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ÍTALO FERREIRA: EL PRIMER CAMPEÓN OLÍMPICO DE SURF Y SU HISTORIA DE PELÍCULA

Energía, apoyo familiar, cualidades, empuje generacional y aparición a tiempo de un cazatalentos es lo que ha hecho del brasileño Ítalo Ferreira el campeón olímpico que ahora es. Es más: el histórico primer campeón olímpico de surf, deporte que debutó en los Juegos de Tokio 2020.

El nacido en Baia Formosa conforma una historia digna de una novela. No en vano ya se han realizado varios documentales sobre su vida, auténticamente de película. Su determinación y ganas fueron las que que le llevaron a realizar una carrera exitosa en el surf, con el colofón de todo un oro olímpico. Porque nadie podría pensar, viendo sus humildes orígenes, que podría formarse un campeón teniendo en cuenta las carencias en sus inicios. Hijo de un pescador y de una limpiadora de pescado la familia Ferreira claramente no tenía dinero para comprar una tabla de surf para el pequeño Ítalo, que desde niño manifestó interés por el deporte del surf. Así, usaba las cajas de poliestireno que usaba su padre para el pescado y con esas se apañaba Ítalo, hasta que sus primos le prestaron una tabla en condiciones.

Foto de EFE

Siendo aún un niño (doce años) fue descubierto por el entrenador Luis “Pinga” Campos, quien ha sido el responsable de la aparición de todo un grupo de talentos brasileños sobre las olas, creándose una auténtica generación de destacados surfistas. Apoyado ya por Campos, Ferreira no hizo más que mejorar y sus triunfos internacionales fueron cayendo uno a uno. De entre toda la pléyade de campeones surfistas brasileños que coincidieron en el tiempo Gabriel Medina se ha convertido en el mayor rival de Ferreira formando ambos uno de esos dúos competitivos que todo aficionado espera ver participar juntos.

Mientras tanto, se acercaban los Juegos Olímpicos de Tokio. Ferreira ya había protagonizado un documental sobre su vida y obra, pero le pidió al equipo que no lo lanzara hasta pasados los Juegos, porque sentía que iba a hacer algo grande en ellos y podría añadirse al material. Como se sabe, vaya que si hizo algo grande, porque ganó…pese a toda una serie de graves impedimentos que parecían impedirle incluso la participación olímpica. Veamos: Cuando se disponía a partir para el clasificatorio olímpico hacia Japón, desde Estados Unidos, sufrió el robo de su coche llevándose los ladrones lo que contenía en su interior que no era sino su pasaporte y visado. Pese a que el surfista inmediatamente intentó a través de sus redes que le fueran devueltos sus documentos éstos no aparecieron. Se impuso entonces volver a sacarse el pasaporte y el visado, lo que le llevó un tiempo de tal manera que perdió el vuelo. Una vez conseguidos los documentos tuvo que comprarse otro billete de avión…pero un tifón demoró la salida en 18 horas. En fin, llegó a Japón…pero no sus cosas, así que tuvo que esperar a otro vuelo posterior para recuperarlas. Finalmente fue corriendo hacia la localidad donde se disputaban las pruebas clasificatorias de los Juegos sin tabla ni bañador. Al llegar le dijeron que ya había empezado la prueba. Menos mal que un compañero le prestó su tabla. Ítalo participó en pantalones y tuvo que realizar deprisa y corriendo una actuación lo suficientemente buena como para obtener la plaza olímpica. No eran ni mucho menos las mejores condiciones, pero era eso o decir adiós a los Juegos. Ítalo Ferreira lo consiguió. De no haber creído en sí mismo y haber decidido no tirar la toalla su nombre no habría sido inscrito como el primer campeón olímpico de surf.

Ya en Tokio 2020 consiguió la que fue primera medalla de oro de Brasil en esa edición olímpica. En la final superó al japonés Kanoa Igarashi contra viento y marea porque el brasileño empezó rompiendo su tabla pero se recuperó y cogió buenas olas. Huelga decir que ahora es un héroe nacional, admirado además por sus orígenes humildes y su afán de superación. Sus características son su velocidad, su repertorio de aéreos y su capacidad de giros y maniobras. Es lo suficientemente joven como para defender su oro en las playas de Tahití, sede del surf en los Juegos de París 2024. Colocado a la altura casi de un Pelé o un Ayrton Senna para el público de su país, si Ferreira repitiera oro olímpico su leyenda se agrandaría aún más.

Foto de Yuki Iwamura/AFP

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