NATALIA PARTYKA: LA CAMPEONA PARALÍMPICA QUE HA PARTICIPADO EN CUATRO JUEGOS OLÍMPICOS

Natalia Partyka nació sin su brazo derecho hasta el codo pero eso no le ha impedido ser olímpica en tenis de mesa. Sí, olímpica, han leído bien. Ha participado en cuatro Juegos Olímpicos (desde Pekín 2008 hasta Tokio 2020) y quiere repetir hito en los de París. Es verdad que en ellos sus resultados no han sido muy destacables pero paralelamente ha arrasado en los Juegos Paralímpicos, en los que ha ganado seis oros, una plata y dos bronces. Como ella dice, “disfruto más los Juegos Olímpicos porque en ellos no tengo la presión que tengo en los Paralímpicos, ya que en los Olímpicos no se me exige ganar”.

Natalia, nacida en la ciudad polaca de Gdańsk, empezó a jugar al tenis de mesa cuando contaba siete años al darse dos circunstancias: ya jugaba su hermana mayor y además tenía un club de tenis de mesa cerca de su casa. Empezó a ir a torneos y campus deportivos con la comunidad de paratletas y fue verlos a ellos lo que le motivó a seguir. “Estos deportistas me mostraron que una discapacidad no era el final del mundo. Para mí fueron grandes modelos a seguir”. Y Partyka empezó a hacer historia.

Porque con tan solo once años se convirtió en la paralímpica de su deporte más joven en participar en unos Juegos Paralímpicos -los de Sídney 2000- y cuatro años más tarde batiría otro récord: el de jugadora de tenis de mesa más joven en ganar un oro en unos Juegos Paralímpicos (los de Atenas 2004). No se conformó con todo esto, sino que pasados otros cuatro años volvió a hacer historia siendo la primera en su deporte en competir en Juegos Olímpicos y Paralímpicos. En Pekín 2008 sólo ella y la nadadora sudafricana Natalie du Toit realizaron semejante logro.

En su categoría es sin duda la atleta a batir, la peor rival que se pueda tener. Su palmarés así lo acredita. Pero para ella competir es más importante que incluso ganar: “No todos los participantes en Juegos Olímpicos o Paralímpicos se van de ellos con medallas, pero ganar medallas no es lo esencial. Lo que cuenta es el camino, la poderosa lección de vida que es participar, que es lo que merece la pena”. El deporte le ha ofrecido, según cuenta, ensanchar sus horizontes gracias a los viajes que supone y el conocer a tantas personas. Afirma que le debe todo al deporte y que aún quiere ayudar a contribuir en mucho en él y para ello no duda en aprovechar la posición que ya ha adquirido en su deporte para promocionarlo entre la gente discapacitada creando oportunidades para ellos mediante becas que ella misma ha creado.

Es verdad que ha realizado muchos sacrificios y que, naturalmente, llegar a su nivel le ha supuesto mucho trabajo, especialmente en su empeño por batirse con jugadoras sin ninguna traba física. “Al principio parecía imposible que alcanzara ese nivel pero no me rendí. Cada día me esforzaba para demostrar que nada es imposible y que podía hacer cualquier cosa. El tenis de mesa me ha convertido en la persona que soy hoy”.

Ella ha conseguido muchos éxitos en su carrera pero por encima de todos los triunfos y medallas Natalia Partyka considera que “el éxito es tener una pasión y poder realizarla. Es crecimiento, trabajo, perseverancia”. Lecciones de vida que, una vez más, nos ofrece una campeona paralímpica.