NATALIE DU TOIT: LA PARALÍMPICA QUE CONSIGUIÓ PARTICIPAR EN UNOS JUEGOS OLÍMPICOS

La nadadora Natalie du Toit es parte de la historia olímpica y, lo que es más importante, una fuente constante de inspiración para todo aquel que la escuche y/o haya seguido su trayectoria. Porque esta sudafricana ha logrado algo quasi inédito: competir tanto en Juegos Olímpicos como en Paralímpicos (en Olímpicos con una pierna amputada, de ahí el mérito).

Natalie ya competía internacionalmente con 14 años. A esa edad ya ostentaba el récord de su país de los 400m. Conseguía medallas internacionales y a punto estuvo de clasificarse para los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Y entonces ocurrió un accidente que, por esta vez, no le cambió la vida -ya veremos por qué-, pese a la gravedad. Natalie volvía de entrenar en la piscina en su motocicleta cuando un coche impactó contra su pierna izquierda. Por entonces contaba 17 años. A los cinco días los médicos la informaron que no se podría salvar su pierna y tuvieron que amputarla.

Pero esta nadadora no quería renunciar a su sueño de ser olímpica, así que fue labrando su camino hacia la siguiente cita olímpica -la de Atenas 2004- participando en primer lugar en los Juegos de la Commonwealth de Manchester celebrados en 2001 y lo hizo tanto en las pruebas para atletas paralímpicos como para los que no lo son. Era la primera vez en la historia en que un deportista paralímpico se clasificaba para una prueba para los que no lo son. En la ceremonia de clausura de ese evento deportivo se le entregó un premio especial como “la deportista más destacada de los Juegos”.

Los Juegos de la Commonwealth no fueron los únicos en los que participó a nivel internacional para nadadores sin discapacidades…consiguiendo además medallas. Pero llegó el momento soñado de participar, por fin, en su sueño olímpico. Lo logró en la cita de Pekín 2008, donde sería elegida como abanderada de su país tanto en los Juegos Olímpicos como en los Paralímpicos, algo hasta ahora nunca repetido. También fue la primera amputada en clasificarse para un evento olímpico de natación. Lo hizo nadando -sin prótesis- en la natación de aguas abiertas. Acabó en el puesto 16º, lo cual no está nada mal, teniendo en cuenta que al carecer de la pierna izquierda, su pierna derecha tiene que trabajar el doble, lo que le provoca calambres cuando nada largas distancias.

Du Toit se retiró tras los Juegos Paralímpicos de Londres, habiendo ganado un total de trece medallas de oro y dos de plata en Juegos Paralímpicos. Los premios conseguidos fuera de la piscina han sido también abundantes, destacando el Premio Laureus a la Deportista Paralímpica del año en 2010, por citar sólo alguno. Pero más destacable, si cabe, ha sido su trayectoria posterior, dedicada a dar charlas motivacionales, pues su capacidad para inspirar a los jóvenes a perseguir sus sueños es notable. Acude a escuelas, empresas y a grupos de personas en general donde habla de cómo enfrentarse tanto a los buenos como a los malos momentos. También se ha convertido en una portavoz del deporte limpio, carente de dopaje.

Su determinación fue clave para no abandonar su sueño olímpico y el de seguir en la natación, con pierna o sin ella. Nunca renunció a su sueño y trabajó el doble para conseguirlo. Su participación en los Juegos Olímpicos de Pekín ya supuso un triunfo tanto para ella como para todos los que se encuentran en su situación. Otros grandes campeones olímpicos la han alabado por no haberse rendido y es un ejemplo también para ellos.