ESTADIOS OLÍMPICOS 17: EL OLIMPICO DE ROMA
El estadio que albergó los Juegos Olímpicos de Roma 1960 tuvo una larga historia previa a los mismos, es decir, no fue construido -como pasa en muchos otros casos- con el propósito de albergar unos Juegos. Sus orígenes se remontan a 1927, ideado para formar parte de un conjunto llamado en la actualidad Foro Itálico (en su entorno está situado el centro acuático, el estadio de tenis y el estadio del Marmi) que en su momento se llamó Foro Mussolini. Su primera denominación fue Stadio dei Cipressi. Se encuentra en una zona que Mussolini quiso desarrollar en la capital italiana con amplios espacios, conteniendo monumentos antiguos y contemporáneos y con edificios funcionales de grandes volúmenes. Sus obras comenzaron en 1927 pero no fue inaugurado -y parcialmente- hasta 1932. Ese año se cambió el proyecto con el fin de convertirlo en un proyecto gigantesco para que albergara hasta 100.000 espectadores, de ahí que pasó a ser llamado Stadio dei Centomila. Se aprovechó la ladera del Monte Mario para colocar las gradas, pero los trabajos de construcción fueron interrumpidos por la II Guerra mundial. Fue en esa época cuando se celebraron aquí desfiles militares y eventos deportivos gimnásticos.
Una nueva fase en la vida de este estadio nació a raíz de la reanudación de sus obras en 1950. El estadio vivió una completa remodelación en vistas a acoger los Juegos Olímpicos en 1960: las gradas de madera se sustituyeron por otras de piedra y se planeó una estructura compleja que, sin embargo, no llegó a realizarse por problemas económicos. En 1953 fue reinagurado con un partido de fútbol disputado entre las selecciones de Italia y Hungría. Durante los Juegos Olímpicos aquí se celebraron las ceremonias de apertura y clausura, las pruebas de atletismo y las de salto ecuestre. Su capacidad entonces tuvo que reducirse a 65.000 espectadores al tener que eliminarse los puestos de pie. Hay que subrayar que las características del terreno permiten una visión ideal al estar muy bajo el terreno de juego aunque las gradas están algo lejanas debido a las pistas de atletismo, algo de lo que los aficionados al fútbol se quejan, ya que este estadio ha acogido los partidos de los dos principales equipos de la ciudad: la Roma y la Lazio.
Después de los Juegos Olímpicos el estadio ha sido ampliamente usado. Además de los citados partidos de fútbol jugados por los clubes locales el Stadio Olimpico ha albergado Mundiales de atletismo, anualmente una de las pruebas atléticas principales del circuito de la antes IAAF (actualmente World Athletics) y ni más ni menos que una final de un Mundial de fútbol, además de más partidos del Mundial disputado en 1990. Precisamente su uso para dicho Mundial provocó otra gran remodelación del estadio, tan grande que el Olimpico pasó a ser irreconocible. Llegó a ser demolido casi en su totalidad y reconstruido en cemento armado, excepto la Tribuna Tevere. Se cambiaron los asientos y la cobertura del estadio, además de instalar nuevas pantallas gigantes. En esta su nueva fase de vida el Olimpico pasó a albergar algo más de 80.000 asientos, convirtiéndose el segundo más grande de Italia. Pero no fue esta su última modificación ya que para obtener el sello de estadio cuatro estrellas de la UEFA tuvo que ser nuevamente diseñado con la intención de albergar finales de la Champions League, como así ha ocurrido. Se modificaron la sala de prensa, los vestuarios, se volvieron a cambiar los asientos y otras mejoras que, una vez más, volvieron a disminuir su capacidad hasta dejarla en 70.634 espectadores.
Además de haber acogido grandes conciertos, como los dados por Elton John, Tina Turner, U2, Los Rolling Stones y Bruce Springsteen, por citar solo unos pocos de entre las estrellas internacionales, sin embargo el concierto que batió sus récords de capacidad lo protagonizó un cantante italiano, Claudio Baglioni, cuyo concierto del 6 de junio de 1998 tuvo 90.000 espectadores. También el Stadio Olimpico juega hoy en día un papel importante en el rugby italiano, pues es la sede de su selección y aquí juega sus partidos del prestigioso torneo de las Seis Naciones.
Un comentario
Virginia
Rara avis un estadio olímpico que no fue abandonado a su suerte,que se sigue usando y que se mejora con el tiempo.