NIKITA DUCARROZ, MEDALLISTA OLÍMPICA DE BMX FREESTYLE: “LOS RIVALES TE AYUDAN A MEJORAR HACIENDO COSAS CADA VEZ MÁS ARRIESGADAS”
Nikita Ducarroz es otro ejemplo de en qué gran medida puede ayudar el deporte en casos de problemas de salud mental. Esta medallista de bronce olímpica en Tokio 2020 en la modalidad de BMX Freestyle (que precisamente debutó en esos Juegos) dice en voz bien alta que “el deporte me salvó la vida”. Conoció el BMX por YouTube y pronto se aficionó a él. Pero durante un tiempo lo tuvo que compaginar con sus problemas de ansiedad, ataques de pánico y otras situaciones que le impedían incluso salir de su casa. Empezó a sufrirlo cuando tan solo tenía 13 años y ahora su objetivo, al margen de los resultados deportivos, es su proyecto personal (junto a su amigo Patrick Kelly) “Mind Tricks”, que consiste en publicar posts en Instagram con el fin de que lleguen a más personas con problemas de salud mental, que hablen de ellos y reducir el estigma que dichas cuestiones parecen producir. Se comparten así historias que afectan a muchos, como le afectaron a ella, y se ayuda a superarlas hablando libremente sobre ellas. “Si a mí me sirvió abrirme a los demás esto puede ayudar a otros”.
Nikita es una mezcla de culturas y países. Nacida en Francia de padre suizo-francés y madre estadounidense de origen siciliano y asirio, pudo haber elegido competir tanto por Estados Unidos como por Suiza y eligió este último país y lo hizo por una simple explicación que nos dio: “Al principio no competíamos representando a países. Cuando tuve que elegir por qué país competir me sentía conectada de igual forma a mis raíces suizas y estadounidenses y como no había competidoras de Suiza vi que era una gran oportunidad para hacer crecer este deporte allí y, con suerte, hacerlo conocer a más gente que nunca habían oído hablar de él. Incluso he podido apreciar que, tras mi medalla olímpica, este deporte ha crecido de alguna manera en Suiza, aunque llevará tiempo. Es además un país pequeño como para que pueda crecer tanto como en otros lugares, pero ya empezó a crecer con la creación de los campeonatos nacionales y creando una selección. Espero que todo eso ayude a que siga creciendo y que los jóvenes que se incorporen tengan más oportunidades para competir por todo el mundo para que, en un futuro, puedan ir a unos Juegos Olímpicos”.
Su deporte, una reciente incorporación al calendario olímpico, es practicado masivamente por jóvenes en circuitos urbanos y con mucha adrenalina que explota en dichos circuitos realizando trucos que parecen imposibles y que dejan a los espectadores con la boca abierta. Ella lo ve de esta manera: “Mi deporte es muy especial. Es por ello que muchos de los que lo prueban se quedan y siguen practicándolo. La comunidad que se crea alrededor tuyo se acaba convirtiendo en tu familia y aunque seamos rivales en las competiciones entrenamos juntos, practicamos juntos; son tus amigos, tus compañeros, los que te empujan a intentar trucos nuevos, a mejorarte y a hacer cosas cada vez más arriesgadas. Sin el apoyo que nos damos unos a otros no seríamos capaces de progresar tanto como lo hacemos”.
Reconoce que fue afortunada en el difícil periodo para todos en general del confinamiento por la pandemia ya que pudo entrenar más que nunca, a diferencia de las dificultades que muchos deportistas de élite padecieron: “Tuve mucha suerte de trasladarme a la academia de Daniel Dhers una semana antes del confinamiento mundial por la pandemia, ya que allí pude entrenar durante el mismo. Tuvimos que cerrar el skate park al público pero los profesionales pudimos entrenar. Estábamos viviendo allí en una burbuja juntos. Eso tuvo mucho que ver en mi progresión. En lugar de estar viajando para las competiciones pudimos entrenar más que nunca, día tras día. Fue duro pero mereció la pena y se vieron los resultados”.
Ya en Tokio 2020 la helvética se llevó la medalla de bronce tras una muy buena primera ronda, pese a que falló en la segunda: “No diría que me esperaba una medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero trabajé para ganármela. Definitivamente era mi objetivo. En Tokio estuvieron ciclistas increíbles y por ello nunca sabes quién podrá llevarse una medalla, así que haber sido capaz de haber sido una de las que se llevó medalla es realmente especial. En la final de Tokio hice una primera ronda digamos que fácilmente. El plan era completarla hasta el final sin fallos, por lo que estuve satisfecha de haberla acabado bien y tenía pensado un plan para la segunda ronda, pero caí. Espero hacerlo mejor en una próxima ocasión”.
Y de nuevo fue afortunada ya en la competición olímpica pues, pese a que no hubo espectadores en los Juegos, en las pruebas de BMX Freestyle sí que se pudo ver a bastante gente en las gradas apoyando a los deportistas. Bien es cierto que todos ellos eran componentes de las delegaciones, pero en cualquier caso impidieron ver unas gradas vacías, como ocurría en el resto de deportes: “No puedo comparar el ambiente que se vivió en Tokio respecto a otros Juegos porque nunca antes estuve en otros pero sí que se pudo apreciar a bastante gente -de los equipos- en las gradas animándonos. Las gradas estaban prácticamente llenas y animaban mucho. Se parecía mucho a una competición “normal”. No me sentí de forma diferente respecto a otras competiciones con público”.
Finalmente Dukarroz nos habla de sus planes para la próxima cita olímpica: “En los Juegos de París espero hacer lo mismo que en Tokio y salir de allí con una medalla y espero esta vez hacer una buena segunda ronda, ser capaz de completar la ronda que he planeado y en la que he estado trabajando todos estos años. Conseguirlo me hará salir de los Juegos feliz”.
Un comentario
Virginia
Gran ejemplo de superación