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ELLIE DOWNEY: OTRA VÍCTIMA DE LA SALUD MENTAL EN LA GIMNASIA

Cuando la gimnasta británica Ellie Downey anunció su prematura retirada lo que más dolió fueron los motivos: preservar su salud mental y poder ser feliz. El deporte de élite, que le había proporcionado éxitos y medallas destacables, le hacía infeliz, aunque lo más correcto sería decir que no era el deporte en sí el causante de sus problemas sino las personas con poder a su alrededor. Porque mucho tiene que ver que años antes tanto ella como su (también exitosa) hermana Beckie hubieran denunciado abusos sufridos durante años por parte de sus entrenadores. ¿Víctima por partida doble por ser dejada de lado por los entrenadores tras sus acusaciones? Muy posiblemente.

Ellie Downey, que cuenta en su palmarés con dos medallas mundiales, diez europeas -entre ellas un oro- y una participación olímpica, puede presumir de ser la primera gimnasta británica en ganar un título all-around. La primera vez que destacó a nivel internacional fue precisamente en unos Juegos Olímpicos, aunque de la Juventud, en los de 2014, donde ganaría cuatro medallas. Tan solo contaba 15 años cuando ganó la primera medalla en un concurso completo para Gran Bretaña: el bronce en un Europeo. Su introducción en el equipo nacional estaba cantada pero su vida dentro de él no fue un camino de rosas.

En los Juegos Olímpicos de la Juventud. Foto de Getty Images

Antes hablaremos de su paso por los Juegos Olímpicos. Ellie debutó en los de Río. Ya en la ciudad brasileña, disputando la clasificación, cayó dando con su cabeza en el suelo realizando una acrobacia durante el ejercicio de suelo, lo que le impidió acabar con su rutina. Volvió en la siguiente rotación para clasificarse en la final del concurso completo, aunque en éste acabara en 13ª posición, siendo quinta por equipos. Son cosas que pueden pasar, pero lo que fue totalmente imprevisible fue lo que le ocurrió en el siguiente ciclo olímpico -amén de la pandemia que afectó a escala global-.

Primer capítulo del principio del final: En 2020 tanto ella como su hermana Beckie anuncian abusos en la gimnasia británica. No, no llegaron a extremos de abusos sexuales, pero sí de otro tipo que tampoco han de desdeñarse. Las hermanas declararon que los abusos en la gimnasia británica estaban “completamente normalizados”. Algunos ejemplos sufridos por ellas mismas: desde hacerlas entrenar estando lesionadas hasta someterlas a un control constante de peso hasta el punto de hacerlas “sentir vergüenza”. A Ellie la obligaban a enviar fotos de ella en ropa interior para demostrar que no había engordado ni un gramo. Siendo aún adolescente la exigieron perder seis kilos en dos semanas “o habría consecuencias”. Los entrenadores también registraban su mochila buscando comida escondida. Otras gimnastas del grupo realizaron acusaciones parecidas, como que las llamaran “gorda” e “hipopótamo” o ser forzadas a entrenar con las manos lesionadas hasta el punto de sangrar. Ellie descubrió que unas pastillas que ella creía eran analgésicos contra el dolor eran en realidad pastillas para adelgazar. Las hermanas Downie, en su denuncia, tachan de “cruel” e “inhumano” el comportamiento del cuerpo técnico hacia las gimnastas: “estábamos en un ambiente de miedo y abusos mentales”.

Ellie (a la derecha) con su hermana Beckie en Río 2016. Foto de Getty Images

Estas denuncias llevaron al semiostracismo a Ellie. Los entrenadores empezaron a apartarla de las convocatorias y la situación se agravó cuando utilizaron de excusa la más triste de las noticias: la inesperada muerte, a los 24 años de edad, de su hermano Josh durante un entrenamiento de cricket debido a un paro cardíaco motivado por una condición genética (cardiopatía arrítmica) que no se le había detectado. Esto ocurrió en las vísperas de las pruebas de selección olímpica. Ellie pidió un tiempo de pausa para estar con su familia. Adiós a los Juegos de Tokio. Por razones como esa los entrenadores fueron apartando a Ellie, pero la situación ya venía de antes, cuando realizó las denuncias. La gimnasta se sentía ignorada: “Me dejaban claro que no me querían en el equipo”. Ellie llegó a llorar sentada en un banquillo; ningún entrenador se acercó a ella. Al Mundial de 2022 fue de reserva pese a cumplir todos los criterios para ser titular. Todo sumaba para hundirla más.

Así llegamos a la conclusión temida: la retirada antes de tiempo al no sentirse apoyada por los que debían hacerlo. Asimismo la ya exgimnasta sufre secuelas que le han quedado de esos años “tóxicos e insanos”, como seguir escondiendo comida, pese a estar ya retirada. Desencantada por la falta de efectos reales que tuvo su denuncia y caída en el ostracismo por parte de los entrenadores Ellie Downie adoptó la única medida que le quedaba: retirarse para intentar ser feliz. Ahora plasmará su experiencia en jóvenes gimnastas a las que ya está entrenando. Ellas saldrán ganando teniendo a una campeona como Ellie Downie de entrenadora, pero el equipo nacional británico perderá a una de sus mejores activos.

Foto de David Ramos/Getty Images

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