OLGA KHARLAN Y LUIGI SAMELE: LOS CAMPEONES DE ESGRIMA UNIDOS FRENTE A LA INVASIÓN DE UCRANIA
Situaciones difíciles sacan lo mejor y lo peor del ser humano. En el caso que vamos a narrar, un medallista olímpico ha demostrado no achantarse ante las dificultades y conducir sin parar -pasando, eso sí, muchos controles y dificultades varias- desde Italia hasta Hungría para recoger a su novia, una campeona olímpica, ucraniana, y a parte de su familia después de haber huido de su país, invadido por Rusia. Él es Luigi Samele, italiano, ganador de tres medallas olímpicas (bronce en Londres 2012 por equipos y dos platas en Tokio 2020, individual y por equipos, todas en esgrima en la modalidad de sable). Ella es Olga Kharlan, ucraniana, con cuatro medallas olímpicas (un oro por equipos en Pekín 2008, una plata por equipos en Río 2016 y dos bronces individuales, en Londres 2012 y Río 2016, siempre en sable), megaestrella en su país. La grave situación en Ucrania provocó su huida del país junto a su hermana y su sobrino, aunque desgraciadamente sus padres permanecen en su país, mientras Luigi ha llenado sus redes sociales pidiendo parar la invasión rusa. Les ha ayudado en la odisea otro esgrimista, el campeón olímpico rumano Mihai Covaliu, ahora presidente del Comité Olímpico de su país. Además, la pareja Samele-Kharlan ha emprendido una recogida de fondos para ayudar a los tiradores de esgrima ucranianos, habiendo conseguido ya más de 40.000 euros.
Es triste que hablemos de dos grandes campeones del olimpismo -la esgrima, en este caso- en estas circunstancias. Sus historias personales previas son dignas de ser contadas. Olga iba para bailarina, pero las clases eran caras y su familia, modesta. Nativa de la hoy en día conocida por tristes causas Mykolaiv, su padre era marinero, taxista y constructor, mientras que su madre era pintora de brocha gorda y yesera. Así que, a falta de poder acudir a clases de danza, el padrino de la entonces niña sugirió la esgrima únicamente porque las clases eran gratuitas…y ese fue el origen de una futura campeona olímpica.
Con sólo 17 años Olga participó en sus primeros Juegos Olímpicos. En la final por equipos contribuyó de forma decisiva con sus puntos, que resultaron ser más de la mitad de los logrados por su país en total. Se había convertido en campeona olímpica. Ironías de la vida, en 2012 Rusia le ofreció nacionalizarse, pero ella se negó. Desde 2009 el palmarés de la ucraniana ha crecido a pasos agigantados y se compone de 15 medallas en mundiales (seis de ellas de oro) y 20 en Europeos (ocho de ellas de oro), además de las citadas medallas olímpicas. Su popularidad es tal que en 2020 se creó una muñeca Barbie a su imagen y semejanza dentro de una iniciativa para empoderar a las mujeres destacando las que habían tenido éxito en diversos campos. Olga también es miembro de la Comisión de Atletas de la Federación Internacional de Esgrima, así como del Comité Olímpico Ucraniano. Es toda una profesional de la esgrima que incluye en su programa de entrenamiento retos mentales al final de cada sesión consistentes en equilibrar piedras una encima de otra sin que se caigan con el fin de prepararla a tomar decisiones rápidas en combate. También afirma que le han servido las pocas clases de danza que tomó de niña ya que el ritmo de la música es similar al que se realiza en la esgrima, con su rival. Acabaremos con el dato de que por dos años fue elegida como la Mejor Deportista de su país y un último honor: fue la abanderada de Ucrania en la ceremonia de clausura de los Juegos de Río.
Toca hablar de Luigi Samele. Su palmarés puede que no sea tan abultado como el de Olga, pero no hay que despreciar sus tres medallas olímpicas, seis Mundiales y diez en Europeos, además de decenas de medallas en distintas pruebas de la Copa del Mundo. Él, como su novia, entró en la esgrima de una forma casual: cuando contaba nueve años se encontraba un día en el barbero con su madre; un señor directamente les preguntó si el niño no quería probar la esgrima. La madre le dijo que “cualquier cosa con tal de sacar al niño de casa” y le pidió al hombre que le explicara qué era la esgrima. Así, todo por casualidad. En tres meses cambió su vida y al poco se trasladó a Roma para entrenar con la selección nacional. Luigi (“Gigi” para muchos) afirma haber admirado siempre a Olga y haber aprendido mucho de ella. Samele también da mucha importancia a la cabeza en su deporte: “Una cabeza fuerte es la única condición que necesitamos. Después viene un buen entrenador y el entrenamiento en sí”.
Olga Kharlan y Luigi Samele, dos campeones que la esgrima unió y que juntos intentan soportar los malos momentos que pasa Ucrania.
Actualización: Olga Kharlan consiguió en París 2024 la primera medalla para Ucrania en esos Juegos (el bronce individual en sable) y el primer oro, también en sable, en la competición por equipos.
Un comentario
Virginia
Una pena que tengamos que leer esta entrada, hubiese sido mejor que leyeramos sobre sus logros. Muy valientes los dos, espero que puedan retomar sus vidas pronto y que todo esto sea un mal sueño. !mucha fuerza!.