol. Ciertamente sufrió “bullying” de niño y siempre que podía se metía el muñón en el bolsillo para que no se notara la ausencia de mano. Esa falta de mano le hizo trabajar más que el resto de sus compañeros los cuales, siendo ya de equipos profesionales (pues Abbott llegó a militar en seis de la MBL) no dejaban de observar asombrados la gran capacidad que tenía Jim en arreglárselas sin una mano. Le costó muchas horas de práctica, la mayoría de ellas lanzando durante incontables horas una pelota contra una pared durante su adolescencia, pero lo que realizaba lo hacía con tanta velocidad y habilidad que se volvía casi imperceptible al ojo humano. Abbott, que obviamente era zurdo, colocaba el guante de béisbol en su muñón derecho; tras lanzar la pelota con su mano izquierda cambiaba a gran velocidad el guante a su mano izquierda para poder manejar cualquier pelota que fuera en su dirección.
Y no estamos hablando de un jugador cualquiera, de nivel simplemente “aceptable”. Tiene varios récords, como se uno de los únicos tres pitchers de su década en ganar su primer partido profesional; también fue el primer pitcher de Estados Unidos en 25 años en ganar a un equipo cubano en Cuba. En sus inicios le fue concedido el Premio James E. Sullivan como el mejor atleta amateur de 1987. Ya el hecho de que entrara entre los elegidos por el equipo olímpico de su país, primera potencia mundial del béisbol, revela su valía. El estar diez años en la liga profesional más poderosa es otro dato destacable pero incluso lo es más un hito histórico que realizó durante un partido de la misma: realizar un “no-hitter”. Se trata de algo tan raro y tan difícil de realizar que diremos como dato que los Yankees sólo han conseguido 13 en los más de 18.000 partidos disputados desde 1903. Se produce cuando uno o varios lanzadores no permiten hits durante todo el transcurso del juego, que consta de al menos nueve entradas.
A veces los equipos rivales se han intentado aprovechar de la ausencia de mano de Abbott lanzándole bolas bateadas suavemente, pero eso no parece afectarle. Al contrario, como hemos mencionado, se dedica a practicar más horas que sus compañeros para compensar esa carencia.
Jim Abbott reconoce que el deporte le ha ayudado para aceptarse tal como es y que las dificultades que ha encontrado en su vida le han empujado a encontrarse destrezas y fuerzas “que no creía que tuviera”. Quizá esas enseñanzas que ha tenido para sí mismo le hayan impulsado a ayudar también a otros, es por ello que en la actualidad, ya retirado de la práctica deportiva, se dedique a dar charlas motivacionales además de comentar en televisión Juegos Olímpicos. También destacable es su labor como filántropo, puesto que ha donado más de 100.000 dólares a una organización (“Amigos de los Niños”) que se dedica a proteger a niños californianos en riesgo de exclusión.
Un comentario
Virginia
El lema olímpico se cumple aquí a las mil maravillas. Menudo ejemplo de superación.