Legendarios

MARK TODD: EL JINETE LEGENDARIO QUE EMPAÑÓ SU TRAYECTORIA

Mark Todd es el claro ejemplo de cómo empañar con un feo gesto una impecable trayectoria. Vayamos por partes. Todd es un neozelandés nacido en 1956 con ocho participaciones olímpicas a sus espaldas. En la penúltima de ellas, ocurrida en los Juegos de Londres 2012, igualó al tirador de esgrima húngaro Aladár Gerevich en ser el olímpico en lograr medallas con el intervalo de tiempo más lejano entre su primera medalla y la última: 28 años. Porque Todd no es un olímpico del montón. Posee cinco medallas, a saber: oro en Los Ángeles 84 en la prueba individual de concurso hípico completo (el que engloba pruebas de doma, saltos y carrera hípica campo a través), medalla de oro que repetiría en Seúl 88, donde además sumaría el bronce por equipos; en Sidney 2000 se hizo con el bronce individual y en Londres 2012 el bronce por equipos. Además, ha estado presente en Barcelona 92, Atlanta 96, Pekín 2008 y Río 2016. Es decir, solo se ausentó en la cita de Atenas 2004. De hecho, ya iba a participar en los Juegos de Moscú 80, pero el boicot se lo impidió. Y hay que destacar que cuando no ha salido con una medalla al cuello de unos Juegos Olímpicos se ha debido a lesiones de sus caballos en algunos de los casos.

Este neozelandés se apasionó a los caballos desde niño, cuando competía ya pero sobre ponys. En un principio se planteó desarrollar su carrera profesional como jockey pero era demasiado alto, por lo que se pasó al salto ecuestre. Sobre sus habilidades montando y saltando se ha dicho que sería “capaz de ganar montando sobre una vaca lechera”. Otra de sus rivales llegó a afirmar “podría hacer que un mono saltara 4 pies (=más de un metro)”. Por cierto, durante años se dedicó a ser granjero viéndose forzado a vender gran parte de su rebaño para empezar su carrera como jinete.

Foto de Trevor Meeks

En 1978 empezó su exitosa carrera en la prueba hípica más dura, la que combina las tres existentes y que se alargar durante tres días: la del concurso completo. Todd se mudó a Inglaterra y empezó a ganar grandes pruebas internacionales. El caballo que más le representa se llamaba Charisma y con él sería con quien ganaría sus dos oros olímpicos, pese al relativamente pequeño tamaño del equino. En 1988 Mark Todd llegó a ser nombrado Deportista del Año en su país, Nueva Zelanda. Desde entonces ha batido récord tras récord: el olímpico más longevo, el que más Juegos ha disputado (siempre de su país y de entre los más del mundo)…De entre sus prolíficos años compitiendo hemos de citar, no obstante, un episodio gris, cuando un diario británico le acusó de haber consumido cocaína justo antes de los Juegos de Sidney. La polémica casi le costó a Todd el puesto en la selección, poniendo en riesgo su participación olímpica en unos Juegos, recordemos, en los que acabaría ganando el bronce individual.

Otro momento triste para el jinete -pero de signo bien distinto- ocurrió durante los Juegos de Río, cuando le tocó ser el último integrante de su selección en participar en la prueba por equipos. Nueva Zelanda se encontraba en posición como para alzarse incluso con el oro. Sin embargo, Todd falló, cometiendo cuatro derribos. Su país acabaría en la cuarta plaza.

Foto de la polémica al pegar a un caballo. Foto de The Times

Todos estos contratiempos durante su carrera suponen poca cosa si lo comparamos con el escándalo que ha protagonizado estando ya retirado como jinete pero ejerciendo de entrenador. En la primavera de 2022 se dio a conocer un vídeo (realizado en realidad dos años antes) que se convirtió en viral al instante y que dejaba en muy mal lugar a la leyenda hípica neozelandesa. En él se veía cómo golpeaba en repetidas ocasiones a un caballo con una rama durante una clase. Todos se volvieron contra él y con razón, pues semejante actitud está prohibida por las autoridades hípicas que no dudaron en sancionarle y retirarle el permiso para entrenar. El propio Todd tuvo que declarar que se sentía “avergonzado” por los hechos cometidos. Los comunicados de las autoridades fueron duros, declarando que una persona que trabaja tratando animales no puede maltratarlos de semejante forma. La sanción, no obstante, le duró poco a Mark Todd: apenas cuatro meses, tras los cuales podría volver a ejercer como entrenador en competiciones. El daño ya estaba hecho: literal (al propio caballo) y metafóricamente hablando, pues el expediente de este bicampeón olímpico, figura indiscutible del deporte neozelandés, ha quedado manchado para siempre.

Foto de Kit Houghton/Horse Talk

Un comentario

  • Virginia

    Seguramente ellos también tienen que estar preparados pero aquí quien gana el oro es el caballo,disputar tantas Olimpiadas demuestra que no tiene tanto desgaste y es el caballo el que hace el 90% del esfuerzo. Entrenan al caballo y después es cosa del equino. Si maltrata a quien te hace todo el trabajo es que no eres tan bueno.

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