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DIEDE DE GROOT: ESA DESCONOCIDA LEYENDA DEL TENIS

Diede de Groot es una leyenda del tenis y sigue en activo y en su mejor momento, pudiendo mejorar su ya increíble palmarés. Pero, ¿habían oído antes su nombre? Posiblemente no, porque Diede es una campeonísima del tenis en silla de ruedas, un deporte en expansión, casi podríamos calificar de reciente y, por desgracia, aún demasiado desconocido para el público en general.

Decimos que Diede de Groot es una leyenda porque ha conseguido lo que durante años, décadas, no han podido lograr ni los Roger Federer, Rafa Nadal o Novak Djokovic del tenis: completar los Grand Slam de tenis en el mismo año. Es más, Diede consiguió el Golden Slam, pues a los cuatro Grand Slam sumó en el mismo año el oro en los Juegos (en su caso, Paralímpicos). Algo que antes sólo había conseguido Steffi Graf en 1988.

2021 fue el año de Diede de Groot. No es que haya que despreciar el resto de su carrera, tan exitosa como para contabilizar un total -hasta el momento en que se escriben estas palabras- de 61 torneos. Ha ganado 22 de los 23 Grand Slam disputados, contando con un récord de 69 victorias consecutivas. Como decimos, 2021 fue el año en que encadenó las victorias en los cuatro Grand Slam sumando el oro olímpico en Tokio. Es más, también se proclamó campeona paralímpica de dobles.

Campeona en Tokio de dobles. Foto de OIS/Bob Martin

Leer los resultados, cuajados de triunfos, de esta tenista neerlandesa puede llegar a abrumar…y le queda una gran carrera por delante. A los 21 años ya era número 1 del mundo. Un mundo del tenis en silla de ruedas que ella misma ha visto evolucionar en todos los aspectos: desde el número de participantes en torneos internacionales hasta la inclusión del tenis en silla de rueda en los Grand Slam, puesto que -y este dato puede llegar a sorprendernos- el tenis en silla de ruedas no entró en Wimblendon hasta 2016 en su modalidad individual y en el Open de Australia hasta 2007, aunque se celebraba sí, pero en fechas diferentes al torneo hermano de tenis.

Diede nació con una longitud diferentes en sus piernas y su cadera no estaba bien formada. Su primer regalo de cumpleaños, al cumplir un año, fue una prótesis, la primera de muchas. Tuvo que pasar por el quirófano en varias ocasiones para estabilizar su cadera pero sus piernas seguían teniendo diferentes longitudes. De pequeña nadaba pero a los siete años empezó a practicar el tenis en silla de ruedas dentro de un programa de rehabilitación. Diede no podía practicar un deporte solo con su prótesis, pues no aguanta de pie con ella más de diez minutos. Se imponía usar una silla de ruedas. Cerca de su casa había pistas de tenis, deporte que ya practicaban tanto su abuela como algunos primos, así que Diede se decidió por el deporte de la raqueta.

Con de sus numerosos trofeos de Grand Slam ganados. Foto de Getty Images

Acudió a sus primeros Juegos en Río y de la ciudad brasileña ya se llevó una medalla, la de plata en torneo de dobles. Por entonces era aún apenas una adolescente, por lo que los años posteriores fueron los de su boom hasta llegar a ese 2021 inmejorable. Bueno, en 2024 podría llegar a igualarlo si consigue el oro en París 2024 y los cuatro Grand Slam, cosa que parece muy posible porque prácticamente torneo en el que participa Diede torneo que gana o, cuanto menos, es finalista. Pero entre tanto torneo y tanto entrenamiento De Groot encuentra tiempo para cooperar con diversas causas, como trabajando para la Fundación Esther Verger que tiene como objetivo que los niños con alguna discapacidad física puedan practicar algún deporte. También es embajadora de la KNLTB, que se dedica a promocionar el tenis en silla de ruedas en Países Bajos. En el mismo sentido, colabora con el Fondo deportivo para discapacitados, que facilita la práctica de deportes cerca de casa a personas con discapacidad.

El tenis en silla de ruedas le ha proporcionado a Diede la posibilidad de viajar por todo el mundo y, lo que es mejor, sentirse (y ser) una persona independiente. La única aspiración con la que sueña es que, en un futuro no demasiado lejano, el público llegue a pagar entrada para ver a estos tenistas en silla de ruedas que proporcionan tanto o más espectáculo que sus colegas famosos: “No espero que nadie prefiera ver tenis en silla de ruedas a un partido de Nadal, pero sí que les apetezca acudir a una pista a vernos porque somos increíbles”.

Foto de OIS/IOC

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