ASUNCIÓN LORIENTE: “LAS MUJERES TAMBIÉN EXISTIMOS EN LA GESTIÓN DEPORTIVA Y TENEMOS QUE DEMOSTRAR QUE ESTAMOS AHÍ”
Asunción Loriente es de las poquísimas mujeres presidentas de una federación española de un deporte olímpico. Mantenerse en el cargo podemos decir que incluso le ha costado más que llegar, pues tuvo que superar una moción de censura de tintes que se podrían definir como retrógrados e incluso casposos, pues se le achacaban “razones” que no eran tales y que ella apechugó y superó.
No es ilógico que esté al mando de la Federación Española de Remo, pues el remo ha estado muy presente en su vida y en la de su familia, muy vinculada a ese deporte en diversas facetas: su padre fue presidente de la Federación Asturiana, sus hermanos compitieron y ella, que empezó de niña a practicar el remo, pasó a ser árbitro internacional: “Mi padre era presidente de la Federación Asturiana en la época en que se empezó a introducir el remo olímpico y fue entonces cuando nos “empujaron” un poco a las niñas a probar esta disciplina porque sí que es verdad que el remo tradicional estaba orientado a los hombres y las niñas no lo practicábamos y ahí empezó el “boom” de las niñas con el remo”. Asunción vio pronto que su sitio no estaba en la competición como deportista y se fue acercando más a la parte de los árbitros: “Fui poco a poco introduciéndome y ahí sí encontré mi sitio”.
En su trayectoria como árbitro vivió experiencias algo diferentes respecto a nivel nacional e internacional: “Al principio a nivel nacional éramos muy pocas chicas de jueces. Cuando hice el examen en el 84 hicimos el examen más de veinte personas y mujeres seríamos cuatro. A veces no sabían dónde ponernos, qué hacer con nosotras. Luego, cuando demuestras que vales lo mismo igual que ellos, es verdad que en general no hemos sentido discriminación. A nivel internacional desde luego que no. Hay bastantes mujeres arbitrando y la Federación Internacional es muy cuidadosa para esas cosas y ahí estamos en igualdad”.
Ahora es presidenta de la federación pero lo curioso es que no era esa su meta en un principio, sino que su llegada fue circunstancial: “La federación llevaba unos meses un poco inestable y el presidente, que había sido elegido pocos meses antes, dimitió porque no tenía los apoyos necesarios. El caso es que unas cuantas personas, que éramos miembros de la Asamblea y que llevábamos en el remo mucho tiempo, estábamos viendo con mucha preocupación lo que estaba pasando. Aunque no había sido nuestro candidato nos pusimos de su parte, echarle una mano para que sacara adelante su proyecto y no tuviera que dimitir. Tras su dimisión empezamos a buscar candidatos. Uno de los nombres que salió fue el mío, salieron otros más, pero todos los otros tenían una excusa mejor que la mía, como siempre digo, para decir que no. Una vez llegados a ese punto si entendían que el paso lo tenía que dar yo, pues lo daba yo”.
Y sí, es lo que muchos pueden estar pensando: se topó con algunos cafres a los que ver a una mujer al frente no acababa de gustarles: “Encontré algunas trabas desde el día uno porque siempre hay quien no acepta que sea una mujer. Cuestionaban también que hubiera sido un árbitro, consideraban que había demasiados árbitros en la federación. Cuando a uno no le gusta una persona o un proyecto cualquier excusa es buena. Es verdad que como yo no me pongo trabas no atiendo a las que me ponen otros. Si uno recopila un poco piensa que ‘madre mía, son pesadísimos’. Yo procuro que no me afecten estas cosas; tengo la suerte de que no me tomo nada de manera personal, pero es verdad que la moción de censura no fue un trago agradable y acaba pasando factura porque los que están a tu alrededor sufren y te preguntan si realmente me merece la pena todo esto. Considero que me merece la pena porque si hemos llegado hasta aquí no voy a marcharme y dejarlo en manos de todos estos que su único argumento es que me quieren quitar a mí. Porque si hubiera un proyecto mejor que el mío, bienvenido sea, pero no es el caso. Todo esto me hizo más fuerte”.
Frente a los opositores Asunción Loriente recibió el apoyo de muchos, especialmente de la Prensa y del Consejo Superior de Deportes: “Recibí apoyos, entre otros, del CSD, porque lo que al final quiere son buenos resultados internacionales y que se trabaje bien, y eso lo estábamos consiguiendo. Este ciclo olímpico se han mejorado los resultados de muchos años previos. Ellos tienen que apoyar un proyecto deportivo que funciona. Afortunadamente estamos saliendo de años y años de malos resultados. Yo entiendo que ahora que está empezando a funcionar no nos lo vamos a cargar otra vez”.
Pero lo más importante fue que recibió el apoyo de quienes más importan: los deportistas: “Si en algún momento flaqueé me empujó el apoyo de todos los deportistas, de los técnicos, de los clubes, del remo de verdad, y eso lo he tenido desde el primer momento. Si ellos me dicen que la cosa no funciona soy la primera que me voy. La política federativa tiene estas cosas. El sistema que puede parecer muy representativo luego en la práctica no siempre es así. Una moción de censura es perfectamente lícita, pues a afrontarla”.
El ataque que sufrió no tenía base alguna: “Me llegaron a decir que mi junta directiva era un chiste. Nombré vicepresidenta a una árbitro que está en la Comisión de Árbitros de la federación internacional porque por lógica entiendo que a nivel internacional si alguien me tiene que sustituir quién mejor que ella, que ya está posicionada en la federación internacional. Hay a quien eso le pareció mal, preguntándome cuántos votos aportaba ella, cuando no se trata de aportar votos, se trata de trabajar para el proyecto”.
Asunción pone el dedo en la llaga del deporte español: “Llevamos cuarenta años sin evolucionar en el deporte porque en las federaciones se trabaja con la mentalidad de los votos que se aportan. Yo creo que hay que darle la vuelta: quién quiere trabajar, quién puede aportar nuevas ideas, nuevos proyectos, quién se va a comprometer. Ése es el que se tiene que poner a mi lado en mi junta directiva. No alguien que como su federación tiene seis votos y los maneja y van a hacer lo que él quiera tiene que estar aquí. Esos apoyos siempre son cautivos y vendidos”.
Posteriormente ha llegado a recibir críticas por “no perderse ningún acto”, pero si lo hace, es porque “tengo que estar porque si no me ven, no existo. Yo estoy harta de ir a un foro o a una reunión y ser la única mujer o que haya dos. Me tengo que poner de colores vistosos para que me vean. No es que yo sea mejor que ninguno de ellos, pero yo también existo. Las mujeres también existimos y es lo que tenemos que demostrar, que estamos ahí y que lo hacemos tan bien y tan mal como ellos”.
No se siente pionera porque antes que ella ha habido otras mujeres presidentas, “pero es verdad que con todo el revuelo de la moción de censura se me ha visto mucho y aunque es una cosa que me da mucho pudor y vergüenza creo que es una cosa que tenemos que usar en la buena manera. Hay muchas mujeres en segunda línea, gerentes, secretarias… que a lo mejor no se atreven a dar ese paso, que lo den. Parece que a ellos ya se les supone que van a ser fantásticos gestores y lo van a hacer todo bien y a nosotras se nos cuestiona 23 veces. Pues no, nosotras podemos exactamente igual”.
Un comentario
Virginia
Me da mucha rabia que ella tenga que demostrar que vale al 130% y un hombre,solo por el hecho de serlo tenga el camino allanado y puede que ese hombre sea un cafre pero ni lo piensan los que votan. Vamos despacio pero vamos. Le deseo lo mejor a una presidenta que lucha como la sra. Loriente.