OLÍMPICOS QUE GANARON MEDALLAS EN JUEGOS DESPUÉS DE SUPERAR UN CÁNCER
Todos sospechábamos que los deportistas de élite están hechos de una pasta -física y mental- especial, pero de los que vamos a hablar a continuación nos muestran ejemplos de superación increíbles. Se trata de deportistas que han competido en Juegos Olímpicos tras superar un cáncer…y además lo han hecho ganando medallas incluso. Sí, sabemos que muchas personas vuelven a su rutina habitual tras superar un cáncer, pero dedicarse a una profesión física muy exigente donde se enfrentan a los mejores del planeta y superarlos es digno de admirar. Vayamos con algunos ejemplos:
-La regatista china Xu Lijia ofreció sus mejoras prestaciones después de operarse de un tumor. Se lo descubrieron en un control médico rutinario poco antes de los Juegos de Atenas 2004. Los médicos le encontraron cáncer de huesos en su rodilla izquierda. En principio quiso esperar a realizar la necesaria operación hasta después de los Juegos, pero fue advertida de que el tumor podría extenderse con demasiada celeridad hasta el punto de necesitar una amputación. Xu se operó, perdiéndose los Juegos de la capital griega pero a cambio no solo recuperó su salud, sino que conseguiría dos medallas olímpicas posteriormente: el bronce en la siguiente cita olímpica, en su propio país, y el oro en la de Londres 2012, siempre en la clase Laser Radial.
-Otro regatista, en este caso argentino, que ha superado no solo un cáncer sino que ha batido récords de longevidad es Santiago Lange. Su trayectoria era ascendente, participando en las citas olímpicas desde los ya lejanos Juegos de Seúl 88 (aunque estuvo ausente en Barcelona 92). En Atenas conseguiría por fin la ansiada medalla: el bronce en la clase Tornado, misma medalla que conseguiría en Pekín 2008 en esa misma clase. En esas que en 2015 le detectan un cáncer en el pulmón. Fue operado extrayéndole el 25% del volumen pulmonar. Al año siguiente la federación internacional de vela le nombraría Regatista del Año y en 2018 fue elegido para encender la llama en la ceremonia de inauguración de los Juegos de la Juventud. Pero su carrera no finalizó allí. Solo un año más tarde gana no ya una medalla olímpica, sino la de oro en la nueva prueba mixta de Tornado, junto a Cecilia Carranza. En Tokio 2020 siguió participando, con 60 años, pudiendo vivir uno de los momentos culminantes de su carrera, al convertirse en el abanderado de su país.
-La remera canadiense Emma Robinson ya era una destacada deportista antes de caer enferma. En los Juegos de Atlanta 96 se hizo con la plata en la competición estrella de ocho, a la que siguió una racha imparable de medallas en campeonatos mundiales en distintas categorías del remo. Justo en medio de esa racha se le detecta cáncer de tiroides. En marzo de 1999 tiene que operarse pero en su mente estaba poder participar en los Juegos de Sidney, a celebrar al año siguiente. Aunque por sus resultados previos era favorita en la prueba de dos sin timonel sólo puede acabar cuarta, junto a su compañera Theresa Luke. Sin embargo, estaba por llegar el premio a la constancia y al no rendirse: la medalla de bronce en la prueba de ocho remeras. Actualmente Emma Robinson trabaja como radióloga.
-La atleta jamaicana Novlene Williams supone un caso especial. Pese a que ella era conocedora de padecer cáncer de mama antes de los Juegos de Londres decidió ayudar a su equipo de relevos 4×400 a ganar una medalla y así ocurrió, subiendo al segundo cajón del podio. Solo en 2013 hizo pública su enfermedad. Justo después de los Juegos londinenses se hizo una masectomía y en enero de 2013 tuvo que pasar de nuevo por el quirófano. Su palmarés olímpico se completó antes y después de su enfermedad: bronce en Atenas, plata en Pekín y de nuevo plata en Río, siempre en el relevo 4x400m. La jamaicana ha declarado que correrá “por todas las supervivientes de cáncer de mama que existen”.
-Finalizamos con otro ejemplo que pone los pelos de punta. El nadador neerlandés de aguas abiertas Maarten van der Weijden era un talento prometedor desde bien joven. En 2001, al comienzo de su carrera, se le diagnosticó una leucemia que se pensaba iba a acabar con su carrera como deportista definitivamente. Sin embargo, dos años más tarde volvió a las aguas, primero en piscina para pasar más adelante al incipiente deporte de la natación en aguas abiertas. En 2004 batió un récord de más de cuatro horas nadando en un lago con el fin de recaudar fondos para la investigación contra el cáncer. Lograría donar 50.000 euros. Paralelamente las medallas en grandes campeonatos iban cayendo de su lado sin olvidar nunca su “misión” contra el cáncer, no en vano su página web se llama Maarten van der Weijden nada contra el cáncer. Llegamos a los Juegos de Pekín de 2008. Allí el neerlandés gana el oro en la prueba de 10km de natación en aguas abiertas. Incluso retirado de la competición ha seguido nadando para recaudar fondos para la investigación contra el cáncer. Se calcula que lleva donados más de 6 millones de euros.
Ejemplos todos ellos que nos hacen reflexionar a los comunes mortales y nos sirven de inspiración. Definitivamente esta gente está hecha de otra pasta.
Un comentario
Virginia
Efectivamente son especiales, hay veces que nos quejamos por nimiedades¡