MEGAN RAPINOE: LEYENDA E ICONO DEL FÚTBOL FEMENINO

Es un hecho: el fútbol femenino está en alza. Y si nos ponemos a pensar en quién ha sido, hasta el día de hoy, su máxima figura a nivel mundial nos viene a la cabeza enseguida el nombre de la estadounidense Megan Rapinoe, quien además consiguió coronarse como campeona olímpica.

Esta californiana procedente de una modesta familia y con una hermana gemela que también se ha dedicado al fútbol empezó a interesarse por este deporte a la tierna edad de tres años tras ver jugar a su hermano Brian. Pero Brian cayó en la droga siendo aún adolescente y fue detenido. Contamos este hecho porque Brian puso fin a sus malos hábitos de vida desde el momento en que vio los éxitos de su hermana en el fútbol, que le inspiraron.

Detallar la carrera primero a nivel juvenil y luego a nivel profesional de Rapinoe nos llevaría demasiado tiempo. Tan solo mencionar que ha jugado en siete clubes, tanto en su país como en Australia y Francia y que el número de sus títulos, goles, asistencias y premios apabulla. Centrémonos en su carrera en la selección, a la que ha llevado a lo más alto: dos títulos mundiales, además de ser una vez finalista y la mencionada medalla de oro olímpica en la edición celebrada en Londres 2012 a la que hay que sumar un bronce obtenido en los Juegos de Tokio 2020.

Megan Rapinoe ha sido un pilar fundamental en cada equipo -incluida la selección- en el que ha formado parte. Lo curioso es que su aportación más destacada a nivel de selección se produjo cuando ya contaba 34 años cuando en la final del Mundial de 2019 hizo historia al convertir un penalti ante Países Bajos que la convertía en la jugadora de más edad en realizar un gol en una final de un Mundial femenino. Pero ésa no sería su aportación más destacada, sino otra también histórica y mucho más espectacular: Megan Rapinoe es la primera y única futbolista, hombre o mujer, en marcar un gol olímpico (el realizado sacando desde un córner) en unos Juegos Olímpicos. Lo hizo en los Juegos de Londres, en la semifinal ante Canadá y repitió la hazaña en los Juegos de Tokio, en este caso ante Australia.

Megan ha participado en tres ediciones olímpicas: además de las exitosas ya citadas de Londres y Tokio también estuvo en las de Río, aunque en esa ocasión su equipo acabó en quinto lugar. Pero, aun siendo su palmarés espectacular, Megan Rapinoe destaca por su personalidad y sus acciones fuera del terreno de juego. Activista es quizá la característica que más la define. Luchadora por los derechos de colectivos sin duda es otro de sus rasgos fundamentales. Ha destacado en su afán por lograr la igualdad de salarios y premios entre hombres y mujeres en el mundo del fútbol. Sus quejas públicas son notorias y cuando vienen de boca de una crack del balón como ella tienen un mayor alcance. También es una abogada del colectivo LGTBI. No es de extrañar, por tanto, que haya recibido la Medalla Presidencial de manos de Joe Biden y que la revista Time la haya considerado entre las 100 personas más influyentes del mundo.

Megan Rapinoe es, definitivamente, una luchadora de las causas que considera que merecen la pena, como arrodillarse ante el himno nacional de su país en apoyo al jugador de la NFL Colin Kaepernick. Rapinoe no ha dudado en llegar hasta los tribunales para lograr la paga igualitaria entre jugadores y jugadoras de fútbol. Pero sus luchas no quedan ahí, sino que continúan activamente dentro del Comité Olímpico de Estados Unidos trabajando de manera filantrópica para la Red de Educación Gay, Lesbiana y Heterosexual además de ser embajadora de Athlete Ally, una ONG centrada en acabar con la homofobia y la transfobia en el deporte. Junto a su compañera Alex Morgan forma parte de la campaña Common Goal por la cual da un uno por cierto de su salario a obras benéficas relacionadas con el fútbol. De nuevo junto a Alex Morgan a la que esta vez se unió su pareja, la jugadora de baloncesto Sue Bird, creó la fundación TOGETHXR dedicada a la mujer deportista y a favorecer la repercusión del deporte hecho por mujeres, apoyando especialmente a jóvenes. “Está hecha para romper barreras”, definió nuestra protagonista.

No cabe duda que a Rapinoe no le cuesta pronunciarse por “temas candentes” como en favor de las jugadoras de la selección española, homenajeando a la campeona olímpica de baloncesto Brittney Griner cuando ésta aún estaba detenida en una cárcel rusa o directamente habla de política, en su caso en contra de Donald Trump.

Icono de las luchas de diversas causas está claro que la figura de Megan Rapinoe trasciende sus -numerosos- logros deportivos, sobre todo teniendo en cuenta que la categoría femenina de su deporte necesitaba de un empujón que ella fue si no la primera, la gran figura que se atrevió a darle.