ELEANOR HOLM: LA CAMPEONA OLÍMPICA EXPULSADA POR POLÉMICA
Eleanor Holm tenía tan solo 14 años cuando fue olímpica por primera vez. Fue en los Juegos de Ámsterdam de 1928 y acabó quinta. Cuatro años más tarde ya se subió a lo más alto de un podio olímpico, alzándose con el oro en la prueba de 100 metros espalda en los Juegos de Los Ángeles. Y eso que esta hija de un bombero y prima de un jugador profesional de baloncesto por aquellos días iba de un estudio a otro de Hollywood haciendo pruebas de cámara pues era una de las 14 chicas (otra de ellas era, por ejemplo, Ginger Rogers) coristas de Busby Berkeley. Ya se veía entonces que el futuro de esta nacida en Brooklyn iba a traspasar el deporte de alta competición para asentarse en el mundo del espectáculo.
Es verdad que Eleanor Holm ganó el oro olímpico en una final que contó con la ausencia de la campeona entonces vigente debido a la picadura de un insecto, pero las capacidades de Eleanor estaban fuera de toda duda. No se bajó del primer puesto en cada competición en la que tomó parte durante siete años, lo que la convirtió en favorita para un nuevo oro en la siguiente cita olímpica de Berlín en 1936. Sin embargo, Eleanor no llegaría a la capital alemana como integrante de la expedición estadounidense debido a un incidente que protagonizó cuando la delegación aún se encontraba en medio de su singladura por mar a bordo del SS Manhattan. Las crónicas cuentan que fue expulsada al ser encontrada ebria en las fiestas que se organizaban en el barco, en lugar de acostarse a las nueve como se exigía a los deportistas de la expedición. Eleanor había sido invitada a una fiesta a bordo dos días después de la partida. Demasiadas copas de champán motivaron su inmediata expulsión, pese a la petición de revocarla realizada por dos centenares de compañeros deportistas, quienes pidieron al mismísimo presidente del Comité Olímpico Estadounidense -Avery Brundage- que levantara el castigo, pero el presidente alegó que su comportamiento estaba sentando un mal ejemplo en el resto. Eleanor siempre defendió que su expulsión se debió a un rencor personal de Brundage hacia su persona. Sea como fuere, a la llegada a Hamburgo del barco hacía ya días que Holm ya no formaba parte del equipo olímpico de su país. No hizo un viaje en balde, no obstante, puesto que pronto fue contratada para realizar crónicas de los Juegos para la International News Service. Se cuenta además que en Berlín no dejó de asistir a fiestas, en este caso realizadas por las autoridades nazis.
A la vuelta de Berlín Eleanor entró de lleno en el mundo del espectáculo. Protagonizó una película de Tarzán: “La venganza de Tarzán”, junto a otro olímpico, Glenn Morris. Junto a su segundo marido se dedicó a participar en espectáculos acuáticos por todo Estados Unidos al lado de un viejo conocido de los Juegos Olímpicos: Johnny Weissmuller.
El último escándalo que protagonizó fue su divorcio con el empresario Billy Rose, según el cual recibió una cuantiosísima suma equivalente en la actualidad a unos 300.000 euros…al mes, además de otros pagos. Fue denominado en Estados Unidos “la guerra de los Rose”, quizá inspirando a una famosa película posterior en décadas. Lo que es cierto es que el talento deportivo (consiguió por ejemplo siete récords mundiales en el estilo de espalda) quedó sumergido entre los escándalos que protagonizaba por su vida disoluta (se cuenta que tenía 131 pares de zapatos, once abrigos de pieles, etc.) y excéntrica, como regalar por Navidad un trozo de carbón envuelto en bonos del Estado por valor de 10.000 dólares. Todo un personaje.
Un comentario
Virginia
Menuda historia,yo creo que aquí el deporte le importaba poco.