YANE MARQUES: DIO A CONOCER EL PENTATLÓN MODERNO EN BRASIL
Lo más probable es que ni les suene su nombre, pero Yane Marques hizo historia por doble partida: se convirtió en la única atleta del hemisferio Sur en ganar una medalla olímpica en el deporte del pentatlón moderno y dio a conocer esta modalidad, tan sumamente minoritaria, a todo su país, Brasil.
Tan popular se convirtió esta completa deportista de Pernambuco que, ante su sorpresa, fue elegida en la votación para ser la abanderada brasileña ni más ni menos que en los Juegos Olímpicos a disputar en su casa, en Río. Para ello obtuvo el 49% de los votos, batiendo al jugador de voleibol Sergio Santos, campeón en Atenas y subcampeón en Pekín y Londres y al regatista Robert Scheidt, que consiguiera el oro olímpico en los Juegos de Atlanta 96. El mérito está en que Marques no solo no había conseguido proclamarse campeona olímpica, frente a sus competidores (logró el bronce en Londres 2012, eso sí), sino que además era representante del posiblemente deporte menos seguido de entre todos los olímpicos. Es más, Yane ni siquiera tenía pensado estar presente en la ceremonia de apertura, ya que su competición no haría su aparición hasta días más tarde, el 18 de agosto en concreto. Pero la elección para ser la abanderada brasileña sobrepasó las expectativas de nuestra protagonista hasta el punto de declarar que le “rebosaba de alegría”.
Yane se inició en natación y en voleibol. En el deporte del agua comenzó a los doce años y a los quince ya se convirtió en una campeona. Hasta los 19 años no se fijó en el deporte en el que acabaría ganando fama, el pentatlón moderno, y apenas un año más tarde ganó el campeonato nacional y el sudamericano. Esa modalidad deportiva la descubrió en 2003, cuando fue invitada a una competición que combinaba dos deportes (aún no los cinco del pentatlón) organizada por la recientemente creada federación brasileña de pentatlón moderno. Marques ganó dicha competición y fue invitada a convertirse en pentatleta.
En 2007 había conseguido la medalla de oro en los Juegos Panamericanos, que conllevaban además la clasificación olímpica para Pekín 2008, sus primeros Juegos, pero en la capital china Yane sólo pudo ser 18ª. Quizás ese mal resultado fuera el que llevara a Yane a tomar la decisión de unirse al ejército de su país, también debido a que la beca que aquél le proporcionaba y las facilidades para entrenar supusieran un beneficio que ella enseguida apreció. También considera que los valores del deporte y los militares se asemejan en el sentido de la disciplina, compromiso, dedicación y responsabilidad que ambos exigen. Así, tenemos a esta pentatleta participando en los Juegos Militares Mundiales, donde conseguiría tres medallas. Entre tanto ya se había alzado al tercer puesto del ránking mundial del pentatlón moderno.
En esa tesitura llegó a los Juegos de Londres de 2012, con grandes expectativas de medalla. En ellos conseguiría, en efecto, la ansiada medalla que además la auparon al segundo puesto del ránking mundial. En ese ciclo olímpico que siguió a Londres Yane Marques conseguiría medallas en campeonatos Mundiales, sin ir más lejos, por lo que los Juegos Olímpicos a disputar en su país se veían con optimismo para repetir la hazaña lograda en Londres, pero la brasileña acabaría en un decepcionante 23º puesto. Eso sí, Marques ya había logrado algo aún más importante: dar a conocer su deporte en su país, tarea nada fácil.
Desde entonces sus tareas en el mundo del deporte no han cesado ya que fue nombrada presidenta de la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Brasileño, fue embajadora de los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018, Secretaria Ejecutiva de deportes de la prefectura de la ciudad de Recife, en fin, una deportista con inquietudes y que no ha dado por finalizada su entrega al deporte una vez retirada de la práctica deportiva.
Un comentario
Virginia
No siempre una medalla es lo máximo, también que te quieran y te valoren.